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Después de la presentación del canal al concurso de acreedores

El grupo Prisa y el fondo Condor Ventures se disputan el ingreso en América TV

Aún falta la respuesta de Carlos Avila a ambas propuestas. De esta manera se podrían saldar una parte de la deuda que posee la emisora por más de 50 millones de dólares. A mediados de octubre, el canal formalizó su pedido de convocatoria ante la Justicia para renegociar su rojo financiero

Carlos Avila escucha ofertas

La difícil situación ecónomica que atraviesa América TV podría revertirse si el empresario Carlos Avila, su accionista mayoritario, acepta alguna de las ofertas que le llegaron luego de la presentación del canal al concurso preventivo de acreedores. El grupo español Prisa y el fondo de inversión Condor Ventures son las dos firmas que buscan reforzar su presencia en la Argentina a través de su participación accionaria en la emisora. De concretarse la operación con cualquiera de estos dos grupos, podrían saldarse al menos una parte de las deudas que América TV tiene por más de 50 millones de dólares. Prisa, el grupo encabezado por Jesús de Polanco, desembarcaría en la televisión abierta si las tratativas con Avila llegan a buen puerto. El desembolso de la firma, dueña del diario “El País”, apuntaría a la capitalización del canal. De esta manera, tanto Avila como Eduardo Eurnekian, socio minoritario de la emisora, no recibirían ni un centavo por el ingreso del grupo. Además, el Gobierno nacional ya le habría dado el visto bueno a Prisa para que amplíe su posición en la Argentina. Pero éste no sería el primer ingreso del grupo en el país dado que su inversión ya alcanzó a Ediciones Santillana y librerías Fausto. Tampoco sería el único posicionamiento al que apunta. El holding español también negocia la compra de Pop Art, una productora de recitales y música de la Argentina. La empresa local, que nació hace cuatro años, factura 3 millones anuales de dólares a partir de su manejo en la carrera de artistas y sus dos sellos discográficos. Otra de las empresas que se mostró interesada en la participación accionaria de América TV fue Cuatro Cabezas, dirigida por Mario Pergolini y Diego Guebel. El canal, que puso en el aire varios programas realizados por la productora, le debe una suma importante de dinero. Y, según indican los rumores, Cuatro Cabezas podría quedarse con una parte del canal para saldar la deuda. La oferta de Condor Ventures Por su parte, Condor Ventures es un fondo de inversión que cobró fuerza en la Argentina luego de formar un subgrupo de inversión, el Condor Venture Records, a través del cual obtuvo la licencia para la explotación de la marca de la cadena de disquerías Tower Records no sólo en la Argentina, sino también en Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. A su vez, el fondo de inversión realizó una serie de alianzas y sociedades, entre otras, con la productora de contenidos audiovisuales 4 Kabezas y su portal de accesos gratuitos Datafull, y con la cadena venezolana Cisneros Televisión Group, para la difusión y comercialización continental de espectáculos musicales realizados en los locales de Tower. En tanto, el desembarco del fondo de inversiones Condor Ventures en la TV abierta ya contaría con el apoyo de las productoras de contenidos que abastecen a la programación de América TV, como es el caso de Cuatro Kabezas (Punto.doc), Once Puntos (La Biblia y el calefón y Peor es nada) y PPT (TV registrada e Indomables). El fondo Condor Ventures está dirigido por el ex operador financiero Santiago Gainza Paz, y por Daniel Di Paola, un ex alto ejecutivo del fondo Argentina Venture Partners (AVP), una empresa perteneciente a Santiago Soldati. El ingreso del fondo de inversión a la sociedad propietaria de América TV se negociaría a través de la adquisición de una parte del 80 por ciento del paquete accionario que Avila le compró al empresario aeroportuario Eduardo Eurnekián a mediados de 1999 por 150 millones de dólares. A mediados de octubre, América TV formalizó ante la justicia un pedido de convocatoria de acreedores a fin de renegociar su deuda. Esta apertura de un concurso