Por
decreto
El
Gobierno prorrogó las licencias de TV y radio por una década
Con
una medida tan sorpresiva como polémica, el presidente Néstor
Kirchner extendió los permisos para prestar radiodifusión
y bosquejó el mapa de los medios de los próximos años.
Organizaciones
sociales, cooperativas, mutuales, medios alternativos, sindicatos e instituciones
educativas expresaron su enérgica oposición a la decisión
del Ejecutivo de prorrogar todas las licencias de televisión abierta,
de radio y TV por cable por 10 años.
El nuevo lapso se suma a los 15 concedidos por la ley y a los 10 años
de prórroga automática. Así se benefició especialmente
a quienes tenían permisos que vencían indefectiblemente
en el año 2007 y debían ser concursados.
“Es Bochornoso. El Decreto es una capitulación. Los grandes
grupos económicos que controlan la comunicación y la información
en nuestro país tienen 10 años más para imponer su
discurso único y su modelo de concentración de la riqueza”,
manifestó Néstor Busso, presidente de Foro Argentino de
Radios Comunitarias (FARCO).
El decreto 527 fue firmado sorpresivamente por el presidente Néstor
Kirchner el 20 de mayo y en los hechos organizó el mapa de los
medios masivos de comunicación por unos 20 años.
Momentos después de certificar su decisión en la Casa Rosada,
el Presidente dijo que el objetivo era otorgarle “previsibilidad”
a la actividad del sector y “favorecer las inversiones”.
Una novedad de la disposición del 20 de mayo, es la del articulo
3º que determina que en el plazo de 2 años, cada licenciatario
deberá elevar al Comfer un espacio de programación que contribuya
a la defensa de la cultura nacional y a la educación de la población
y un plan que prevea la incorporación de nueva tecnología.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, justificó:
“(Era) un viejo reclamo de los medios”.
También se hizo hincapié el endeudamiento externo de las
empresas, “originado por la necesidad de contar con una infraestructura
técnica actualizada que les permita cumplir con sus obligaciones”.
Los actuales propietarios se ven beneficiados porque se suspende el cómputo
de los plazos que la ley otorga (quince más diez de prórroga
por única vez) al extender por otros diez el término original.
Así, por ejemplo, Telefé estará en manos de Telefónica
hasta 2025. América será de Manzano, Vila y Avila hasta
2022. Daniel Hadad será licenciatario de canal 9 hasta 2019 y el
Clarín de canal 13 hasta 2025. La Rock & Pop (del grupo mexicano
CIE) y Continental y Mitre (Grupo Clarín) no cambiarán hasta
el 2018.
Hasta la crisis económica el Estado renovaba esta autorizaciones
cuando se acercaba su vencimiento. En diciembre del año pasado,
el gobierno «de oficio» renovó las de los canales 13
y Telefé, privatizados durante la presidencia de Carlos Menem en
1989.
Además, la decisión mejora la posición y el valor
de las compañías. Por eso otorga un nuevo ingrediente a
las empresas endeudadas o con intención de venderse.
Es el caso, por ejemplo, de Canal 9 que se encuentra en plena negociación
de su deuda. Hadad había pedido, en enero la prórroga al
Comfer, pero el organismo de control se lo negó.
Posiciones
enfrentadas
El
presidente de la Asociación Argentina de Televisión por
Cable (ATVC), Walter Burzaco, expresó su conformidad con la medida.
“Debemos aplaudir el Decreto firmado por el Presidente de la Nación.
Esto nos otorga un nuevo horizonte para salir de la crisis, consolida
nuestro aporte a la sociedad, nos permite seguir transmitiendo regularmente
y preserva las fuentes de trabajo”, comentó el ejecutivo
de Cablevisión, firma que conservará su licencia hasta el
2016.
En la misma línea, el presidente de la Asociación de Telerradiodifusoras
Argentinas (ATA), Carlos Fontán Balestra, declaró al diario
La Nación: “Es muy importante para la libertad de expresión.
No es lo mismo saber que se tiene una prórroga de 10 años,
lo que confiere estabilidad, cuando hay que salir al mundo con la programación
en la era de la TV digital. Y además, con este decreto, no habrá
que vivir a merced del poder político, ni pedir favores”.
Sin embargo, la Dirección y la Junta de la Carrera de Ciencias
de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad
de Buenos Aires (UBA) rechazó la decisión, pues “supone
la definición de una línea de política comunicacional
de parte del gobierno acorde a los intereses de los propietarios de medios
de comunicación”.
“Una vez más, la política de comunicación se
resuelve sin discusión pública. El gobierno otorga un beneficio
inaudito a los propietarios de medios de comunicación que formaron
grandes grupos concentrados durante la década de los ´90”,
sentenció la institución.
Además denunció que la norma “no toma en cuenta las
sanciones existentes ni las irregularidades en las titularidades que,
hasta las propias autoridades, han hecho públicas: tanto por origen
del capital como por la cantidad de medios en un área de cobertura”
y que la “metodología del decreto, aunque criticable, pudo
haber sido usada antes que para esta decisión de conservadora política
de comunicación, para modificar el artículo 45 de la ley
de radiodifusión, que sigue excluyendo a los sectores no comerciales
de la posibilidad de tener una licencia”.
La radio comunitaria FM La Tribu definió a la medida como “un
obstáculo más para que la Argentina tenga un sistema de
medios democrático”. Y acusó al Ejecutivo de sostener
una política de medios “al servicio del interés económico
de algunos empresarios”, que “negocia silencios, negocia coberturas,
negocia negocios. ¿Negocia elecciones?”, se preguntan los
trabajadores de la emisora.
”El mapa de concentración de medios durante, fundamentalmente,
la década menemista muestra a seis grupos económicos controlando
buena parte de la circulación de la información en la Argentina.
Muchas de estas firmas están acusadas, por distintas comisiones
de investigación del Congreso nacional, de no poder demostrar los
orígenes del dinero con que obtuvieron numerosos medios de comunicación”,
afirmó La Federación de Trabajadores de la Comunicación
y la Cultura (FETRACOM) .
La idea de renovar estas autorizaciones ya la había estudiado Eduardo
Duhalde, cuando era presidente, pero Néstor Kirchner días
antes de asumir le pidió que dejara el tema en sus manos.
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