Encuesta del Comfer

La gente del interior quiere más canales de aire

La presencia de la televisión en los hogares del interior del país tiene una significación diferente de la que existe en el Área Metropolitana. Así queda demostrado en una encuesta de 800 casos —realizada en el interior del país— que acaba de procesar la consultora de Eduardo Lauzan para el Comité Federal de Radiodifusión. Pese a que en Capital y Conurbano la oferta de información, entretenimiento y actividades es múltiple y compleja y en el interior esta disminuye considerablemente, no fue impedimento para que los televidentes sean fuertemente críticos de algunos aspectos centrales del mercado televisivo. Números que hablan Casi el 76 por ciento de la gente quiere que haya más canales abiertos en las provincias y que se aumente la producción de programas locales. En los hogares con un solo canal de aire, el porcentaje es aún mayor: el 82,1 reconoció que le gustaría una mayor oferta.

Se reclama también una televisión más seria y adulta, más centrada en propuestas culturales y educativas. El 82,3 % de los televidentes consideran a la televisión vacía de programas culturales, documentales y noticieros. Predomina una fuerte preocupación por la triología temática de sexo (21,7%), lenguaje grosero (21,6%) y violencia (20,4%). Si bien esto responde a lo que se podría considerar una característica cultural de poblaciones más tradicionales y estables, como las que pueblan buena parte de las provincias del interior, el fenómeno televisivo eminentemente “familiar” induce a una actitud más vigilante respecto de los contenidos. Las respuestas para saber en qué medida se respeta el Horario de Protección al Menor (HPM) fueron concluyentes: “nada” fue lo que respondió el 43,7 de la gente y “poco” el 44,9%. De ahí que se imponga la necesidad de generar algún mecanismo de control de contenidos. El 68% de los encuestados plantea que debe existir algún organismo de control y solo un 25% opina que los canales deben autorregularse. La composición de este organismo es tema de debate: la población se divide al opinar si debe ser exclusivamente estatal (33,6%), con participación del sector privado (14,5%) o mixto (44,3%).

Las soluciones están en marcha “Queremos actuar rápidamente para dar respuesta a esta demanda”, explicó el interventor del COMFER, Gustavo López. Estamos trabajando —agregó— en el proyecto de ley de radiodifusión que atiende cuestiones de fondo. Pero la idea es que de inmediato se pueda aumentar la oferta y abrir el juego a otros participantes. Por eso está a consideración del presidente Fernando de la Rúa el Plan Nacional de Televisión, que no sólo traerá más opciones sino que impulsará la producción local”. López dijo que la norma permitirá además que las organizaciones sin fines de lucro accedan a licencias de televisión y de radio, “una antigua demanda de ese sector, que hasta ahora no podía participar de los concursos”. El funcionario subrayó: “Los cambios que estamos proyectando son cualitativos y conceptuales.

La televisión abierta es un bien público, y debemos desarrollarlo y no frenarlo. Más opciones televisivas para la gente significa, también, más trabajo para artistas, técnicos y periodistas: se puede crear una industria audiovisual que compita con otros países latinoamericanos”. Un plan después de 18 años En el marco del Plan Nacional de Televisión —que reglamentará el funcionamiento de las redes de televisión abierta, tal como sucede en Europa y Estados Unidos—, el COMFER adjudicará a mediados de año nuevos canales de TV por aire en el interior del país, una vez que la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) elabore el plan técnico que servirá de base para el llamado a concurso.

El plan propuesto establece alternativas excluyentes: licencias nacionales, regionales y locales de TV. Para acceder a una licencia nacional, además de pagar los diez millones del pliego, el canal debe cumplir los siguientes requisitos: 50 por ciento de producción propia, 60 de producción nacional, y un mínimo de diez horas semanales de ficción. También debe asegurar que sus repetidoras produzcan un porcentaje de programación local. Sólo siete ciudades tienen más de un canal de TV abierta: Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Tucumán, Mendoza, Bahía Blanca y Mar del Plata. En cambio, hay trece provincias que sólo disponen de un canal estatal: Formosa, Salta, Chaco, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Luis, La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Y una provincia, Catamarca, ni siquiera tiene un canal: sus habitantes sólo pueden ver la señal que emite una emisora cordobesa. «Esa realidad se corresponde —agregó el funcionario— con un Estado que, a causa de la llamada Doctrina de la Seguridad Nacional, se reservaba para sí muchísimas frecuencias.

Hoy es impensable ese modelo cerrado. Creo que es un disparate que después de 18 años de democracia todavía no tengamos una nueva ley de radiodifusión”.

López concluyó que “el objetivo del plan nacional de televisión es fomentar la producción nacional y regional, alentar la producción de programas de ficción y garantizar la pluralidad y la libertad de expresión, ofreciendo más opciones de contenidos a los que tienen menos alternativas”.