El ingeniero Jorge Curatella, responsable de la organización de los Premios ATVC ’99 a las mejores producciones de TV por cable y satélite de todo el país, está muy conforme con los resultados obtenidos: "este año -en la séptima edición de los galardones- recibimos 380 videos candidatos, producidos por 110 empresas; los nominados serán 166" contó a RTA.

Un hecho a destacar es que, de todos los géneros, el que más convocó fue el de interés general mientras que el que menos trabajos presentó fue el infantil.

"En general, la calidad de los programas es buena y el nivel de las grandes producciones mejoró, pero hay que tener bien claro que lo más importante para el jurado es la esencia de la producción, más allá de la imagen" aclaró Curatella, en vista de los pocos recursos con que cuentan los canales del interior del país. Por eso, es que se está pensando en la posibilidad de premiar la labor de los pequeños productores, que vienen trabajando desde hace varios años y aportando su granito de arena a la televisión por cable. "Es bueno reconocer el coraje y la constancia de quienes –con un gran esfuerzo- sacan adelante un buen producto con elementos mínimos" agregó el responsable de la organización de los Premios ATVC 99.

Los miembros del jurado -cuyo presidente es Eduardo Mignona- viajaron el primer fin de semana de este mes hasta las playas de San Bernardo, en la costa bonaerense, para seleccionar a quienes serán los afortunados ganadores.

"Es como un retiro espiritual" dijo Curatella antes de dejar la Capital Federal, aclarando que "tomamos la decisión de viajar 300 km. para que los celulares no desconcentren la atención de los miembros del jurado y que nadie pueda salir una hora a atender otros asuntos".

El lugar elegido para la entrega de los Premios ATVC es el recientemente remodelado Teatro Avenida, tras un derrumbe que dejó atrás años de historia argentina.

El domingo 25 de julio a las 17.00, la sala de la Avenida de Mayo se verá colmada de rostros expectantes y ánimos encendidos, esperando poder llevarse el preciado trofeo. Pero sólo serán unos pocos los que puedan cumplir con ese sueño. Después, cada uno retornará a su lugar de origen a hacer lo que mejor sabe: demostrar que con pocos recursos –como sucede en el interior del país- se puede producir programas del mejor nivel, en pos del enriquecimiento intelectual de los televidentes.