Entre lo bueno y lo malo

Al disponerse a armar este editorial es imposible no echar una mirada hacia atrás, abordando puntualmente algunos de los hechos transcurridos durante el año que se apaga. En el imperfecto balance encontramos paridad entre los acontecimientos beneficiosos y negativos para la actividad que nos ocupa.

Se confirmó algo de lo que se venía hablando desde hace algunas temporadas y que se decía iba a suceder y no pasaba: la crisis de los proveedores de señales por la abundancia existente en el mercado. El sector con peso de los operadores plantó bandera y decidió no seguir incorporando nuevas marcas ni aumentar los gastos en concepto de programación. Inclusive fue más allá y no cedió frente a las pretensiones de las cotizadas HBO y Cinemax de querer aumentar considerablemente el costo de sus emisiones. Cuesta creer que señales de tamaña aceptación no estén en las grillas a partir del primer día del ’99. Pero los operadores fueron terminantes y creen aguantar el chubasco frente a los abonados. El levantamiento de las señales de Imagen Satelital por parte del Grupo Vila, también fue otro punto de conflicto en la segunda mitad del año. Naturalmente que el panorama futuro para muchas señales de poca gravitación es cuanto menos comprometido dado que entraron en la racionalización.

Por el lado de las radios de frecuencia modulada, resultó auspiciosa la gestión desplegada desde la Secretaría de Comunicaciones, a través de su brazo técnico como es la CNC. Con diferencia de un par de meses, desde el edificio de Perú al 100 se despacharon nada menos que con dos planes técnicos: el de AM y FM, cubriendo así un vacío de larga data.

Nuevamente el Comité Federal de Radiodifusión pasó otro año con más pena que gloria. Sufrió las consecuencias de la adjudicación rara de Radio 10 al grupo comandado por el periodista Daniel Hadad. La FM News al asignársele la frecuencia -98.3-, también compartida por otras estaciones del Gran Buenos Aires acarreó conflictos judiciales por reclamos al COMFER. El propio interventor José Aiello manejó el asunto que aun no terminó y le trajo dolores de cabeza.

Siempre observando al organismo administrativo de la Radiodifusión, también este año le quedó la asignatura pendiente de la normalización de las radios de frecuencia modulada (FM) toda vez que no reglamentó el decreto 310. Ahora acaba de sumar más deuda con la salida del plan técnico de amplitud modulada (AM). Debe entender el COMFER que al tener resuelto la parte de ingeniería del espectro, no puede dilatar eternamente las normas que de una vez por todas normalicen las radios. Los tiempos no dan para más.