EDITORIAL

En la espera de un cambio de conducta

Cuando nos volvamos a encontrar el mes próximo no estarán las actuales autoridades del Comité Federal de Radiodifusión. Quedarán atrás diez años de gestión salpicada en muchos períodos por procederes difíciles de entender sin pensar en ilícitos de parte del organismo administrativo. No faltarán a la hora del repaso los actos de amiguismo político que se imprimió en todas las gestiones. El COMFER nunca pudo decir no a los pedidos de los políticos que transitan los carriles de la Radiodifusión. A su vez, estos hombres de la dirigencia -en casos- han tomado partido con algunas corporaciones de las comunicaciones y han salido a gestionar prontitud en la definición de trámites. Si el COMFER consiguió formar una mala imagen por actos fallidos, los políticos deberán hacer también un examen de conciencia y entonces llegarán a la triste conclusión de que se dejaron abrazar por las corporaciones. Esto quitó posibilidades a los que económicamente tienen menos disponibilidad y actuó, además, en perjuicio de la población y de la Radiodifusión en su conjunto.

Le cabe, entonces, a la nueva camada de hombres de la política que van a gobernar los destinos del país, un compromiso de no interceder malintencionadamente en la actividad regulatoria del COMFER. A su vez las autoridades que asuman el mes próximo la conducción del edificio de Suipacha 765 deben elevar la imagen actual y no aceptar presiones de ninguna índole ni procedencia. Deben, en definitiva, asumir un único compromiso y es con la Radiodifusión Argentina.