Lograron
incrementar en un 15% la utilidad de los dispositivos
Investigadores
argentinos descubrieron como extender la vida de los discos duros
Un
grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)
descubrieron que, a partir de la optimización en los materiales
magnéticos, es posible prolongar en un 15% la utilidad de los discos
rígidos.
Actualmente, las unidades de almacenamiento tienen una vida útil
de unos 30 años, ya que el tiempo provoca la pérdida de
su capacidad de retención de datos, debido a un proceso de desmagnetización
progresivo.
El fundamento de los dispositivos de memoria utilizados en las PC son
diminutos “imanes” de 0,00001 centímetros a los que
se les puede modificar su magnetización, de manera que estén
orientados en una u otra dirección.
El estudio de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física
lograría incrementar unas 10 mil veces el rendimiento de estos
dispositivos.Con el objetivo de mejorar el rendimiento de los materiales
magnéticos, el equipo de profesionales dirigido por Héctor
Bertorello -responsable del grupo de ciencias de materiales perteneciente
a esa unidad académica e investigador del Conicet- estudió
la manera de controlar la interacción entre los pequeños
cristales esenciales de esos elementos. Comprobaron que cualquier interacción
entre sus partículas degrada la energía de atracción
y no permite que mantengan su orientación magnética y recuerden
información. Pero lo que hasta ahora se pensaba (mientras mayor
era el intercambio más se incrementaba el deterioro de la capacidad
magnética) se convirtió en una cuestión relativa
al producirse el hallazgo, que marca un punto de equilibrio donde se produce
el efecto contrario: el sistema retiene mayor energía y se torna
más eficiente.
“Es un efecto curioso, porque si las partículas interactúan
en poco volumen se produce una degradación progresiva del sistema
y una pérdida de resistencia. Pero existe una instancia en la que
si crece la interacción, todo el sistema se hace más fuerte
y aumenta la energía. Esto es inédito, no se había
notado anteriormente”, explicó al periódico institucional
Hoy la Universidad.
El trabajo forma parte de una línea de investigación sobre
materiales magnéticos que Bertorello viene desarrollando desde
2002. Para el estudio sobre estas propiedades, los científicos
utilizaron ferrita, muy accesible en el mercado comercial. La pulverizaron
mediante un dispositivo de alta energía hasta obtener partículas
que medían entre 30 y 50 manómetros (mil millonésimas
parte de un metro), y la sometieron a procesos térmicos para obtener
muestras con partículas de diferentes volúmenes, estructuras
y grado de interacción.
“Realizamos mediciones y determinamos en cuáles el nivel
de energía magnética era mayor. Así pudimos encontrar
el punto de optimización del rendimiento, algo novedoso en este
campo de estudio”, señaló.
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