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Los grandes de la TV digital volvieron a cruzarse en CAPER
El debate sobre el cambio digital encontró otra vez a los principales referentes envueltos en un duro cruce de acusaciones mutuas. Mientras ATSC todavía siente necesidad de reafirmar las ventajas de la norma, DVB recurre a la consolidación mundial como muestra de su potencial. Y los broadcasters locales, luego de un año lleno de pruebas y evaluaciones, aún mantienen cautela. Por lo menos la necesidad de una televisióndigital masiva, popular y abierta aún no tiene adversarios. El desarrollo de la industria a nivel local, fuera de agenda
Un grupo de especialistas explicó las ventajas comerciales y técnicas de la adopción. Desmerecieron las aplicaciones del estándar europeo y el modelo de negocios que generaría la DTV móvil, el punto flojo de ATSC. El panorama en Estados Unidos y una actitud desafiante a cualquier cambio que pueda producir la Argentina sellaron su presentación en Buenos Aires
Una “troupe” de destacados especialistas norteamericanos en televisión digital, encabezados por Robert Graves, titular del Advance Televisión System Committee (ATSC), llegó al país en el marco de la décima exposición de Caper para convencer a los argentinos sobre las ventajas de mantener la norma en pos del cambio digital. El equipo, que incluyó a ingenieros de la FCC, programadores y proveedores de equipamiento, coincidió en destacar que “sólo con ATSC los países americanos se beneficiarán en un mercado hemisférico”. Si bien la Argentina se decidió por esta norma en 1998, en medio de innumerables cuestionamientos por su apresuramiento y otros de índole técnico, aún los dirigentes de Estados Unidos buscan la manera de persuadir sobre el peligro de un cambio en el rumbo que imprimió el ex secretario de Comunicaciones, Germán Kammerath. Distendido pero a la vez muy tajante, el líder de Zenith Electronics, John Taylor, dijo en exclusiva a R&TA que de concretarse el traslado a otras normas (DVB o ISDB) la Argentina “se convertiría en una isla al igual que Brasil”. Y aclaró, para despejar cualquier tipo de dudas, que nuestro país “es tan socio de Estados Unidos como de Brasil”, al ser consultado sobre la posición actual del Gobierno, que esperará una decisión del país vecino en torno a la elección definitiva de la norma digital. Así, la Argentina aparece en el escenario de la ATSC como un aliado que no moverá su postura. Pero también cada uno de los propulsores americanos sabe en el fondo que todavía hay mucho por conquistar. Y a eso se dedicaron en el IV seminario Internacional organizado por CAPER en Costa Salguero. La opción lógica ATSC volvió a expresar a través de sus disertantes –también hablaron con los medios en un encuentro en el Hotel Hilton- que la norma americana es la “opción lógica para la integración americana”. Entre los puntos más salientes de sus justificaciones, aparecen: Equipos en 6 Mhz, como en el resto de los países americanos. El DVB europeo aparece en este formato pero son predominantemente diseñados en 8Mhz. Mejores oportunidades de exportación para los fabricantes latinos. Se creará un mercado de 800 millones de personas: beneficios para consumidores, emisoras y gobiernos; más inversión y desarrollo y disposición de una amplia gama de productos a precios más bajos. Servicios innovadores de transmisión de datos e interactivos Beneficios en la contratación de programación: la Argentina es consumidora de productos norteamericanos a gran escala para su televisión. Asimismo, los directivos destacaron otras ventajas que reviste la utilización del sistema en Latinoamérica, acercándolo a la realidad económica que impera en gran parte de sus miembros. A partir de la enorme capacidad de transmisión de datos, ATSC cree que la TV digital abierta será un medio eficaz “para el acceso a la información de hogares carentes” y llevará servicios a personas “que tal vez nunca tendrán computadoras”. Por otro lado, el grupo volvió a destacar la aplicación de alta definición como valor significativo frente al sistema europeo, “que no lo ofrece”, dijeron en el seminario. Al parecer, la ventaja para los países que opten por ATSC radicaría en la posibilidad de empezar las trasmisiones