--R&TA | POLITICA DE RADIODIFUSION
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*Opinion

Los satélites: avales de las comunicaciones

Entre los campos en los que más se ha observado una optimización de las prestaciones ofrecidas por los sistemas de satélite en los ‘ 90, el más importante ha sido el de los servicios de transporte, distribución y difusión de televisión.
Este auge se registra especialmente en los Estados Unidos, donde sólo en banda C unos veinte artefactos distribuyen alrededor de 170 canales en emisión abierta y otros 85 de forma codificada, sobre todo para la distribución terrestre vía cable.
En América de Sur, la atracción de los sistemas de radio y televisión por satélite crece de forma sostenida. Se trata de un mercado todavía poco desarrollado, que entre las zonas Central y Sur abarcan cerca de 68 millones de aparatos receptores, de los que unos 2,5 millones están conectadas a miles de redes de cable, muy desproporcionadamente distribuidas.
Aparte de los sistemas nacionales mexicano y brasileño (Solidaridad y Brazilsat II, respectivamente), son los sistemas Panamsat, Intelsat K e Hispasat los que representan de manera más genuina una nueva y atractiva oferta de servicios en la zona de Hispanoamérica, especialmente adecuada para la distribución y difusión de esta prestación.
Con la capacidad de tráfico de Panamsat, unas ocho redes regionales, como Telefe en la Argentina han empleado los transpondedores en banda C disponibles para la distribución de estaciones a reemisores locales. Un importante abanico de programas de los Estados Unidos son distribuidos desde ese territorio hacia uno o varios de los haces iberoamericanos de este sistema, sobre todo a cabeceras de cable. El canal mexicano Galavision es distribuido por Panamsat hacia Europa teniendo como objetivo el mercado hispano.
Mientras, la constante e incesante demanda de comunicaciones de datos tanto en servicios nacionales como internacionales, ha abierto nuevas posibilidades de negocio. Aquí lo más importante es la multiplicidad del acceso, o sea, el hecho que se puedan desarrollar de forma ágil y diligente redes con topología y empleo de recursos óptimos dentro de la amplia cobertura de los sistemas considerados.
Nuevamente, el eco comercial de estos sistemas ha encontrado su apogeo principalmente en Norteamérica. El alto grado de liberalización en el mercado de las telecomunicaciones combinado con una política de acceso libre al segmento espacial ha hecho posible que estos sistemas hayan competido favorablemente con alternativas terrestres. En contraposición, América Latina es un mercado que todavía no ha alcanzado un grado de explotación ni siquiera medio. Baste un ejemplo: en los años 90,el número de líneas telefónicas por cada 100 habitantes era 7 para América del Sur y 5 para América Central, mientras que en los Estados Unidos y Canadá era de 51.
La infrautilización de servicios no ha sido obstáculo para que, a pesar de su menor desarrollo general, el número de sistemas y terminales VSAT instalados en América Latina, unos 7.000, sea mayor que en Europa.

*Francisco Sacristán Romero, profesor e investigador en la Universidad Complutense de Madrid.


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Los celulares son las estrellas del mercado

La telefonía móvil en el país creció un 112 por ciento en los últimos 18 meses, según datos del INDEC.
En este lapso las líneas pasaron de 7,8 millones a 16,5 millones declaradas en junio de este año.
Los números fueron desmenuzados en el informe “Análisis cualitativo de usuarios de telefonía móvil - 2005”, realizado por la consultora Carrier y Asociados.
El informe pretende dar un panorama sobre la forma en que se segmentan los clientes de estos servicios, las diferencias de consumo entre adolescentes, jóvenes y adultos, las motivaciones que guían al consumo o la inserción del móvil en la vida de los distintos segmentos.
Uno de los fenómenos puestos en evidencia, hace hincapié sobre la forma en que los celulares impactan en la telefonía tradicional, hasta el punto que existen hogares que tienen móviles en lugar de líneas fijas.
En el censo del 2001 casi 1 millón de hogares (el 10% del total) tenían al menos un celular pero ningún fijo.
En este sentido se observa la migración de llamadas que antes se realizaban desde el fijo.
El informe también sugiere la posibilidad de combinar las redes de telefonía móvil y banda ancha. Esto no sería mucho problema para Telecom, que tiene sus productos móviles (Personal) y de banda ancha (Highway), ni tampoco para Telefónica (Movistar y Speedy). A quien le faltaría la pata en banda ancha es a CTI, aunque es algo que podría resolverse con la asociación o adquisición de algún importante ISP de banda ancha.

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