La comunicación enredada

En su exposición, agradeció la paz y la alegría con que se trabajó durante los tres días que duró el evento, y alentó a los presentes a seguir luchando sin temor a equivocarse. Luego de una introducción, se volcó de lleno al tema de su charla: "Nueva cultura y redes solidarias", que por otra parte, recibió marcado interés de parte de los asociados a la entidad que participaron de la Asamblea.

"Creo que hay que prepararse, estudiar y preguntar mucho; tenemos que dejarnos enseñar" dijo Bufarini.

Señaló, en primer lugar, que la Iglesia está tomando conciencia de lo que significa hoy la Comunicación, tan llena de necesidad y compromiso. Hacen falta cambios, renovación y rejuvenecimiento.

El religioso sugirió que para conformar una nueva cultura es necesario "enlazarnos en redes solidarias". La responsabilidad del profesional de la comunicación tiene que ser muy coherente y personalizada; estar abierto a todos.

"El comunicador encontrar palabras frescas para comunicar; no debemos ser profetas de la muerte sino de la vida. No podemos sumarnos a esta realidad actual postmoderna" dijo enérgicamente Bufarini, al tiempo que agregaba: "Ya todos sabemos que en esta época sobresale el individualismo, la relatividad y cada uno, empujado por esta corriente globalizada; hay tantas verdades como personas existen, y se relativiza todo".

En este postmoderno mundo actual se ha globalizado también lo comercial y lo comunicacional. Ha secularizado la relación con Dios; "nosotros debemos hacer reconciliar a la Iglesia y a nuestro Dios con la sociedad" sostuvo el Padre.

Y refiriéndose a la actitud que hay que tomar frente a esta situación, sugirió que "no podemos sumarnos a la desesperanza ni tampoco a la crítica no constructiva; hace falta vivir esta alegría de quien tiene que compartir algo y a la vez muchas cosas que aprender".

El gran desafío de la comunicación católica en vista del Jubileo del año 2000 es tratar de construir una sociedad donde entren todas las culturas y todo el mundo tenga participación. "No debemos excluir, como a veces hacen los multimedios poderosísimos, que orientan toda su artillería a grupos y sectorizan; la comunicación católica debe hacernos crear un mundo nuevo donde todos tengamos posibilidad de estar presentes y no haya excluidos" opinó Bufarini.

Asimismo, se refirió al neoliberalismo actual como filosofía de la exclusión, social, laboral, artística y cultural.

Otro gran desafío es recrear una nueva cultura de la vida, la esperanza, los valores. "Y en ella hay algo que me conmueve –dijo el presidente electo de ARCA- los comunicadores católicos tenemos la misión de hacer encontrar a la Iglesia con lo mejor que tenemos; nuestra tarea es hacer acercar la Iglesia a la gente".

Para finalizar, explicó el significado que para él tiene el térmnino comunicación: "mas que hacer referencia a la transmisión de ideas y palabras, tiene que ver con lo común, la comunidad, la comunión. Comunicarse es hacer al bien común, participar, compartir. Todo lo que podamos hacer o decir a través de los medios tiene que tender a la comunión, a la realización en común".

Y en cuanto a la función de la Iglesia: "no tiene que limitarse a dar misa, sino que debe ser una gran red que trata de comunicar a la gran familia de Dios. La catolicidad es universalidad, una globalización solidaria, hermanada por la gracia".

Y para lograr todo esto es prioritario capacitar a los comunicadores, dinamizar la red informática de la Iglesia, acceder al uso del satélite y las nuevas tecnologías, profundizar la educación crítica, lograr alta calidad y mayor competencia en la producción y coordinar con los mas diversos sectores de la sociedad una actitud ecuménica. Hoy no se puede ser ajeno al avance de las herramientas técnicas; hay que aprovecharlas en beneficio de los objeticos que se pretenden alcanzar.

Sin embargo, "no es sólo cuestión de unir tecnología; primero tenemos que enlazar vida en la Iglesia, entonces tendrá sentido la Red Satelital Buena Noticia, que vamos a impulsar y apoyar desde ARCA" adelantó el presbítero.