en estándar y pasar definición alta sin inconvenientes. En cuanto al sistema de transmisión VSB, los americanos sostienen que “proporciona mayor cobertura; menos interferencia en las transmisiones existentes de TV analógica; proporciona mayores asignaciones de canales; es más inmune a los ruidos impulsivos y mejora la utilización del espectro”. A estas especificaciones, ATSC suma el sistema de audio multicanal dolby digital, el AC-3 con calidad de sonido de CD, que ahora el sistema europeo puede incluirlo. Tampoco quedaron fuera de tratamiento la amplia gama de servicios como el datacasting, que consiste en aprovechar el flujo de bits para distribuir datos, entre ellos Internet. Además, ATSC garantiza la interactividad entre la televisión y la computadora en el futuro de la programación. Cobertura, flexibilidad y aplicación móvil Entre los puntos más destacados sobre la extensión de la cobertura geográfica y sus aplicaciones flexibles, los líderes de la ATSC señalaron: El sistema COFDM tiene menor área de servicio geográfico: esto dificulta la llegada en países grandes como la Argentina e imposibilita la llegada a segmentos más pobres, que son quienes más confían en la TV abierta. EL CODM requiere más del doble de potencia para alcanzar la cobertura del VSB americano: causaría más interferencias en el servicio analógico y menos espacio para canales digitales. Por eso ATSC reconoce que su nivel de potencia facilita la utilización del espectro para asignación de canales, mejora el servicio en áreas rurales y la recepción en interiores. Entre las aplicaciones flexibles, ATSC rescata la gama de servicios, que van desde la alta definición a servicios interactivos. Y toma como ventaja para los países con 6 Mhz, la no disponibilidad de más ancho de banda para proporcionar más protección contra errores, algo que requiere el COFDM. “Las aplicaciones flexibles del sistema permiten que se exploren mejoras en cuanto a modos de transmisión más robustos que soporten la TV móvil”, declararon los técnicos durante el seminario con la idea de despejar dudas sobre la inutilidad del ATSC para este modelo de negocios. Si bien reconocen la existencia de “un creciente interés de algunas emisoras por los servicios móviles”, los representantes americanos desmerecieron este mercado en relación a su potencial crecimiento. Y en un marco contradictorio, aseguraron que terminarán de definir su aplicación a ATSC para mediados de 2002. Dijeron que el servicio móvil “reduce la tasa de datos transmitida; exige una arquitectura diferente con impacto en los costos de emisoras; sacrifica calidad y cantidad de servicios y compromete la entrega de TV abierta; recepción no viable cerca de edificios; problemas ambientales y competencia desleal con otros proveedores terrestres”. Pero igual lo podrán en práctica. De casa al mundo Por último, el grupo destacó el avance de la TV digital en Estados Unidos, donde existen 210 estaciones transmitiendo: cubren el 70% de los hogares en 71 mercados potenciales. Además, los fabricantes ya desarrollaron 256 modelos de monitores y 24 de set top boxes, los que experimentaron una baja en los precios del 50% en los últimos dos años. La TV digital generó en los Estados Unidos 243 millones de dólares en inversiones y aumentará las ventas en un 95%, con un crecimiento del 2 al 3% mensual. La venta de televisores en 2001 superó el millón de unidades. Antes, con el cambio de la TV color, llevó 10 años llegar a esa cifra. Se cree que para 2004 habrá más de 4 millones de televisores. Y los precios bajarían hasta un 50% en dos años, casi hasta llegar a igualar a uno analógico con el tiempo. Para dejar en claro sobre qué panorama se mueven dentro del mundo, el equipo mostró de qué manera ATSC se consolida: en un cuadro se observó que sólo la Argentina es el país que optó la norma. El resto decía así: “Canadá lanzará servicios de TV digital; México efectúa transmisiones experimentales; Corea comenzará este año; Filipinas optará lógicamente por la norma y China ya la está utilizando”. Se olvidaron que este país jamás adoptó ATSC por desarrollar su propia norma. Evitaron referirse a la pérdida de Taiwán y relativizaron la justificación argentina sobre este punto para elegir la norma.
