Plantea
que deberian “subordinarse” a la patria
El
principal candidato presidencial peruano aspira a controlar los medios
La
Asociación de Radio y Televisión (ARTP) de Perú encendió
la alerta sobre la posibilidad de que el candidato presidencial de Unión
por el Perú (UPP), Ollanta Humala, restaure medidas antidemocráticas
adoptadas por el gobierno dictatorial del general Juan Velasco Alvarado,
como la incautación de los medios de comunicación para imponer
el parametraje a la prensa.
En un comunicado de prensa, la Asociación señala que existe
un párrafo dedicado a lo que el militar en retiro llama “El
fracaso de la República Criolla y Aristocrática”,
en el que se elogia las reformas hechas por la dictadura velasquista,
que en sus inicios se apropió de la mitad de las acciones de las
principales radioemisoras y canales de televisión, y un año
antes de incautar los periódicos creó la Oficina Central
de Información (OCI) para monitorear la información pública
y mantener el control social.
El texto cita además parte del plan de gobierno humalista que demuestra
que su plan de gobierno se centra en la creación de un Estado pluralista
descentralista que implica «la subordinación de los intereses
individuales y grupales a los intereses de la patria». El temor
de la ARTP es que esa subordinación incluya a los medios de comunicación
masiva.
Concretamente, la preocupación sobrevuela al capítulo cinco
de ese texto titulado «El fracaso de la república criolla
y aristocrática». En la página 49 se destaca que el
gobierno revolucionario de las Fuerzas Armadas presidido por Velasco desmontó
el Estado oligárquico, colonial, excluyente y centralista que existía
hasta antes de su llegada. Pero dicho Estado no llega a ser liquidado
totalmente y luego, según su interpretación, el segundo
gobierno de Fernando Belaunde «restaura buena parte del aparato
oligárquico de dominación ideológico-cultural (especialmente
los medios de comunicación) y el sistema educativo».
En las últimas semanas, el candidato pidió «un aplauso
para los periodistas, que son hijos del pueblo. El problema son los dueños
de los medios de comunicación».
«La nacionalización es poner al servicio de la nación
un recurso. Para eso no se va a emplear lo que es la estatización
o la expropiación. Somos respetuosos de la propiedad privada y
garantes de la inversión nacional o extranjera en el país.
La nacionalización se da en la medida que exista participación
del Estado. Puede ser de diversas modalidades: como propietario de un
recurso, mediante el cobro de impuestos o regalías, mediante la
conformación de acciones doradas o la ampliación accionarial.
Hay diversas formas», expresó Humala al presentar su plan
agrario en Lima.
«No hay discriminación para que el timón lo pueda
tener el capital privado, pero nosotros queremos estar en esa nave porque
¿quién más que el Estado responde a los intereses
de la nación?», sostuvo el político.
Las críticas a su programa de gobierno por parte de sectores vinculados
con los medios, a la falta de claridad en sus planteamientos y las declaraciones
de su hermano Antauro y otros familiares, que sólo han contribuido
a generar más resquemores, han puesto a Ollanta Humala, el ahora
candidato favorito en las encuestas, en una posición comprometida:
ahora debe intentar limpiar su imagen de “censor” y dar garantías
del respeto a la libertad de prensa.
Frente a la postura de la ARTP, Humala se apresuró a aclarar que
el plan de gobierno de su partido, en el que manifiesta su admiración
a la gestión del dictador Velasco Alvarado respecto de los medios,
fue elaborado sin pensar en estatizar los medios.
Sin embargo, el acompañante para la vicepresidencia, Carlos Torres
Caro, sólo recurrió a una inocente ironía, según
Humala, cuando dijo a la periodista Rosa María Palacios que en
un eventual gobierno de Ollanta no se quedaría sin trabajo “si
se porta bien”.
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