preventivo se debe a la imposibilidad de encontrar un sistema crediticio que logre superar el rojo financiero producto de una drástica y persistente merma en la publicidad que afecta a las estaciones de televisión de la Argentina después de 40 meses de recesión. Al presentarse ante el Juzgado Nacional N° 7 de primera instancia en lo Comercial, América solicitó extensión de plazos para informar sobre el monto de la deuda y el estado del balance, un petitorio que todavía está en vías de aprobación. Pese a haber dispuesto un recorte en los gastos que provocan sus más de 600 empleados y luego de renegociar los millonarios contratos con lasestrellas, el canal no pudo frenar una pérdida estimada en 1 millón de dólares por mes. ¿Un desenlace anunciado? A un año y medio de haber adquirido la mayoría del paquete accionario luego de la desvinculación de Eduardo Eurnekián, Carlos Avila efectivizó una campaña que buscaba cambiar el perfil del canal, aunque reconoció que su compra “había sido un error”. En septiembre de 2000, el empresario pensaba que Liberty Media concretaría su participación en América, pero la firma, propiedad del gigante estadounidense de las telecomunicación AT&T, había aportado 70 de los 150 millones de dólares que Avila dijo haber pagado por América TV y su incorporación jamás se produjo. “Si me hubieran dicho que éste sería el panorama, no hubiera comprado el canal... No estoy arrepentido, sino re-arrepentido”, dijo Avila al diario La Nación, sin repararse en que para comprar un canal debió garantizar al Gobierno nacional que tenía patrimonio y era capaz e idóneo para conducir los destinos de un medio de comunicación. Arrepentido y con la mirada puesta en la entrada de un socio inversor que no encontró, el hombre fuerte de Torneos y Competencias no pudo cambiar la suerte de la estación: el rating no acompañó la estrategia de posicionamiento y no pudo trasladar la planta transmisora más cerca de Capital. La idea de Avila siempre fue ubicarla en un predio más cercano del que ocupa actualmente en la ciudad de La Plata, lugar para el que fue concedida la licencia. Pero la presión de sus colegas privados truncaron esa posibilidad que había empezado a nacer con el guiño del propio Nicolás Gallo, el secretario general de la Presidencia que luego se echó atrás con el traslado. El gremio se puso firme La Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba) manifestó su repudio y rechazo al concurso preventivo de acreedores presentado ante la justicia por el canal porteño de televisión abierta América TV, y consideró que la apertura de esa instancia pondrá en peligro los salarios y la condiciones laborales del conjunto de los trabajadores de esa emisora. En un informe publicado por la agencia ANC, el gremio señaló que “la maniobra empresaria se traducirá en un intento por rebajar los salarios y por producir un cambio en las condiciones laborales de los trabajadores que, en el caso particular de los periodistas, buscará afectar la plena vigencia del Convenio Colectivo de Trabajo y del Estatuto del Periodista Profesional”. La agrupación de periodistas expresó que el pedido del empresario “impactará directamente sobre el conjunto de los periodistas y trabajadores de prensa adheridos debido que permanecerán por largo tiempo impagas las deudas que esa empresa mantiene con el Sistema Solidario de Salud”. Al parecer, según la propia Utpba, “las deudas que Avila mantiene con todos los periodistas y trabajadores de prensa pasarán ahora a engrosar los montos que quedarán sujetos a una quita y extenso plan de pagos, en el marco de las resoluciones que la justicia adopte en el concurso preventivo”. Por su parte, la Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión (CAPIT) también manifestó su preocupación “ante la situación planteada por América TV que afecta directamente a varios socios de nuestra entidad”. A través de un comunicado, el organismo indicó que “en defensa de la producción independiente, base fundamental de la constitución de esta cámara, CAPIT se encuentra en sesión permanente con el único afán de no continuar ahondando los perjuicios que están poniendo en riesgo nuestro funcionamiento y desarrollo”.