“Argentina no tiene por qué revisar la norma“
John Taylor, en el Hilton Hotel |
El experimentado líder de la TV digital estadounidense habló en exclusiva con R&TA sobre algunas cuestiones políticas y de mercado que implica la adopción final de la norma. ¿Qué piensa de la decisión del gobierno argentino de revisar la elección de la norma? Nosotros creemos que no debe ser revisada; no hay un por qué. Pero si se analiza nuevamente el tema, el secretario de comunicaciones va a elegir nuevamente ATSC. Sólo ATSC puede cubrir una mayor área a un costo menor. ¿Y cómo está tan seguro? Las decisiones de Argentina se basaron sobre una serie de datos y test que durante 12 años se hicieron en Estados Unidos. Hay muchos errores fundamentales en la concepción que tienen algunas personas sobre las dificultades del ATSC. Y DVB aprovecha esta situación. Usted dice que DVB sólo resalta los problemas, pero ustedes también... El hecho es que la primera implementación de esto hace dos años atrás en los Estados Unidos tenía algunos ocasionales problemas de recepción, pero la transición está siendo muy rápida y esos problemas quedaron en el pasado. ¿Por qué ATSC para la Argentina? No hay norma mejor para la Argentina por tener los 6 Mhz y pueden compartir programación con los Estados Unidos. Pensamos que Brasil tiene buenas razones para elegir ATSC, pero si ellos no lo eligen, nosotros creemos que va a convertirse en una isla como el PALN en el mundo digital. Pero esto le va a hacer daño a Brasil. El resto de Sudamérica no tiene porqué correr con este riesgo para siempre. Lo que sucede, por cercanía comercial y societaria a nivel Mercosur, es que la Argentina esperaría una decisión de Brasil Si, ustedes son socios de Brasil, pero también son socios de los Estados Unidos.
Desafió las acusaciones de sus adversarios americanos con el peso de su presencia a nivel mundial. Volvió a desmerecer la alta definición y aseguró que un sistema debe tener la opción móvil a futuro. El mercado de equipos a bajo costo será el éxito del cambio digital integrado e interactivo
Peter Marshall y John Bigeni |
John Bigeni y Peter Marshall, los líderes británicos del sistema Digital Video Broadcasting (DVB), concentraron su mensaje a los asistentes del Seminario de TV digital de Caper con un tono alejado del estilo persuasivo que imprimieron sus adversarios americanos. “No venimos a decirles que elijan nuestra norma, estamos acá para mostrar los resultados de nuestra trayectoria alrededor del mundo”, dijeron. En realidad, los especialistas se mostraron “ofendidos por las acusaciones infundadas sobre el sistema” que realizaron un día antes los integrantes de ATSC. Y a la par de comentar los beneficios de la norma, no dejaron lugar a dudas sobre las prestaciones del DVB para cualquier modelo de negocios. Peter Marshall, director técnico de Digital TV Group (DTG), una asociación de 100 compañías tecnológicas promotoras del sistema europeo, distinguió una serie de puntos básicos al momento de pensar en el desarrollo digital. “Deberá crear una propuesta para el consumidor, un plan de negocios, maximizar las ventajas únicas y promover un mercado horizontal a la medida de la gente”, sintetizó. En este sentido, la DTG aspira al crecimiento de “una televisión digital terrestre integrada con el cable y el satélite, con quienes compite cabeza a cabeza desde hace dos años y medio y que sea interactiva y accesible a la mayor cantidad posible de personas”. Por eso es que sostuvo como un hecho “la falta de interés en Europa por la alta definición” que promueve el sistema americano. El directivo cree que este modelo “encarece los costos y el producto no se hace atractivo a la mayoría”. Defensa e integración En la necesidad de focalizar las cuestiones críticas que despertó la postura de ATSC, Bigeni cree que “no existe necesidad en el mundo de alta definición porque nadie la va a poder pagar. Igual DVB puede proveerla a través de la modulación jerárquica, pero tiene que ver con el esquema empresarial de cada país, y en Europa no es necesaria”. El ejecutivo también deslizó que la elección de alta definición a veces tiene que ver “con la necesidad de ocupar al máximo el ancho de banda posible y acaparar espectro, cuestiones que no tienen nada que ver con el interés del televidente”, expresó. Así, defendió el sistema de red de frecuencia única (single frecuency network) que mantiene DVB como una solución “que permite la eficiencia del espectro y evita el caos que enfrentan hoy los gobiernos en pos de su planificación”. Bigeni cree que no hay necesidad de “presionar e insistir” para la adopción de la norma como “hacen los americanos en vistas de su fracaso a nivel mundial”. El considera que la “madurez tecnológica producto de la experiencia en más de 50 países es más que suficiente para convencerse”. “Nuestros receptores –dijo- se comercializan a bajo costo en una economía a gran escala que EE.UU. no tiene porque sólo vendieron entre 50 y 100 mil televisores frente a más de 1 millón y medio que tenemos en Inglaterra”. Para los seguidores de DVB, el éxito del servicio estará garantizado si la gente compra los receptores con un costo bajo, como lo es hoy el de los modelos de definición