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Se habló de las licencias en zonas conflictivas
Los radiodifusores
se reunieron
en Mar del Plata
Reclamaron además por la importancia de dotar a la actividad de un marco legal. Y exigieron el fin de las indefiniciones oficiales porque se genera confusión.
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Más de 50 radiodifusores se reunieron el pasado viernes 1° de febrero en Mar del Plata para evaluar la actual situación de la radiodifusión en tiempos de crisis económica e institucional. El encuentro de verano fue en el Hotel Presidente, donde además de dejarse entrever inquietudes y aspiraciones por parte de la nutrida concurrencia local, el eje central que dominó la jornada fue sin duda el acuciante tema de las licencias en las zonas conflictivas. Uno a uno los presentes describieron casi al unísono los serios problemas ocasionados por la demora en las definiciones acerca de la continuidad del Plan de Normalización de estaciones de FM. Mas allá de las experiencias individuales, se dejó en claro que “es imprescindible la resolución inmediata de este problema, de manera tal de dotar de un marco legal definitivo a la actividad”. El director de R&TA, Ruben Rodríguez, expresó la importancia de “autoconvocarse y avanzar en soluciones a partir del debate franco de todos los interesados, especialmente de quienes han mostrado y demostrado su voluntad de trabajar en el marco de la legalidad”. Otro de los convocantes, el radiodifusor rosarino Daniel Mariatti, manifestó que “lo más importante es definir una política de Estado alrededor de la radiodifusión: que la actividad no quede atada a los cambios políticos en el Ejecutivo”. “Debe constituirse el Comité Federal y de esta manera fijarse pautas claras que reglamenten en forma permanente nuestra actividad. En ese sentido hay que discutir seriamente la utilización de un recurso natural escaso como es el espectro radioeléctrico y detener la depredación del mismo”, apuntó. Por su parte, los radiodifusores marplatenses destacaron la “situación de confusión” que se experimenta a partir de no poder contar con información precisa acerca de cómo se resuelve el problema de las denominadas zonas conflictivas, entre las que se encuentra esa ciudad costera y sus alrededores. Distintas expresiones concluyeron en señalar que “la situación actual del país y la economía no deja margen para cargar, además, con la indefinición de las licencias definitivas”. Esto se suma a que “ya están funcionando algunas emisoras de alta potencia surgidas de los concursos públicos realizados en su momento”, destacó un titular de la ciudad. Asimismo, otros especialistas del medio sugirieron con énfasis que “el Plan Técnico se puede mejorar sólo con la intervención de los radiodifusores históricos de cada lugar, quienes desde hace mucho tiempo están en el aire”. Al cierre de esta edición se estaban distribuyendo los comunicados de prensa donde se expresaban la conclusiones del encuentro, aunque no cabe duda que son centrales los puntos referidos a la solución de las áreas conflictivas en forma definitiva dentro del corriente año y un acuerdo de fondo al cada vez más preocupante tema de las interferencias a partir de emisiones clandestinas. En definitiva, los presentes acordaron que la radiodifusión en la Argentina está “atravesando por una severa crisis y la obtención de la licencia definitiva es el único aliciente para consolidar emprendimientos que llevan varios años y a partir de esto proyectar con bases sólidas”. Quedó demostrado que, a pesar de todo, en este país hay mucha gente con ganas de trabajar, de ejercer su profesión seriamente y de poner al aire medios de comunicación que sustente el pluralismo desde ópticas alejadas a las grandes corporaciones. “Sólo resta que el Estado –sugirió un radiodifusor local- a partir de sus instituciones, entregue las herramientas necesarias para que esto sea posible”.
