Hay 540 inscriptos en el censo

La demanda de TV abierta redobló las expectativas

Hace un mes, el Comfer estimaba que serían 250. Ahora se cree que habrá inversiones por 100 millones de pesos. Sólo el 20% de las solicitudes fue para las grandes ciudades.

Los interesados en operar un canal de televisión abierta en la Argentina superaron ampliamente las estimaciones que calculaban hace un mes los técnicos del Comfer y ya se vislumbra un escenario por demás promisorio para la expansión del sector en todo el país. Si bien en un principio se creía que alrededor de 250 personas se presentarían al censo (termina el 12 de marzo), datos preliminares que dio el organismo señalan que se redobló la apuesta: más de 540 interesados presentaron las planillas correspondientes para cerca de 280 localidades, de las cuales el 80% son pequeñas y medianas ciudades del interior. Las cifras finales de la demanda global para la instalación de una señal por aire se darán a conocer en la segunda quincena de marzo y se supone que las perspectivas de inversión y de creación de empleos también excedan los parámetros analizados. Ahora se cree que 100 millones de dólares será el monto que pequeñas, medianas y grandes empresas de comunicación destinarán para la apertura de sus próximos emprendimientos televisivos. Si se suma lo ya invertído alcanzarían los 200 millones y el blanqueo de gran cantidad de personal. Y para dar una idea del crecimiento, en febrero, con más de 110 inscriptos, el Comfer ya hablaba de un movimiento de negocios que rondaba los 50 millones y se admitía como posible que al menos 3 mil nuevos puestos de trabajo podrían ser iniciados en el corto plazo. “Entre los interesados -informó el Comfer- se encuentran algunos de los principales multimedios de la Capital Federal, como América TV, Arte Radiotelevisivo Argentino (Grupo Clarín), empresas vinculadas con la producción discográfica y la distribución de servicios de cable o la producción de equipamiento tecnológico”. También participaron del relevamiento grupos regionales de radiodifusión, entidades comunitarias y cooperativas, municipios, universidades y organizaciones de trabajadores del sector. Esta convocatoria al censo se inició en diciembre y ahora, con los datos en la mano, los técnicos de la Comisión Nacional de Comunicaciones comenzarán a trabajar en el tema para elaborar el Plan de Frecuencias: ordenar el caos del espectro y ver qué espacios quedan liberados para ser explotados. Para la entrega de la información correspondiente las empresas debieron detallar el lugar de explotación del servicio, frecuencia utilizada en el espectro radioeléctrico y potencia radiada. Además, la propuesta exigió la presentación de los contenidos de programación sugeridos, los antecedentes en materia de radiodifusión y la capacidad patrimonial de los mismos. La idea es aplicar estos datos para la concreción final del Plan Nacional de Televisión, un proyecto que el organismo de control tiene bajo la manga y espera sacar pronto, ya sea a través de una nueva ley de Radiodifusión o por un decreto de la Presidencia de la Nación, que ya está a punto de lanzarse. Tal como lo entendió Gustavo López en su momento, este proceso servirá para “que la TV abierta se desarrolle ampliamente en todo el país”. A lo que se suma una disposición especial por la cual se obliga a los licenciatarios a brindar todos los días una hora, antes de empezar la transmisión comercial, destinada al sistema educativo y cultural. Es decir que se debe garantizar al menos 12 horas de programación local. Una encuesta que realizó el Comfer (de la que se informa por separado) señaló que casi el 78% de la gente apoya la ampliación de canales y más del 70% cree conveniente la inclusión de más producción del lugar. El porqué del censo Si bien el Comfer dio una extensa explicación sobre porqué es importante el relevamiento, donde se incluyeron posturas de otros países y convenciones internacionales sobre libertad de prensa, lo cierto es que lo que más preocupa es la poca expansión que tiene la TV abierta en la Argentina. Según los datos, “sólo siete ciudades del país cuentan con más de una señal de televisión abierta”. “Ello determina –dice el organismo- que el acceso a la información la expresión plural en soporte televisivo en casi todo el país se vea limitado a quienes cuentan con abonos a servicios complementarios de televisión”. En virtud de esta situación, el Comité entiende una realidad donde predomina la “discriminación basada en criterios económicos que atenta contra los fundamentos del derecho a la información”. Es decir que ahora, como las previsiones de frecuencias de posible utilización son pocas debido a que son utilizadas por servicios complementarios, se espera recuperar espacios del espectro en UHF (canales 14 a 66) para redistribuirlos en favor de la TV abierta. El espectro caótico Cuando salió la resolución 1441, el Comfer informó que la CNC no estaba en condiciones de informar sobre las frecuencias que se encuentran disponibles y por eso era necesario el registro de estas para la realización de las llamadas concursales. En su momento se calificó como “incierta” a la actual ocupación y explotación del espectro, ya que se deduce “la existencia de emisoras que funcionan con resoluciones judiciales de las que se desconocen sus parámetros técnicos específicos, las autorizaciones precarias y las distintas medidas administrativas adoptadas...”. Por último, el organismo señaló que sería óptimo el orden de las disponibilidades de frecuencias “en virtud de la proximidad de la utilización de tecnologías de televisión satelital”.