--R&TA | POLITICA DE RADIODIFUSION |
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Entrevista a Julio Barbaro “Mi obligación es la de multar y lo cumplo como nadie lo cumplió antes” El interventor del Comfer realizó un balance de su gestión en el 2007 en el que habló de las sanciones por los excesos en los programas y lamentó las falencias de la TV abierta frente a la oferta de 70 canales del cable. También, destacó el comienzo del proceso de normalización del espectro, aunque reconoció que ahora habrá que “trabajar en las zonas de conflicto” para “terminar con la ilegalidad”. Varios
fueron los temas que este año tuvo que analizar y por qué
no resolver, en algunos casos, el interventor del Comfer, Julio Bárbaro. Es
otro asunto clave, terminar con algunos espacios de la ilegalidad. La
clandestinidad tiene disfraces progresistas pero hoy está, en su
95%, en manos de bailantas y pastores. Luego, cuando uno va a intervenir
en esa clandestinidad, que traemos de arrastre pero que tenemos que eliminar
porque ensucia todo el espectro, parece que se tratara de revolucionarios
que van a reivindicar a los más nobles de los pueblos. Y no es
así. La
Argentina tiene una de las mejores TV paga del mundo, por eso, cuando
haya una norma (de TV digital abierta, que el gobierno debe definir) que
permita multiplicar los canales gratuitos, la Argentina tendrá,
además de una TV paga tan excelente, una gratuita más lograda.
Un solo canal, el 7, no alcanza. Si uno piensa que el que paga tiene 70,
no puede ser que el que no paga tenga uno. Tendría que tener por
lo menos el 10%. Me parece que la digitalización nos va a permitir
llegar a eso, si uno lo toma desde el punto de vista de la perfección,
sólo el satelital nos permitiría abarcar el 100% de la geografía.
Hoy la TV es de excelencia pero es un nuevo elemento de marginación
en la Argentina porque uno tiene todo y otro no tiene nada. Resuelta la
norma, tenemos que transitar el hecho de que la TV gratuita sea digna
y llegue al 100% de la población. Y eso sólo con el satélite. Yo no
cuestiono al canal. Lo que digo es que, si damos un buen canal, pero uno
solo, es distriminatorio. Para que la TV paga sea legítima, la
gratuita tiene que ser digna. Y una sola señal no es digna. -¿Cómo mejoraría la TV de aire, en una nueva etapa? Yo creo
que la televisión de aire tiene en la Argentina un problema clave
que es la rentabilidad. La TV de aire agoniza económicamente. Y
esto nos lleva a una cuestión que es clara, el (canal) 2 y el 9
nunca salen del pozo. Y el 11 (Telefé) y el 13 salen porque son
parte de estructuras mayores. El 11 es el enorme teléfono y el
13 el enorme Clarín, pero no son estructuras autónomas. -En el caso de canales UHF, que nacieron para el corto alcance, se perdieron algunas frecuencias en manos de la telefonía Eso es cierto. Estamos tratando de recuperar frecuencias y lentamente nos parece que hay que hacerlo. La tecnología va a abrir espacios. Si hay algo que es una falencia en la argentina no es el hecho de que un grupo de señoras digan que la TV es grosera y mancha la moral, sino que haya más de dos millones de argentinos que no tengan TV. Esa es la verdadera inmoralidad. No que los chicos finos sean agredidos por el erotismo de los chicos groseros. No digo que la TV sea de excelencia, sino que el mismo problema es universal, no es argentino. Y yo pongo las multas que me permite la ley. Si fuera más lejos ya estaría atacando y saltarían los mismos que dicen que el corte de la pollera determina la cortedad de la moral. Creo que eso va cayendo, no porque la TV mejore sino porque la sociedad se vuelve menos pacata. Cuando asumí (Fernando) Peña no podía trabajar en radio. Y él es uno de los individuos con más talento creativo y también más provocador. Pero el talento lo tiene Peña y no Victor Hugo Morales, uno hace once personajes y el otro grita gol. Entonces, si el que grita gol me limita los personajes de Peña, la verdad que la sociedad entró en decadencia. A Dios gracias no es así. -Está la teoría de que más canales de TV podrían difundir más arte y cultura Yo estoy
de acuerdo con eso, pero la televisión nació para entretener,
en una sociedad con mil problemas, la gente necesita que la entretengan. -¿Hay posibilidad de darle repetidoras a los canales? Los
canales no quieren. No es el negocio, la TV nacional es porteña.
Está pendiente porque pedían, además, que Canal 7 renuncie a la publicidad. Lo que planteamos hoy es si la repetidora de canal 7 debe darse sólo a la intendencia, porque hay intendentes a los que no les interesa, o a un privado, para que tengan un margen de TV propia y luego sostenga al 7 y haga su diferencia. Es un tema a discutir. Sería factible. Es un debate que tenemos que abrir, la ley lo permite. La cantidad de repetidoras que ha puesto este gobierno han sido muchísimas pero cuesta mantenerlas. -Algunos cableoperadores están pidiendo una unidad mínima de negocios, porque hay lugares donde no pueden haber dos cables… El cable
es un espacio de inversión tan enorme que se tuvieron que generar
reglas, no porque lo marque la ley pero si hubo una inversión de
4 ó 5 mil millones y revolear licencias hubiera sido irracional
en contra de esa gente que invirtió realmente. También está el conflicto por la publicidad. En un comienzo, la TV por cable nació sin publicidad porque era paga, pero después todo el mundo puso avisos… La base de este nacimiento fue la devaluación del peso. Las estructuras estadounidenses, dividido el dólar por tres, no pudieron mover el costo y empezaron a rellenar con publicidad para hacer su reserva. Yo creo que como venden humo los números son humo. Igual el peso de la señal extranjera sobre la nacional fue bajando, si le ponemos muchas limitaciones a la publicidad, vamos a tener la contrapartida de que todos los canales van a ser Premium, lo cual no es bueno. Yo me hubiera conformado con una resolución -que no me la aceptaron- que establecía que, si el canal de aire tiene 12 minutos, nadie puede tener más de 12 minutos. Yo no creo en la eliminación absoluta porque ya se ha hecho propiedad. Pero sí lo que es imprescindible es su regulación. A mí, algunos canales de aire me exigen la eliminación absoluta y no me cierra una cosa con la otra. No puedo ir al cero, sí a un proceso. |
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