Es la primera provincia que regulariza su situación. Pero igual quedan radiodifusores no legalizados, que deberán inscribirse dentro de 60 días. Gustavo López fue crítico con la situación y espera que los municipios no habiliten radios sin licencia del Comfer.
Con la entrega de 17 licencias a radios FM en
Ushuaia y Río Grande, el Comfer convirtió a Tierra del Fuego en la primera
provincia que logra normalizar la situación de su espectro radiofónico.
Entre el 29 y 30 de marzo, el titular del
organismo, Gustavo López, visitó la región más austral del país y tomó contacto
directo con la realidad de los radiodifusores, a los que recomendó mantenerse
siempre “en estado de legalidad”.
Pero si bien ahora la provincia logró superar el
test que impuso el Plan de Normalización, aún quedan radiodifusores que no se
presentaron para regularizar su situación. Para ellos, el Comfer habilitó 60
días con el fin de que puedan inscribirse y quedar habilitados para participar
en el proceso licitatorio, lo que se entiende como la última oportunidad de
tener una radio legalmente constituida y en el aire.
Además, el interventor comentó que es casi un hecho
la sanción de un decreto de adhesión para todos los municipios que los
obligaría a solicitar la licencia para dar la habilitación municipal a una
emisora.
“De esta manera –comentó López- implica un
beneficio para la estabilidad de los trabajadores y para el desarrollo de la
actividad comercial. No nos olvidemos que ahora los radiodifusores tienen una
licencia por 8 años con 4 de prórroga automática”.
Todas estas medidas fueron anunciadas por el número
1 del organismo, quien hizo entrega de las frecuencias junto al gobernador
fueguino, Carlos Manfredotti, en un acto realizado en el Salón Blanco de la
casa gubernamental.
“Para el gobierno nacional es un honor estar en
este acto porque se demoró casi 11 años, desde la aparición de las FM hasta
ahora, en su función de administrar, es decir su obligación de darle a cada uno
lo que corresponde a través de las leyes”, deslizó López.
Para el Comfer, este nuevo paso en torno a la normalización debe ser entendido como un “reacomodamiento definitivo”, ya que “no existe la posibilidad de desarrollo de la radiodifusión fuera de la ley. Primero por una cuestión técnica, ya que todos se podrían estar interfiriendo entre sí. Y segundo por una cuestión estrictamente de justicia entre aquellos que hacen las cosas de manera legal y los que no”, confió el titular del Comité.
En tanto, informó que este tipo de entrega se irán realizando “en todas las zonas no conflictivas, donde los estudios técnicos indiquen que es posible satisfacer el total de la demanda”. Para los casos de gran caos espectral, el Comfer aún espera hacerle frente sólo si se concreta el giro de una partida presupuestaria extra que parece demorarse cada vez más.
Empezar al revés
“No partimos de la situación ideal, sino de una con
grandes dificultades”, contestó López a los periodistas en la conferencia de
prensa que dio en Río Grande, ciudad donde se realizó la entrega de diez
frecuencias.
En realidad, el Comfer entiende que lo óptimo
hubiese sido planificar las necesidades de frecuencias, pero no fue posible
porque partió de una situación en donde las radios ya estaban instaladas y son
anteriores a cualquier posibilidad de darlas legalmente.
“En vez de planificar cuántas radios por habitantes
tiene que haber, acá nos encontramos con que las radios ya existen. Por eso
tenemos que legalizar la situación y después dependerá la estrategia
comunicacional de cada uno para seguir adelante o no.”, expresó López.
Asimismo, instó a los radiodifusores que no estén en condiciones a unirse entre varios y formar un solo grupo que aspire a una emisora. “La realidad es que no van a poder estar en el aire porque no van a dar los parámetros técnicos”, dijo.
De esta manera, todo aquel que espera tener una
emisora en el Sur, deberá inscribirse para participar de las licitaciones. Y si
venció el plazo y existen radios que no se anotaron, el paso siguiente será
declararla clandestina y decomisarla.
El que quiere tener una radio debe preinscribirse
en esta convocatoria de 60 días, que es gratuita. Al parecer, es al solo efecto
de saber quién quiere radio y para qué lugar. Elaborado el plan técnico, para
saber si las adjudicaciones van a ser a demanda o por concurso, se publicita el
pliego que deberán comprar y luego presentar la carpeta técnica para que
después se realice la adjudicación.
De no haber lugar para todos y tener que llamar a concurso, el beneficio del que tenía PPP del que no lo tiene es que le sirve como antecedente favorable. La idea del Comfer es que, vencidos los 60 días, se llame a concurso inmediatamente. “Creemos que en seis meses se puede se puede completar la etapa”, adelantó López.
Por último, el jefe del organismo puso en funciones
al delegado en Tierra del Fuego, Jorge Maura, el que deberá actuar como
fiscalizador e inspector de la situación de la zona, a la vez de atender las
necesidades de los radiodifusores.
“Tenemos que habilitar la legitimación activa, es
decir que sea el propio radiodifusor adjudicado, el que tenga la legitimación
ante la justicia para pedir el cierre de una radio ilegal. Es importante abrir
esta posibilidad al particular damnificado”, concluyó López en su visita al
territorio fueguino.
El titular del Comfer, Gustavo López, hizo una
clara referencia a porqué la realidad de la radiofonía en la Argentina está en
caos y no ocultó derivar el conflicto hacia el propio Estado nacional con un
mensaje muy crítico a los que gobernaron el país desde el inicio de la
democracia.
“Los distintos gobiernos entendieron que quizás era
mejor guardar las frecuencias para sí sin comprender que la comunicación es un
derecho humano básico. Cuando el Estado no cumplió con su papel de
administrador y no entregó frecuencias de radios, la sociedad igualmente tuvo
necesidad de comunicarse. Desde comienzos de la década del 80 fue ocupando
espacio a la par de los avances tecnológicos”.
“Por eso hoy nos encontramos con una situación a veces
de saturación de espectro, de interferencias, de incomodidades. Y básicamente,
aquellos que durante 15 años ejercieron la profesión de radiodifusor, no tuvieron
la posibilidad de legalizar su actividad. Estoy muy contento porque después
de 20 años estamos reparando algo que se debería haber hecho a comienzos de
la democracia”, puntualizó.