estándar promovidos. Respecto de este punto, Marshall reconoció que “ser la primera experiencia de TV digital en el mundo nos advirtió sobre la necesidad de planificar los nuevos servicios acorde con la posibilidad de financiar los proyectos”. Es decir que “el primer paso para el arraigo del modelo digital en un país radicaría en ver los costos por televidente, a quienes DVB se encargó de educar para la compra de los productos”, sostuvo. Con 80 sitios de transmisión a través de 6 redes digitales coexistentes con las analógicas, la TV digital cubre el 80% del territorio británico, donde en dos años y medio de permanencia, más de 1.500.000 televidentes optaron por la calidad de DVB. Ancho de banda y flexibilidad “Me enojó mucho lo que dijo ATSC sobre la ventaja de su sistema de 4 a 1 en cuanto a la potencia, porque es uno de los tantos datos erróneos que quieren imponer por el evidente fracaso”, calificó Bigeni. “No sólo nuestra norma carece de problemas con la potencia, sino que es verdaderamente un sistema flexible a todas las aplicaciones de servicios interactivos que demanda el futuro”, aclaró. Si bien reconoció que al momento de la elección pesan factores como los comerciales, políticos, técnicos y de entorno socio-cultural, “ningún país puede desconocer que DVB apuesta al futuro de la TV móvil, algo que ATSC aún critica pero lo piensa desarrollar. Ellos saben de la rigidez de su norma, que no puede recibir señal al cambiar de lugar”, dijo el directivo. Para él, un sistema debe durar al menos 50 años, por lo que “no hay que cerrar las puertas a las innovaciones que ya se están planeando en el contexto de la TV no terrestre. Y más si se tiene en cuenta que competimos con el cable y satélite, imposibilitados de implementarla”, anunció. Por último, Bigeni dijo que es “un error” considerar que DVB no puede trabajar en 6 Mhz para países como la Argentina. “Es inherente a la norma y da ventajas en el intervalo de guardia, haciendo más larga la señal e incluso generando una mejor relación de carga que en Europa”, advirtió. El ejecutivo reconoció que no “existe aumento de costo alguno en cambiar de 8Mhz (sistema europeo) a 6Mhz”. Dijo que ya existe equipamiento a nivel comercial de bajo costo que se puede conectar a los monitores existentes.
“Los americanos engañan con sus propios fracasos”
“Este es el único receptor que pasa TV digital en serio dentro de Caper. Porque los aparatos de alta definición que muestra ATSC no están recibiendo la señal a través de una transmisión aérea como el nuestro; están conectados a un tape que sólo muestra una linda imagen”. Así arremetió John Bigeni contra los embates de los americanos en diálogo con R&TA. “Siempre lanzan conclusiones engañosas porque saben de sus propios fracasos”, amplió indignado pero sereno el británico más popular de la TV digital europea. ATSC justifica la elección del sistema, entre otros puntos, por las posibilidades de intercambio en términos de programación... El sistema de transmisión es independiente a la programación que se utiliza. Cualquier programación se puede adaptar al DVB. El 50 por ciento de la programación en Australia es proveniente de los Estados Unidos, pero eso no nos impide entrar con nuestro sistema DVB de transmisión. O sea que no tiene nada que ver la relación de intenso consumo que mantiene la Argentina con EE.UU. en materia de contenidos? No, es siempre un engaño para conquistar lo que el sistema no puede. No hay que olvidarse que incluso dentro de los Estados Unidos hubo dificultades en la introducción del sistema. En Estados Unidos el primer sistema fue introducido en noviembre de 1998, al mismo tiempo que en gran Bretaña. Ahora hay casi 1.500.000 de receptores en nuestro país, mientras que en Estados Unidos –donde hay cerca de 280 millones de habitantes- los receptores son apenas entre 50.000 y 100.000. Lo que se dijo aquí es que se vendieron cerca de 1.000.000 de receptores. Lo que no se dijo es que en realidad son para DVD. En una primera lectura lo que puedo ver es que en todos los países que han probado los distintos sistemas, casi todos les ha resultado mejor el DVB y no escuché que a ninguno le haya elegido ATSC. Verdaderamente no son muchos los países que eligieron ATSC y ahora todos están revisando esa situación. Tal es el caso de Taiwán Taiwan fue uno de los primeros países en elegir ATSC y Argentina, por escuchar la decisión del país asiático, también se sumó a la norma norteamericana. Y ahora Taiwan lo cambió. ¿Qué es lo que convence del sistema europeo? Creo que lo único que se puede juzgar es la evidencia. La gente puede venir acá y decir lo que quiera, pero sólo se puede ver la evidencia: de que todo el mundo está introduciendo DVB. El japonés también es muy buen sistema en lo técnico, pero inmaduro. ¿Qué pasaría en la Argentina si continúa la elección actual? Argentina terminaría en la misma posición en la que está Estados Unidos en este momento si elige ATSC. Porque si el sistema no funciona la gente no va a comprar aparatos. Y si la gente no compra aparatos, los radiodifusores quebrarán. La política en la Argentina creo que está siendo revisada. Y no veo que sea la decisión final la optada por el sistema ATSC.
