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Entrevista a Gustavo Saenz Paz, director general de Aadi

"La Internet nos puso en dos veredas distintas"

El representante de la entidad que representa a los intérpretes dialogó con R&TA sobre las diferencias que, a partir de la presentación del “Proyecto de los Artistas Intérpretes Musicales” en el Senado mantiene con su asociada, CAPIF. Además adelantó -en exclusiva- los cambios que se incluirán al texto original.

La polémica por el “Proyecto de los Artistas Intérpretes Musicales”que enfrenta directamente a la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) y la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF) es la punta del iceberg, que en su profundidad supone cambios en la estructura de la industria discográfica y potenciales negocios que suponen millones de pesos –fundamentalmente acelerados por los medios electrónicos-.
Sobre estas cuestiones, el director General de Aadi, Gustavo Saenz Paz, conversó con R&TA.

¿Cómo es la situación del proyecto de ley hoy?

El proyecto cumplió dos años y perdió vigencia. Va ser necesario presentarlo de nuevo. Pero no será el mismo texto. Si de algo sirvieron estos 2 años fue para tener una activa participación de los sectores. Hemos consensuado, no cedido y el proyecto evolucionó.

¿Habían participado esos sectores en el proyecto original?

(El texto) se habían mandado a Sadaic, Argentores y Capif. Pero Capif nunca contestó. Luego lo mandamos a los senadores. En 2005 recibió embates –razonables- de muchos sectores. Por ejemplo, al Fondo Nacional de las Artes le preocupa los años de protección post mortem, porque cuando termina el plazo, ese monto queda para ellos. Nosotros pretendemos 70 años. La asociación lo aceptó en la medida en que también tenemos un acuerdo de aportes. Luego hay un artículo relacionado a la problemática procesal. Un problema de legitimación como representantes. Las normativas mundiales lo tienen muy claro, con ser una entidad de gestión colectiva reconocida, alcanza. Acá los únicos que no terminan de aceptarlo son los de CAPIF, que se han opuesto abiertamente a todos y además se pasaron el 2006 objetando, sin proponer. Recién a mediados de diciembre (pasado) empezaron a decir algo.
Necesitamos contar con (el aval de) esa protección en rango de ley, y no de decreto. Los autores tienen esa ley, ¿por qué los intérpretes no?. Segundo, es necesario tener la normativa para ver cómo ejercemos toda la temática de Internet. Hemos ratificado el Tratado OMPI sobre derechos de autor en soporte digital (ratificado por la ley 25140), pero no tenemos como ejercerlo.

¿En el proyecto nuevo CAPIF seguirá representando a los productores?

Hay (que tener en cuenta) dos cosas. El proyecto nuestro está destinado a defender a artistas e intérpretes, sin perjudicar, ni atacar, a productores. No es un proyecto de intérpretes y productores. La ley es del intérprete. Si ellos necesitan una –que en realidad no, porque ellos pueden ejercer- que hagan la suya; y si es correcta, la apoyamos. Probablemente pueden necesitar (una norma) los productores nocionales. En la cámara están nucleados todos, pero realmente está manejada por las 5 (discográficas) multinacionales. Si quieren poner que la representante de las productoras tiene que ser CAPIF, que lo hagan en una ley de productores, no de intérpretes.

¿Cuál es la recaudación de AADI?

En el último pago, que fue el del primer trimestre del 2006, hemos distribuido casi 9 millones de pesos.

¿Actualmente, perciben dinero por la difusión en Internet?

