El investigador en ciencias sociales Natalio Botana, la licenciada en sociología Tatiana Merlo Flores y Pedro Simoncini, presidente del Programa Santa Clara, se reunieron en un panel, moderado por el licenciado en sociología Julio Tapia, para hablar sobre "El aporte de la educación y la información de los medios a la democracia".

Merlo Flores se refirió, en primera instancia, a la necesidad de investigar para comenzar una acción democratizadora.

"Hay que tener en cuenta la relación que cada uno de nosotros establece con la televisión" señaló. La educación, según ella, no es formal sino que está relacionada intrínsecamente con la información: "informarnos o entretenernos esconde tras de sí una realidad compleja" afirmó Flores. La intensa relación entre el ser humano y la televisión -y los medios en general- genera, hoy más que nunca, la casi inexistencia de comunicación interpersonal. Hay, para Flores, una fuerte relación inversamente proporcional entre diálogo familiar y horas de exposición a la televisión: cuanta más TV se mira, menos se conversa en el ámbito que se comparte con los seres más cercanos.

"La cultura de la imagen televisiva" dice Flores, "hace que nos preparemos para parecer lindos, jóvenes y brillantes. Y esto no nos hace creíbles".

La "pantallización" hace que busquemos modelos en otros lugares; ya no se buscan ejemplos en la familia o en la religión; cada vez nos alejamos más de lo cotidiano y nos acercamos a todo lo que nos vende un producto.

"La TV satisface la carencia de comunicación" afirmó Flores. Pero también es una gran institución socializadora que cumple una función social muy importante, ya que tiene llegada a lugares recónditos de nuestro país. Los noticieros locales tienen mayor audiencia que los internacionales; esto se debe a una gran necesidad de echar raíces y sentir la pertenencia a un lugar. "La TV es un medio rápido y fácil de ver. Es un generador de disparadores que nos permiten establecer distintos vínculos" dijo Flores para finalizar.

Efectos especiales

Simoncini, por su parte, señaló que la televisión "tiene efectos específicos sobre el cuerpo social". La educación, segun él, tiene una estrecha vinculación con la riqueza de las naciones. Ésta decae como consecuencia de la restricción de presupuesto.

La televisión, dijo el panelista, es un medio de comunicación e institucional de difusión de la enseñanza y la capacitación a nivel mundial.

Las nuevas tecnologías, por su parte, son combinaciones ilimitadas que llegan a múltiples destinatarios. Así, la interactividad permite una retroalimentación entre la máquina y el usuario. "En las sociedades modernas la educación evoluciona hacia los servicios a distancia. Para ello son útiles la televisión por cable, la TV satelital, la fibra óptica" señaló Simoncini. Estos medios son potenciales para la enseñanza.

"En nuestro mercado hay un gran desequilibrio que se basa en la falta de oferta de servicios de educación" señaló Simoncini. Tapia recordó que en 1993 ATVC brindó su apoyo a Educable: se produjeron cuatro clases curriculares diarias de nivel primario y secundario.

Otra deficiencia del medio es que se buscan tecnologías de última generación pero no se realiza una capacitación adecuada para su uso.

Tapia tomó la palabra, señalando que el gran desarrollo del cable se debe conectar con el de otros medios como la industria gráfica. Ésta alcanzó destacados niveles de desarrollo como consecuencia de la rápida expansión urbana y la sanción de la ley de educación en 1884.

"Estamos en una sociedad mediática" afirmó Tapia. "Los medios llegan a zonas y públicos impensables".

Un edificio sin base

Llegado el turno de Botana, la relación medios-democracia fue el tema central. Destacó que los medios deben constituirse en un ambiente de república y democracia, donde exista la libertad y haya una constitución que proteja a los ciudadanos.

Sin embargo, no se puede ignorar que en este siglo 20 hay turbulencias: "existen la censura y la autocensura" dijo. Hay una tensión histórica marcada por la existencia de autoritarismos.

La expansión de la televisión y de la televisión por cable constituyen, evidentemente, un fenómeno imposible de reconocer, aunque para Botana "no hay sincronía entre el desarrollo institucional y el comunicacional".

En su disertación cuestionó la ausencia de instituciones que enmarquen la realidad de los medios de comunicación: ¿a quién debe y puede recurrirse cuando se carece de los derechos de libre expresión, de informar e informarse? Esto provoca que, en la actualidad, se tenga más confianza en los medios que en la misma justicia: "la televisión es un tribuna de acción mas rápida" señaló Botana.

El desarrollo de las ofertas mediáticas sobre las estructuras educativas -dijo el panelista- producen un gran desajuste: "una sociedad mediatizada sin sistemas clásicos fuertes tiene menos posibilidades de prosperar". Por otro lado, hay grandes medios de comunicación, pero no hay un marco suficiente que los regule

Puede concluirse, entonces, que es necesaria una mejor educación; la televisión no debe reemplazar la comunicación familiar sino ocupar el lugar que le corresponde, difundiendo los mensajes que transmite. Botana se pregunta: ¿hasta qué punto es bueno que reemplace instituciones como la ley y la educación? ¿No debería comenzarse, entonces, por recuperar los lugares de dichas instituciones, para que cada una cumpla la función que le compete? Un interrogante necesario con el que culminó la exposición de los panelistas.