DECLARACIONES DEL DIRECTOR DE RADIO MUNICIPAL

"La privatización de la 710 fue un despojo"

Radio Municipal viene remando, desde hace varias décadas, para posicionarse como la emisora de los vecinos de la ciudad de Buenos Aires. Pero desde hace un par de años a esta parte le tocó traspasar distintas etapas –conflictivas, por cierto- como consecuencia de la privatización de la frecuencia 710 que le perteneciera hasta entonces.

La realidad muestra claramente que la FM Tango ya tiene un lugar firme entre su público, con una transmisión limpia, producto de un equipo nuevo y de una renovada antena. La emisora de amplitud modulada, por su parte, todavía tiene algunas batallas que ganar. Aunque Radio Municipal, hoy ubicada en el 1.110 del dial, va mejorando su estructura, su transmisión y va adaptando su programación a una audiencia más variada. Uno de los desafíos que se propuso su director, Héctor Lapadú, fue captar al público joven. Para ello puso en el aire el programa que conduce Quique Dupláa, "que es bien arriba, con todo lo que le gusta a las nuevas generaciones", como lo señalara el responsable de la radio.

"De lo que se trata es de hacer una mañana más distendida, diferente a las demás radios que ofrecen información que generalmente deprime. Ese es uno de los motivos por el que incorporamos al polémico Raúl Portal, de 9 a 12", contó Diego Rivarola –coordinador de producción- antes de que Lapadú se sumara a la charla.

Continuando con la grilla de la AM, Rivarola señaló: "Hay un ciclo dirigido a la mujer, y se mantiene uno de los clásicos de la emisora que es Carlos Rodari; La banca 61, que es de la Legislatura de la ciudad, amplió su temática a información general y espectáculos con Cecilia Laratro. Y se recuperó, en tira, el corazón de la radio que es el Teatro Colón. Se están poniendo en el aire las mejores grabaciones y en algunos casos, se transmite en directo".

Respecto del mantenimiento, cabe aclarar que la AM tiene una economía mixta: una parte la aporta el Gobierno de la Ciudad (costos operativos) y otra parte surge de la comercialización de espacios y de publicidad. "Tenemos un cuidado criterio del contenido de las producciones independientes", comentó el coordinador de producción.

Con una breve gestión, que arrancó en el mes de julio como consecuencia del fallecimiento de Rubén Machado, Lapadú ya consiguió concretar algunas de las metas estipuladas, como la inauguración del estudio de radio que lleva el nombre de su antecesor y la instalación del nuevo equipamiento, tras la licitación que ganó la empresa VEC. "Me siento muy conforme con todo lo que logramos hasta ahora; la tarea que nos encomendó en su momento Fernando de la Rúa -que era darle un giro a esta emisora que estaba tan mal y tan deteriorada- creo que se ha cumplido. Y es obra de todo el equipo que trabaja en la radio", expresó el director de la 1.110.

Una licitación muy criticada

La privatización de la AM 710, frecuencia que finalmente quedó en manos de Daniel Hadad y sus socios, provocó críticas desde distintos sectores. Pero la decisión del entonces presidente Menem no se modificó y Radio Municipal perdió su ubicación en el dial para pasar –después de ofertas varias- al 1.110. Como si esto fuera poco, hoy esa emisora pertenece a Emmis Broadcasting, empresa que tiene sede en Chicago.

"La sensación que me causa es de despojo. No es que nos hayan quitado algo a los funcionarios, porque la función pública es algo accidental, empieza y se termina. Es un despojo a los vecinos de la ciudad de Buenos Aires que tuvieron esta frecuencia por mas de 70 años. Es lamentable, porque es una falta de respeto y consideración a la gente porque no debía ser privatizada, sobre todo porque se vendió y encima ahora se pasó a manos extranjeras", dijo en tono de desacuerdo quien ocupa un despacho en el octavo piso de Sarmiento 1551.

Sobre la entrega de la frecuencia a Hadad, Lapadú señaló: "Este es el fin de un proceso lamentable que va a ser muy difícil revertir, porque se realizó en el marco de los parámetros que marca la legislación vigente. Esto motivó una reacción muy fuerte de parte nuestra y de los vecinos que se sumaron a este reclamo".

Machado, que en ese momento dirigía la emisora, temía (como le confesara a RTA) que la gente no acompañara el cambio. A estas alturas, Lapadú puede volver su mirada hacia atrás y hacer algunas apreciaciones al respecto: "La audiencia se sintió tan dolida con la sustracción de la 710 que siguió a nuestro lado, con todo lo que trajo aparejado porque hasta que se renovaron los equipos fue un período duro: era difícil ubicar la frecuencia y había zonas donde no se enganchaba". A la hora de definir a sus seguidores, dijo: "La audiencia de nuestra radio es muy particular, porque está latente pero en el silencio. Aunque en cuanto se tira un tema disparador, ahí se hace notar. Además recibimos muchas críticas, todas constructivas, porque la gente quiere mejorar su radio. Radio Municipal -a lo largo de sus 73 años de existencia- ha formado un sentimiento de pertenencia muy grande en quienes la escuchan".

Resumiéndolo en pocas palabras, puede decirse que "la mayoría de nuestros oyentes no asocia a la radio como que es del Gobierno de la ciudad, sino que para ellos es de su propiedad y eso multiplica nuestro esfuerzo", afirmó Lapadú. Posteriormente señaló que "esta tiene que ser una radio de servicio, que le brinde a la ciudad de Buenos Aires los servicios culturales, informativos, y de todo orden. Que el vecino sepa que a través de la radio, más allá de la música y del entretenimiento, va a encontrar todo lo que sucede en la ciudad", según el entender de quien dirige las dos emisoras que se encuentran bajo el ala protectora del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Un balance estatal

Respecto a las interferencias, el directivo contó que desde la misma radio se hizo un estudio –con la ayuda de la gente que llamaba para decir en qué lugares se escuchaba con dificultad o no llegaba la señal- como consecuencia del cual se ubicaron las emisoras que causaban estos problemas. En la gran mayoría de los casos se trataba de radios que carecían de la habilitación pertinente. "Hicimos las denuncias correspondientes ante la CNC y el COMFER, sin respuesta hasta ahora. Lo que pasa es que a este ente nacional y gubernamental le caben todas las de la ley. No funciona (N. de R.: estas declaraciones fueron realizadas días antes de la asunción de Fernando de la Rúa como presidente) porque en la Argentina no funciona el Estado. Tenemos un Estado desertor, incapaz de cumplir con sus obligaciones y el COMFER es uno de sus organismos".

Tampoco faltaron las opiniones sobre el proceso de normalización y la firma de licencias por parte de Aiello: "los permisos se entregaron como manotazo de ahogado, de parte de un gobierno que estaba en retirada y que ha manifestado una total incapacidad para el manejo del país. La apresurada firma de licencias fue una maniobra de tipo política para entregar radios a los amigos del poder. Esta cuestión debería estar supeditada a la normalización del Estado argentino, desde todo punto de vista. Me parece totalmente inoportuno. Hay que revisarlo", dijo en tono crítico.

Por otra parte, Lapadú opinó que se requiere de funcionarios honestos y que realicen su trabajo como debe ser, "lo que parece algo muy poco común por estos tiempos y en especial en nuestro país, cuando debería ser siempre así".