Los especialistas locales, entre el alineamiento y la cautela
Ing. César Gerbasi, de Canal 7 |
Mientras unos se muestran muy ligados al modelo de negocios americano, otros se dedican a someter a prueba los sistemas y ver qué implicancias tendrán para el desarrollo de la TV digital en la Argentina. 2001 encontró a los broadcasters locales con más resultados que dudas, pero aún pocos se atreven a recomendar uno de los estándares. Así transcurrió la primera jornada de experiencias vernáculas en el IV Seminario Internacional desarrollado en Caper, entre algunas discusiones y más desafíos para el compromiso del país con el cambio digital. En este contexto, el ingeniero Roberto Lauro, de Canal 9 Mendoza, comentó las pruebas y buscó despegarse de una eventual cercanía o preferencia con el sistema DVB. Y su colega César Gerbasi, director de ingeniería de Canal 7 Argentina, se mostró dispuesto a experimentar todo lo que esté a su alcance, una postura que no compartió el consultor independiente Carlos Guidobono, el especialista más ligado a los preceptos americanos que siempre despierta algún entredicho con sus pares. Pero más allá de algunos cruces que siempre favorecen a despejar dudas y consolidan el empeño local por buscar el mejor sistema, lo cierto que es nadie pudo negar la necesidad de una televisión digital que interactúe con el cable y sea a la vez acorde con el concepto de abierta, gratuita, masiva y popular, tal como se concibe en la Argentina. Luego de explicar cómo habían sido los resultados de las experiencias técnicas en los sistemas DVB y ATSC en Mendoza, Lauro destacó la grandes inversiones e infraestructura y equipamiento que destinó para la TV digital. “No somos partidarios del DVB –aclaró el ingeniero- decimos solamente que es un sistema que debe ser probado y que a nuestro juicio cumple con las condiciones para la TV abierta de la región”. Además, explicó que el sistema regional “debe poder transmitir alta definición”, algo que las pruebas confirmaron tanto para ATSC (se descartaba esta opción por ser inherente a la norma) como para DVB, que debió sortear la acusación de no poder brindarla. “También pensamos –dijo Lauro- es que su penetración debe seguir las reglas del mercado y no ser impuesta”. El especialista mendocino realizó extensas pruebas en DVB para confirmar la aplicabilidad del estándar y, tal como se informó oportunamente en estas páginas, los resultados fueron positivos, tanto para transmisión terrestre como para móvil. Ahora, con las conclusiones en la mano, el directivo sostuvo que el sistema a optar por la Argentina “debe poder trasmitir 50 o 60 hz de frecuencia de campo indistintamente para poder realizar la migración” en el momento oportuno. Sin embargo, y a pesar de haber concretado las ensayos en ambos estándares, Lauro diferenció: “deben hacerse pruebas igualitarias y científicas, algo que hasta ahora no es posible mientras siga vigente la resolución 2357/98 porque evidentemente no serían en condiciones de igualdad”. Hablaba de la decisión local por el ATSC, tomada por el gobierno anterior y que aún genera controversias. Por su parte, el ingeniero César Gerbasi, comentó los alcances de sus demostraciones con el DVB y anunció el inminente inicio de los testeos que harán con el estándar ATSC. “Quiero probar todo”, dijo el directivo, con la idea fija en la necesidad de demostrar qué conviene a la Argentina sobre la base de los resultados. “Porque si todavía se habla de una elección apresurada y sin pruebas que la contengan, es elemental conocer a qué nos enfrentamos”, apuntó con el deseo puesto de manifiesto para que finalmente esta adopción oficial sea revisada, no por el sistema en sí, sino por las consecuencias que derivó una justificación infundada. Desde la frecuencia 8 cedida por Azul Televisión y con instrumental prestado por firmas como Ditel y Rhode & Shwartz, Gerbasi demostró que el DVB tiene su por qué en función de las posibilidades que genera. “Hay disponibilidad de equipamiento y facilidad de obtención