Opinión
Licencias, un
problema
histórico y permanente
La radiodifusión en la Argentina se mueve al compás de los cambios políticos que afectan a los gobiernos. En consecuencia, el delineamiento de políticas alrededor de este tema está atado al éxito o fracaso del Poder Ejecutivo, y paradójicamente la toma de decisiones que afectan la distribución del espectro radioeléctrico durante 25 años se producen en períodos cada vez más cortos de durabilidad gubernamental. En televisión quedó lanzado el proceso para el llamado a concurso de nuevos canales de televisión; en lo referente a los cables luego del censo realizado, está en marcha la regularización de los mismos; las AM se debaten entre el intento por contrarrestar el surgimiento de emisoras clandestinas y encaminar algunos concursos realizados de baja potencia; los servicios complementarios por aire siguen a la espera y como ocurre desde hace algunos años, la banda de FM aparece como la más conflictiva. La gestión encabezada por el Dr. Gustavo López encaminó el proceso de normalización que había disparado el Dr. José Aiello. Y los radiodifusores, con los lógicos tropiezos que la realidad cotidiana nos impone, nos aprestábamos a seguir adelante para que en el transcurso de este año se resolviera el problema de los concursos en las áreas conflictivas, se concluyera con la entrega de licencias en las áreas no conflictivas, se resolvieran los concursos realizados para emisoras de alta potencia el pasado año y finalmente se ofrecieran las licencias disponibles en áreas no conflictivas a partir del censo realizado en todo el país y conjuntamente con esto, el inicio de la normalización en la provincia de Entre Ríos. Los radiodifusores del interior del país que tenemos emisoras de Frecuencia Modulada, más allá de nuestras decisiones y opiniones, estamos atados al éxito o al fracaso de cada gestión; por lo tanto el acierto o equivocación de los funcionarios del COMFER, repercute directamente sobre nuestros proyectos. Nuestro sector es el más vulnerable debido a que las dificultades cotidianas de cualquier empresa pequeña o mediana de la Argentina, se le debe sumar el esfuerzo que desde hace más de 10 años realizamos para consolidar definitivamente la tenencia de licencias, agregándose a esto la proliferación de emisoras que, sin intenciones de participar en ningún proceso regulatorio del uso del espectro radioeléctrico, actúan como depredadores del mismo con el agravante que en los grandes conglomerados urbanos, las interferencias afectan permanentemente la libertad de expresión de muchas emisoras. Nuestras empresas dependen directamente de la resolución a estos problemas históricos, lo que implica decir que la supervivencia de los medios independientes del interior requieren que los organismos pongan manos a la obra y se avance decididamente en concluir este año el proceso de normalización de las estaciones de frecuencia modulada. No será fácil en un país donde los recortes son cada vez más importantes y donde se depende casi exclusivamente de la buena voluntad de mucha gente. Pero es imprescindible hacerlo. En este punto es justo destacar que el personal del COMFER es quien hizo posible que hasta el presente estuviera en marcha el proceso de normalización de FM, con escasísimos recursos disponibles y más justo aún es expresar que deben hacerse todos los esfuerzos posibles para que los recortes presupuestarios no afecten a quienes con su trabajo cotidiano permiten que no se detenga la marcha institucional de un país que por momentos parece desquiciado y derrotado. Este análisis de principio de año, cercano a un cuadro de anhelos, proyectos y perspectivas se encuentra enmarcado, nada más ni nada menos, que con cambios de gobiernos y consecuentemente, cambio de nombre en la conducción del organismo. Alejados de posiciones políticas y/o partidarias, desde nuestra perspectiva sectorial, resultaría cuanto menos hipócrita no destacar que tanto Gustavo López como el resto de los directores y demás funcionarios han trabajado en dirección a escuchar nuestras propuestas y resolver nuestros problemas; y tómese esto como una valoración objetiva de esa gestión que abrió sus puertas a los radiodifusores del interior con escaso presupuesto y muy buena voluntad. La llegada de un nuevo interventor plantea lógicos interrogantes que el tiempo se encargará de develar, pero fundamentalmente queda planteado un problema de fondo a resolver: deben trazarse políticas de Estado para la radiodifusión y debe constituirse un Comité Federal permanente que no dependa de los cambios de conducción en el Ejecutivo, independizado de las disputas partidarias coyunturales. Solamente de esta manera se resolverán los problemas de fondo que históricamente nos preocupan.
Rosario, 10 de febrero de 2002
DANIEL MARIATTI
REDTL de Música Nacional
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