JORNADAS SOBRE EDUCACION Y TV CABLE

Los debates desnudaron una triste realidad

Que la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC) iniciara la exposición Cable ’99 con las sesiones sobre "Televisión, Cable y Educación" y que estas sostuvieran durante seis horas la atención de una audiencia que colmó la sala, resulta significativo y sintomático de la preocupación de todos los sectores por la educación en nuestro país.

La tarde del lunes comenzó en medio de una marea de más de un centenar de personas –entre docentes, cableoperadores y prensa– que se presentaron a las 14.00 con invitaciones especiales en la puerta del Auditorio para acreditarse y no lo abandonaron hasta avanzada la tarde.

Las Sesiones Académicas de Educación organizadas por Rénee Stuller de Lima -miembro del Comité Ejecutivo de ATVC y responsable del temario general- y la encargada de la realización, Laura Antoniazzo, estuvo conformada por tres debates. Comenzó con "La situación de la educación argentina", que contó con la presencia de Pedro Simoncini –presidente de Programas Santa Clara– , el secretario de la Academia Nacional de Educación, Alfredo Van Gelderen y Guillermo Etcheverry, doctor en medicina e investigador del CONICET.

En el debate se desarrollaron hipótesis y se mostraron cifras y datos que exhibieron sin tapujos al público la situación crítica que vive la sociedad argentina en relación a la educación. "La revolución educativa", proclamada por el presidente de la Nación Carlos Menem y que postularan la Ley Federal de Educación –y la de Educación Superior– así como la Ley de transferencia de escuelas nacionales, parece no haber podido revitalizar este sector y sacarlo de la crisis.

Van Gelderen realizó una clara exposición teórica y puso sobre el tapete un tema central: el pueblo argentino se ha acostumbrado –paradójicamente- al deterioro del sistema educativo en el marco de una sociedad que se desarrolla bajo el lema de la "acumulación del conocimiento". Este acostumbramiento –en palabras del secretario- ha sido "por omisión o ineficacia" y ha provocado una "brecha significativa e importante de la educación argentina con la sociedad contemporánea en sus exigencias de formaciones".

Muy lejos quedamos de aquel 1889 donde -en el marco del centenario de la Revolución Francesa- nuestro país era elogiado en París por "nuestros progresos escolares" que habían "sobrepasado poderosamente los esfuerzos del gobierno francés en educación".

De acuerdo a Van Gelderen, nuestra sociedad tiene en su haber cuatro tipos de pobrezas: una axiológica donde los valores, fines y propósitos han sido de escasos resultados; una material, sufrida por las instituciones educativas, conformando un cuadro desesperante. Esta insuficiencia material está marcada por bajos presupuestos y por el mal uso de los fondos nacionales y el crédito internacional.

La tercera pobreza mencionada fue la profesional. El secretario opinó: "los docentes argentinos tiene una deficiente formación" a lo que se suman condiciones de trabajo que no son las apropiadas. La última es la tecnológica, en la que no existen políticas educativas que contemplen las posibilidades de desarrollo y aplicación de la tecnología en las escuelas.

Alarmante deficiencia

En este contexto, Etcheverry centralizó su discurso en estadísticas y cifras, lo que resultó contundente a la hora de evidenciar las deficiencias educativas. El investigador coincidió con Van Gelderen al decir que "el tema de la educación no preocupa a la sociedad argentina ni a la dirigencia" lo que implica la urgente necesidad de resignificar la actividad docente e impulsar la calidad de la educación.

De acuerdo a encuestas efectuadas en Argentina, existe un alto nivel de conformidad de los padres con respecto a la educación de sus hijos que se relaciona con la crítica situación educativa. Sobre este tema Etcheverry aventuró una fuerte hipótesis: "la sociedad asume que el problema está afuera. El nuestro es el país de los huérfanos, porque esos que están por ahí no son reconocidos como hijos". Si bien no se ignora la existencia de la crisis, esa problemática se piensa como ajena. Sin embargo, cifras del último censo realizado entre estudiantes de quinto año de escuelas de gestión privada y pública -sobre la áreas de matemática y lengua- mostró un rendimiento de seis puntos sobre un base de diez. Al respecto, el investigador adujo que "cada vez queda menos gente que pueda entender claramente lo que lee; también se está perdiendo la habilidad de realizar operaciones sencillas".

Obligación social

El malestar en la educación -en tanto problemática cultural- afecta a todos los sectores, incluyendo los empresariales. En la actualidad, la educación formal no es el único estilo de enseñanza.

La industria del cable –en conjunto con la televisión abierta- tiene un gran potencial para la difusión del conocimiento. En la última década se han desarrollado diversos emprendimientos en esta materia.

En este sentido, Pedro Simoncini habló de la obligación social de la difusión del conocimiento a través de la pantalla: "forma parte de la responsabilidad de los operadores de los medios electrónicos que lo que se enseñe a diario sirva para mejorar la calidad de vida de millones de seres humanos", dijo el presidente de Programas Santa Clara.