de receptores en 6 Mhz en el mercado”, deslizó. Además, dijo que la idea del canal es “someter a pruebas las afirmaciones sin destinar inversión alguna”, algo que logró en los últimos meses para poder concluir que la modulación COFDM se acopla a las exigencias de un modelo de TV abierta, como tanto defiende el ingeniero. El modelo de mercado, cerca de EE.UU. Del otro lado del mostrador apareció el ex jefe de desarrollos audiovisuales del Grupo Clarín y hoy consultor independiente, Carlos Guidobono. El ingeniero dijo que ATSC “es la adopción natural de la Argentina por tener la mayoría de los TV analógicos en NTSC en vistas al crecimiento de nuevos dispositivos u otros servicios de TV por aire”. Asimismo, seguir del lado de los americanos produciría “una sinergia comercial entre el broadcaster y el operador de cable, algo muy importante si se tiene en cuenta los beneficios mutuos que tendrá la TV digital a través de las redes de televisión paga”. En relación con estos enunciados, Guidobono demostró que el “estándar debe armonizar con las soluciones digitales en el cable y el satélite, ya que no se puede desconocer la amplia penetración del cable en el país”, destacó. “Además, debe retener al cliente básico (el anunciante), dar posibilidad de datacasting, garantizar la recepción libre y la alta definición para la promoción de la DTV”, enumeró. Respecto de los eventuales problemas que generaría el sistema ATSC, el ingeniero dijo que la “tecnología disponible es capaz de solucionar hasta las deficiencias que no existen por ahora”. Sin embargo, el discurso central que postula tiene que ver en gran medida con el modelo de mercado que abrirá la DTV. Los diferencia entre modelos concretos (de acuerdo con las demandas insatisfechas (interactividad en relación con la capacidad patrimonial de la gente) y especulativos con valores a futuro pero inciertos (TV móvil, celulares 3G y avance de las dot com). Y en este aspecto, Guidobono volvió a poner las dudas sobre las posibilidades de la TV móvil. Se preguntó: “¿Será para el servicio público o privado?”. Y de inmediato concluyó que mientras el primera necesita “redes separadas y audios con características especiales, convenios con empresas de transportes y experiencias negativas”, el privado detentará “inversiones fabulosas sin retorno, con complicaciones en el ruido impulsivo y la cercanía de edificios que aún no se solucionaron”. Por último, comentó que más del 50% del pueblo europeo “no justifica el cambio digital, porque para la gente que no quiere TV paga, la calidad de señal no alienta el traspaso”, deslizó.
Los ingenieros Eduardo Bayo y Hernán Donnari, de Artear Argentina, comentaron los alcances de las sucesivas pruebas que realizó la empresa desde 1999 hasta hoy bajo el sistema ATSC. “Hemos logrado una recepción satisfactoria de la señal digital en todos los lugares donde se realizó la medición”, aseguraron los ejecutivos que llegaron con las mismas hasta las afueras de La Plata sin sufrir modificaciones. Por otro lado, contaron que las variaciones en las condiciones de propagación fueron superadas con aumento de potencia, a la vez que con el funcionamiento del filtro de máscara, se pudieron verificar multicaminos en áreas conflictivas, densamente edificadas y con dificultades de propagación (zona baja del barrio de Belgrano). En cuanto al equipamiento, se conoció el listado de proveedores y demás características técnicas que facilitaron el desarrollo del exitoso testeo digital en la frecuencia 12, siempre desde la misma antena de Artear ubicada en el edificio Alas: Servidor ATSC marca Tektronix; un modulador 8TVSB Harris y transmisor de la misma firma con una potencia pico máxima de 15KW. La firma utilizó un vehículo Peugeot Boxer de mediciones de campo, al que equipó con un generador Honda, PC con mapa interactivo, monitor y televisor analógico, receptor digital Zenith; analizador vectorial Hewlett Packard; antena recepctora y mástil de Antenas Profesionales y atenuadores Tilithic, entre otros.