Conexiones clandestinas Allanan cableoperador trucho en José León Suárez
El lunes 30 de octubre, la Policía Federal allanó un inmueble en José León Suárez donde una presunta banda de delincuentes distribuía ilegalmente la señal de cable de Multicanal. El procedimiento se produjo por una investigación que se realizara en el marco de una causa penal iniciada por Multicanal luego de detectar la existencia de una red clandestina de 600 abonados que operaba con el nombre de “Cruz del Sur”, según informó la Asociación de Televisión por Cable. En el transcurso del allanamiento se pudo determinar que esta agrupación editaba y distribuía entre sus abonados una revista de programación mensual similar a la de la empresa controlada por el grupo Clarín. También se secuestraron equipos electrónicos para realizar conexiones, documentación, listados de los abonados, planos de redes y armas de fuego de grueso calibre. En este sentido ATVC expresa que el hecho demuestra “ que la peligrosidad de quienes incurren en estas prácticas no se reduce a la de una mera asociación ilícita. Se trata de bandas organizadas cuya entrada en los hogares de los vecinos entraña un peligro potencial al suscitar una ocasión para otros delitos”. Según la Asociación, el caso “es una nueva arista de inseguridad para la sociedad argentina, de la que no se tiene plena conciencia y que es la diversificación en el accionar de bandas de delincuentes hacia la distribución ilegal de servicios de cable”. Y agrega: “Se trata de un delito que perjudica no sólo a las empresas, en la pérdida de cuantiosas sumas de dinero, sino también a los abonados, que deben sufrir la falta de nitidez, interferencias, e incluso el corte de la señal, además de ser víctimas de engaños, como le ocurriera a los 600 de “Cruz del Sur”. En este sentido, Asociación Argentina de Televisión por Cable se comprometió a “no permanecer inactiva ante la sensación de impunidad reinante en la sociedad”. Además, confirma una vez más su tarea preventiva para advertir a la población sobre los riesgos a que se expone cuando acepta “la entrada en la intimidad de sus hogares a delincuentes que prometen el servicio a costos irrisorios por los que más tarde se paga un precio más alto: el de la seguridad”.