Simoncini coincidió -además- con los demás expositores sobre la situación de gravedad que atraviesa el sistema educativo y lo atribuyó a "sectores influyentes de nuestra sociedad que parecen no haber percibido aún la profundidad de la crisis". Sin embargo la mencionada ineficacia de aquellos que conducen el país para priorizar políticas educativas que atiendan la calidad y excelencia no sólo afecta al ciudadano común, sino a la misma dirigencia política, según expresara Etche-verry. Seguidamente sostuvo que "sólo basta ver a los hijos de la clase dirigente para darse cuenta que la educación es algo no deseable".

La industria del cable en nuestro país ha asumido la responsabilidad de educar a través de los medios de comunicación audiovisuales, siempre en colaboración con los docentes e instituciones educativas del país. Simoncini habló de Educable, un proyecto de televisión educativa que se emite por TV Quality desde 1994. Este servicio trasmitió hasta el momento más de 3500 clases de nivel primario y medio sobre diversas temáticas, lo que incluye guías didácticas para los docentes.

Proyectos en cable

Salvador Ottobre -consultor educativo del Grupo Cisneros- participó en la realización de Educable junto a Simoncini y presentó otro proyecto llamado Cl@se, que se constituye como el primer canal pan-regional educativo no comercial.

La educación a distancia basada en la producción de programas televisivos fue el tema de otra de las conferencias organizadas por ATVC para esa jornada. Bajo el lema "Tecnologías aplicadas para educación y capacitación a distancia" se reunieron en un mismo panel Ottobre; Mirta Romay , directora de Formar; Hebe de Zumarán, del Programa UNSAT y Diego Castrillo, gerente general de TV Quality.

Los disertantes coincidieron en afirmar que la misión educativa de la pantalla chica es innegable y que -ajustados en las variantes de cada proyecto- está presente la necesidad de difundir programación de calidad como complemento de la educación formal, elaborando guías para docentes y estudiantes.

Cl@se está utilizando Internet para capacitar a distancia con las perspectivas que a fin de este año, doscientos millones de personas estarán conectados a la red de redes. Sin embargo, en nuestro país el énfasis está puesto en la televisión, a través de la cual se puede captar a una mayor audiencia y permite el acceso de todos los ciudadanos a la educación no-formal.

La agrupación Formar ha demostrado el impacto de la educación a distancia en Argentina; ya cuenta en su haber con cuarenta y cuatro mil alumnos y más de cien mil espectadores durante los fines de semana.

Esta avidez de conocimiento que impulsa la producción de programas educativos no está respaldada en nuestro país por normas gubernamentales: la llamada "ley de mecenazgo" está aún muy lejos de dictarse. Se trata de una ley "que debiera servir para promover y facilitar acciones filantrópicas en gran escala" como declaró Simoncini.

Estados Unidos y la educación

La situación que se planteó en el transcurso de la tarde, no es la misma que marca la realidad de los Estados Unidos. En 1996 el centro del debate norteamericano fue la televisión pública como medio de comunicación de gran impacto social: atendiendo a las necesidades de los chicos se dictó la "Regla de las Tres Horas" por la que los canales de televisión tuvieron la obligación legal de emitir tres horas semanales de contenido educativo orientado a los televidentes más pequeños.

Esta problemática estuvo presente en la disertación denominada "La experiencia del cable y la educación en Estados Unidos" que contó con la presencia de Marva Smalls -directora general de Nickelodeon- el vicepresidente de Marketing de Turner Learning, Mark Stevens y María Teresa Velasco, coordinadora del programa educativo de Discovery.

Si bien los proyectos norteamericanos no diferían radicalmente con los de nuestro país, la integración de las nuevas tecnologías en el sector de la educación formal y el amparo institucional que estos programas tienen en el país del norte, trasladaron a la audiencia a una realidad diferente.

Con el crecimiento de la violencia en ese país, las empresas de cable emprendieron un camino, que si bien no deja de lado el perfil comercial, intenta dar un servicio a la comunidad: "Discovery en la escuela" brinda una hora por día de programación de calidad y ofrece gratuitamente a las escuelas el uso de una videoteca por un año.

En relación a esta acción, Smalls comentó que se intenta dar "ayuda pro-social más allá del rol de entretenimientos de la empresa, lo que ya alcanzó a más de doce mil chicos". El trabajo de la productora de contenidos documentales intenta convertirlos en protagonistas a través de obras como "Ayuda a tu mundo", que impulsan acciones altruistas.

Otro tipo de emprendimiento lo desarrolla Turner Learning, llevando las noticias al aula a través de "CNN Newsroom". Asimismo, formó la primera oficina virtual –integrada por chicos- que recolecta información de todo el mundo a través de Internet.

El sector educativo y la industria del cable estuvieron juntos en esta intensa jornada y mostraron –lamentablemente- la crisis existente en este nivel. El hecho positivo a destacar es que se buscaron posibles salidas a la problemática tratada.

Los ejecutivos de las empresas que disertaron el pasado 26 de julio, dejaron en claro la voluntad de cooperación en pos de una resigni-ficación social de la educación. Simoncini expresó que "no sería lógico pretender que las medidas de envergadura que requiere el caso argentino quede como exclusiva responsabilidad del Estado; es indispensable una estrecha interacción y colaboración con el sector privado".