Opinion
“Delitos,
autoritarismo calumnioso y más discriminación al cooperativismo
en el COMFER”
En
la revista R&TA Nº 108,
del 17 de octubre de 2005, en la página 4, se publicó una
entrevista a Julio Bárbaro. En la misma, entre otros conceptos
del funcionario, se entrecomilla expresiones en la que afirma, refiriéndose
a los éxitos judiciales logrados por el cooperativismo, que “las
medidas cautelares son parte de la corrupción. Estamos convencidos
de que los jueces que van a medias con los recursos de amparo van a desaparecer“.
O sea, cuando toda la justicia federal, incluso la Corte Suprema de Justicia
de la Nación, dio la razón a las cooperativas y mutuales,
en sus planteos de derecho, el interventor del COMFER sostiene que dicha
justicia es corrupta.
Sobre estas afirmaciones, Julio Bárbaro debe denunciar, con urgencia,
al Ministerio Fiscal de la Nación el o los casos de corrupción
judicial a los que se refiere, porque es deber, como funcionario público,
realizarlo. Si no lo hiciera, quedará incurso en el delito de omisión
de denuncia y dejará en claro que sus dichos son un acto más
de un autoritarismo calumnioso, que no merecemos los argentinos y menos
que se desprestigie de esa forma, en general, a jueces que han dado la
razón, en derecho, a las personas jurídicas de la economía
solidaria.
Mientras tanto, con la sospecha generalizada sembrada, no se dice nada
que la Justicia ha declarado inconstitucional que el Interventor del COMFER
siga suspendiendo la entrega de pliegos para TV por cable. Antes, fundado
que debía salir un nuevo artículo 45 y ahora, porque ha
salido. Siempre se encuentra una excusa para no cumplir con la norma.
En un Estado de Derecho un funcionario no puede suspender la vigencia
de la ley y sin embargo, sin ningún pudor, Julio Bárbaro
lo sigue haciendo y goza de una impunidad inaceptable. Basta de ejemplo
la reciente resolución 1475, dada a conocer el 2 de noviembre,
en la que vuelve a suspender la entrega de pliegos para servicios complementarios
por noventa días hábiles más. Incluso, se ha llegado
a saber que, antes de dicha resolución, se tuvo la intención
de suspender por diez años la entrega de pliegos para cooperativas,
mutuales y demás organizaciones sin fines de lucro, lo que es gravísimo,
solo conocer que se analizó la posibilidad de concretarlo. Mientras
tanto, ya hay dos fallos de las dos Salas de la Cámara Federal
de Córdoba ordenando que se normalice la entrega de pliegos. Sin
embargo, en soberbias de poder incomprensibles, se reincide en conductas
reñidas con la constitución, sin que nada cambie para bien.
También, en la referida entrevista, se hace constar que el funcionario
del COMFER sostiene que, respecto del servicio de televisión por
cable, de particular interés cooperativo en prestarlo, “en
este sector no podemos avanzar hasta no ingresar a un espacio de lógica
regulación mutua”. ¿Cómo es el tema, antes
había que esperar para que el Congreso legisle y ahora que lo ha
hecho y autorizado a prestar dicho servicio complementario de radiodifusión,
en algunos casos, a las cooperativas, hay que esperar una regulación
mutua? ¿Qué debe entenderse por regulación mutua,
la que garantice los intereses de algunos por sobre el de las cooperativas
y mutuales? A su vez, Bárbaro habla de monopolios cooperativos,
sin reconocer que su actitud y la del Estado son las que han generado
verdaderas concentraciones monopólicas en materia de TV por cable,
toda vez que no se deja ingresar a nuevos actores y se permite que el
precio se fije libremente por los prestadores actuales, a los que se les
garantiza que no tendrán competencia.
Inconstitucionalidades, discriminaciones, negaciones de derechos, soberbia
de poder, sofismas interesados y una realidad que muestra a la claras
que hay una balanza inclinada por el Estado, en contra de las organizaciones
sin fines de lucro. Ello, en si mismo, es un ataque a valores democráticos,
republicanos y federales fundamentales y una privación arbitraria
de derechos humanos esenciales. Habrá que unificar esfuerzos en
todos los ámbitos para que se asegure una genuina libertad de expresión,
respetándose a todos los sectores interesados y evitando que el
Estado Nacional y funcionarios como Julio Bárbaro, se enseñoreen
irresponsablemente, en la ilegalidad de sus medidas, que en sí
mismas, son una de las mayores corrupciones que se pueden dar en un Estado
de Derecho.
* Por Miguel Julio Rodríguez Villafañe. abogado constitucionalista
y presidente de la Asociación Iberoamericana de Derecho de la Información
y de la Comunicación (AIDIC)
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