CAPER.jpg (7076 bytes)CAPER ’98 quedará en la historia por ser la
plataforma de prueba de la TV digital

Durante cuatro días, en Palermo, se realizó la esperada exposición de CAPER, organizada y realizada por la cámara del sector de la industria de radio, televisión, satélite y multimedia. Apoyaron la iniciativa casi noventa empresas y miles de profesionales del sector. Al cierre de las operaciones y al momento de hacer estas líneas -22 del actual- los organizadores no habían dado cifras de asistencia de público. Por impresión, se superaron los ocho mil visitantes del ’97. Realmente cuesta entender como un dato que parece relativamente fácil de obtener no haya estado disponible en tiempo y forma.

De todas formas, hubo un hecho trascendental que es imposible no destacar: Caper’98 marcó un paso histórico en la vida de la pantalla chica con las primeras pruebas en el país de la transmisión de TV digital .

Telefé y Canal 13 decidieron dar sus primeros pasos en esta nueva tecnología y eligieron como marco este evento, que cada año convoca a profesionales de nuestro país y el resto del mundo. Precisamente por ser gente del medio y entendida en el tema es que la decisión fue oportuna y cerca de diez mil personas pudieron ser testigos del comienzo de un nuevo futuro en la televisión. Sin embargo llamó la atención el hecho de que muchos de los visitantes –a pesar de su bagaje cultural y técnico- no notaran la dimensión de lo que sucedió en esos cuatro días. Sólo se maravillaron con la calidad de imagen y sonido, sin darse cuenta de que el televidente tendrá –además de la ventaja estética- nuevos servicios en su pantalla, como home banking, Internet, interactividad y otros.

Así como el paso del blanco y negro a color fue histórico en el desarrollo de este medio masivo, el traspaso de lo analógico a lo digital también lo es. Pero para ello se concrete, el país deberá decidir qué standard utilizará; en este caso, DVB o ATSC de origen europeo y norteamericano respectivamente.

Comitivas de ambas instituciones participaron de Caper’98 y realizaron demostraciones, además de dar todas las explicaciones y ventajas de cada uno.

Nada que envidiar

Un punto a favor de Caper’98 es que en los stands se exhibió toda la tecnología de punta. "No tiene nada que envidiarle a la NAB" dijeron muchos concurrentes calificados por sus viajes, aunque un gran número coincidió en que la expo de los fierros se perfila mas hacia el ámbito de la televisión y sus derivados en perjuicio de del sector de equipamiento para radios AM y FM.

Por otro lado, algunas de las empresas expositoras trajeron técnicos del exterior con el objetivo de hacer demostraciones prácticas de los equipos ofrecidos. Fue así como se montó un show dentro del show, haciendo que cada una de estas demostraciones convocaran gran cantidad de interesados, ávidos de empaparse de las nuevas ofertas del mercado.

Por estos tiempos, las ambiciones de los expositores no son las mismas que años atrás; las cosas cambiaron y esto llevó a un giro en la mentalidad comercial de quienes montan un stand en eventos como Caper.

Los visitantes ya no llevan sus chequeras y mucho menos efectivo, y los empresarios saben que lo más importante es causar una buena impresión, ofrecer buenos productos y servicios y dar la mejor información posible para poder concretar alguna operación en un futuro no muy lejano.

Por otra parte, los entendidos sostienen que la industria está pasando por un momento de quietud, y no está exenta de los golpes que provoca la economía mundial ni las inquietantes bajas de las Bolsas. Y la situación obliga a adaptarse a los tiempos que corren, por eso hay que aprovechar estas exposiciones para hacer nuevos contactos, saludar a los que ya son clientes de la casa y poner el mejor empeño para empezar a cosechar futuras ventas.

Fallas en la organización

La organización de Caper’98 –que se promociona como un evento de nivel internacional- tuvo algunas fisuras, tal vez mas que la expo del año pasado.

En este sentido se le puede reprochar a la Cámara organizadora el haberse dejado estar y no prestar atención a ciertos detalles sólo hasta último momento. Pero es cierto que en nuestro país hay una gran deficiencia de infraestructura en lo que respecta a la organización de eventos.

Es verdad también que la Rural alquila sus instalaciones en condiciones poco óptimas; ejemplo de ello fueron las goteras de las que el propio presidente de Caper –escribano de por medio- labró un acta, o el grupo electrógeno que no se pudo poner en funcionamiento el lunes 28, tras el corte de luz. La ubicación del predio donde se desarrolló toda la muestra tampoco gozó de buena ubicación, ya que había que recorrer un extenso pasillo para llegar a la puerta de acceso.

Pero hay aspectos que sí competen directamente a la dejadez de la entidad, como la impresión a último momento de los programas de workshops. "Es lamentable que a las charlas vayan sólo tres personas por falta de difusión" se quejó un observador. Bueno sería que los interesados pudieran conocer con antelación a la inauguración de la exposición los temas a tratarse en cada workshop y los horarios en los que se realizarán. Precisamente por no haber contado con dicha información hasta el segundo día, fue que muchas de las charlas estuvieron casi desiertas. Además, todo esto provocó molestias en los visitantes, ya que debían cruzar todo el predio para ponerse al tanto de dichas charlas, en vista de que el programa sólo podía leerse en la cartelera ubicada en la puerta de la sala dispuesta para tal fin. Otro de los colmos fue el hecho de que no hubo un circuito cerrado de difusión de las actividades. Es como para recordar el famoso dicho... «En casa de herrero, cuchillo de palo».

Pero de todo se aprende en la vida, y no dudamos que el año próximo estos detalles serán chequeados antes de abrir las puertas de Caper’99.