Cable 97 y Caper 97: algunas reflexiones Por el ing. Pablo Picicco Una mirada retrospectiva hacia las exposiciones relacionadas con la radiodifusión que tuvieron lugar en Buenos Aires, nos haría observar un mercado que en los últimos años ha crecido, pero sobre todo que ha madurado. No queda pueblo, por pequeño que sea, sin su servicio de videocable. En algún caso extraño como en mi ciudad natal (La Plata), la llegada se demoró por cuestiones político-administrativas más que técnico-económicas, ya que una ordenanza municipal relacionada con la prohibición de tendido aéreo hizo que el cable se hiciera desear durante algunos años. Situación que se revirtió debido a la modificación de esa rigurosa ordenanza, y no porque la comunidad platense abandonara la idea de contar con el servicio de TV por cable. Cada rincón de la patria contaba con su sistema de videocable, ya que en cada pueblo surgió un emprendedor dispuesto a realizar la patriada, logrando que la Argentina se ubicara entre los primeros países del mundo en desarrollo de sistemas de TV por cable. Fue por un artilugio legal que se generó este desarrollo. El sueño de instalar un canal abierto de televisión local era negado por la letra de una ley que lo impedía. Pero un intersticio en aquella ley permitía la instalación de cable, lo que consideraba un "servicio complementario". Qué ironía, lo complementario pasó a ser principal ya que el videocable produjo una verdadera explosión, atrayendo primero las miradas del exterior, luego las ofertas, y finalmente las inversiones, el acaparamiento de redes y el engrosamiento del poder. El mercado creció mejorando los estándares de calidad. El usuario se acostumbró muy rápido a recibir mayor calidad, mejor servicio. Hace15 años mirar una película de noche en Chacabuco, por ejemplo, tenía suspenso adicional ya que justo en el momento de descubrir al asesino, la pantalla era invadida gradualmente por una ráfaga de lluvia que desvanecía por igual imagen y sonido, marcando el abrupto final. Primero diez, luego veinte y después treinta o sesenta canales por un abono mensual cambiaron la historia de aquella televisión. Cable 97 La exposición que anualmente viene realizando la cámara que aglutina a los cableoperadores (ATVC) crece sin parar. Si consideramos que hasta el año pasado realizaban el evento en conjunto con CAPER y ahora marcharon por separado, sumado a que cada vez son menos los propietarios, se podía especular con que a la reunión de Cable 97, iban a concurrir sólo unos pocos; sin embargo más de 14.000 almas invadieron los pasillos de Costa Salguero, demostrando que el sector crece en oferta y demanda. Nuevas señales, mucho show, champagne y señoritas brindaron el marco espectacular a la muestra estrella de Latinoamérica. Otro sistema de TV pero inalámbrica llamado DTH ("Televisión Directa al Hogar" sistema satelital con calidad digital) pretendía instalarse en este país, al comando de dos o tres grupos internacionales que se disputaban quién llegaría primero a Latinoamérica, con un gran interés en Argentina y Brasil (donde el cable está muy poco desarrollado); sin embargo, una improvisada Resolución nació en el COMFER para poner una barrera infranqueable al emprendimiento. Sólo un grupo de reciente creación pasaba la prueba. Algunos especulan con una aggiornada Resolución del COMFER que modifique la anterior y permita el ingreso en competencia de otros grupos. El mercado saldría fortalecido. Caper 97 Por el lado de la radio, hace exactamente un año atrás salían a la luz dos decretos presidenciales (1143 y 1144) que ilusionaron a los propietarios de FM que peregrinan desde hace mucho tiempo por una ley que los "legalice". Pero la luz se apagó un mes después con la aparición de un nuevo decreto (el 1260) que desterraba a los anteriores. Pero la "142" (resolución de la Secretaría de Comunicaciones que reglamentaba esos decretos) sigue en pie como bastión de la normalización de las FM. Que de "normal" cada vez tiene menos. Mientras tanto, los proveedores de equipamiento para radio y TV organizaban su expo en la Rural esperando a unos cuatro mil radiodifusores. La sorpresa fue grande debido a que fueron ocho mil los presentes en Caper 97, evento que dejó más que satisfechos a los expositores -que según dicen hicieron muy buenos negocios- y a los visitantes que observaron los últimos avances tecnológicos (los de NAB 97), disfrutando de los amplios pasillos y de un nivel de sonido ambiente agradable, que facilitaba cualquier conversación. Un dato destacado por proveedores es el aumento en la calidad de equipamiento de audio para emisoras, exigido por los radiodifusores al momento de realizar adquisiciones. Los que podrían ser A pesar de las viscicitudes políticas legales y económicas, el sector demuestra madurez y crecimiento; evidenciando la vocación de ser mejores y luchando contra todo escollo con el objetivo de desarrollar la radiodifusión. Un hecho que queda evidenciado en los eventos de Caper y Cable, sorprendiendo a propios y ajenos. Porqué no imaginar sendos eventos denominados COMFER 97 y Congreso 97, en los que uno pudiera concurrir, hablar con los protagonistas (funcionarios y legisladores) y sorprenderse con los últimos avances en la materia poniendo nuestro país a un nivel de "competencia internacional". Qué atractivo sería visitar el stand de "funcionarios del COMFER" explicando las nuevas posibilidades en radiodifusión, o resolver en el stand de la CNC aquel viejo problema de interferencia. Ni hablar lo que sería visitar la "Expo Diputados" y conversar con legisladores apresurados por discutir en el recinto la nueva ley de radiodifusión. Ya sé que es una utopía, pero qué lindo sería. |