No. Porque en el (Decreto) del 74 no se estableció esos cobros. AADI CAPIF no está autorizado. Tenemos el derecho por el tratado (de OMPI), queremos cobrarlo.
Internet ha modificado la forma comercial y hay dos cuestiones, una política y otra práctica. La primera supone que si se descarga desde la web se pagó el derecho al sitio –que es el usuario- para hacerlo y este a su vez lo hará con Sadaic, Argentores, etc. Además es necesario abonar al intérprete y al productor. Pero los productores -que arreglan esto con el poder- negociaron con las telefónicas por la reproducción de música; y nosotros miramos.
La segunda cuestión refleja la problemática de la radio casting y simulcasting. Hablamos con ARPA y renegociamos un convenio con una mejora; pero no se firma porque CAPIF lo paró. Ellos se están perjudicando en su 33%, porque quieren cerrar otro en el que tiene el 100%.
La primera reacción de todos los productores del mundo fue decir estoy en un negocio digital y por lo tanto no quiero que nadie se meta; y eso tiene que ver con lo político.
Las empresas advierten que no hay más soportes, que se acabó el negocio de fabricar y vender discos. No va a venir plata por venta, sino por derecho de uso.
La primera reacción mundial fue destruir las entidades de gestión. Tratan de controlar el negocio. Las misma compañías dicen que es ridículo que se les dé ese derecho en gestión colectiva a CAPIF (ya que es la misma discográfica quien negociaría con el sitio). El ejercicio pasa a ser individual, cada firma lo recauda para sí. AADI propone que cobren lo (que le corresponde) a los intérpretes, pero ellos piden que les cedamos esa plata.
Entonces dijimos vamos a cobrar puesta a disposición por nuestro lado, y nos acusaron de querer destruir AADI – CAPIF.
En cuanto a la comunicación publica ambos tenemos un derecho, el único problema es que nosotros proponemos el mismo módulo de reparto que teníamos en el ambiente analógico (67% para AADI y 33% para CAPIF). Sin embargo lo que hicieron (las discográficas) es ir por el mundo, haciendo lobby y lograr que muchos países les (concedieran el) 50. Los intérpretes nos dedicamos a pagarles, no salimos por el mundo a gastar su plata.

¿Aceptarían que en este medio recaudara CAPIF , si les diera lo que le corresponde a los intérpretes?

Podría ser que ese derecho (lo ejerza) cada empresa, pero es complicado. Porque ellos negociarían y si no nos pagan, tendríamos que hacer un juicio contra Sony.

¿Cuál es el monto aproximado de la cantidad de dinero que no se podría obtener de los medios electrónicos?

Los ringtones de celulares en Europa han triplicado el dinero que recibián las compañías musicales por ventas. SADAIC cobró 2 millones de pesos.
La Internet nos puso en veredas distintas y no hay buena predisposición de los productores. La idea es que el usuario pague y no que peleemos entre nosotros.

Desde una perspectiva filosófica, ¿considera usted que lo que pueda suceder en Internet es equiparable a los demás soportes, en relación a la propiedad intelectual?

En cuanto a su envergadura, la propiedad intelectual como tal, va a crecer. Porque todo pasa a ser derechos. Antes ellos (por las discográficas) ganaban por vender el soporte, hoy eso se cae. Queda el derecho.

Acusaciones y respuestas

Además, el representante de los intérpretes contestó a las acusaciones de su socia.
“La gente de CAPIF no puede decir ´que hizo con la plata de los extranjeros´. La plata se la dimos toda a los argentinos”, dijo Saenz Paz.
Y explicó que el accionar de la institución proviene de las denominadas “reglas de Londres”. Allí la Federación Internacional de Discos se reunió con la Federación Internacional de Músicos, -no había aún sociedades de gestión- y establecieron dos modalidades de contratos, el A y el B, a suscribir entre entidades representativas de intérpretes o productores. Mientras que el primero establece que las entidades representativas son las encargadas de recaudar el dinero por el artista extranjero y enviarlo a la entidad de la nación que corresponda; el segundo está pensado para las regiones donde no se desarrollaron aún las entidades de gestión y dice que legal que el dinero recaudado no se remece sino que se pague a los artistas locales.
Y agregó: “Si quieren pueden venir a verificar. Si entraron 10 y se pagaron 9, los 9 están”.

¿Qué pasa en los países donde no existen esos convenios?

En los lugares donde no existen esas entidades es imposible la ejecución. Segundo, tiene que haber reglas parejas y claras como normativa de aplicación. No voy a mandar (dinero) sino mandan. Debe haber una entidad que cobre lo que mis intérpretes generan en otro país y alguien a quien enviar lo que sus intérpretes generan acá.

¿Pero actualmente se está cobrando esa plata?

Se está cobrando todo. Porque la autorización que tenemos en el Decreto de 1974 es de representatividad; en nuestro caso tanto del intérprete nacional como del extranjero; y en el de CAPIF tanto del productor nacional, como del extranjero. Ellos tampoco le pagan a los productores.

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