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Seminario
Debatieron el
futuro y la
seguridad de la firma digital
Es un documento público certificado sin soporte físico que revolucionará el mundo jurídico y del e-commerce. Sus usos y la seguridad fueron ejes de un encuentro en pos del cambio digital
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Un debate en torno al nuevo instrumento jurídico-tecnológico del momento,
la firma digital, se dio cita el pasado 8 de marzo en un hotel del Abasto
con la finalidad de discutir y reflexionar sobre las ventajas de este sistema
que ya tiene ley propia.
Organizado por el estudio Tecnologías y Gestión, a cargo del ingeniero Guillermo
Stefanolo, el seminario “Firma digital y transacciones seguras” contó con
la asistencia de casi medio centenar de especialistas e interesados en aprender
las herramientas disponibles para su uso. La firma digital es un documento
público que goza de legitimidad al estar certificado por autoridad competente
como cualquier expediente, resolución o trámite en general. Sólo que en vez
de estar sobre soporte físico, es virtual, como un archivo de Word, por ejemplo.
El año pasado el Congreso sancionó la ley de firma digital, la 25506, y de
inmediato su uso de transformó en uno de los mayores desafíos para el mundo
de la interrelación jurídico-administrativa.
Es que se la considera un elemento indispensable para la propia justicia,
toda vez que a través de ella, un juzgado puede recibir testimonios por e-mail
o enviar la totalidad del expediente a otro sitio sólo con conectarse a Internet.
Esto facilita la comunicación en términos cualitativos y cuantitativos. Porque
el material certificado goza de altos niveles de seguridad y supone una fuerte
reducción en el tiempo que implican los envíos y el material que consumen:
el papel.
Por ese motivo, y en vistas a la inminente reglamentación de esta ley, el
seminario intentó orientar y clasificar los conceptos acerca de su funcionamiento,
las diferencias con otros tipos de firmas, como la electrónica, su criptografía
y la infraestructura de la clave única.
Según lo recogido en el encuentro, la última tecnología en la materia indica
que una persona manejará sus documentos digitales a través de una tarjeta.
Allí estarán codificados y secretos los 128 bits que lo identifican y con
los cuales podrá hacer sus trámites, totalmente certificados e inviolables.
De allí es que surge uno de los aspectos más importantes a la hora de su uso:
la seguridad. El seminario habló sobre los estándares internacionales, su
aplicación y las tecnologías disponibles en la Argentina.
Alejandro Di Liscia, managing director de ACG South America, se refirió a
las “Ventajas competitivas de las transacciones remotas, la limitación remota:
autenticación fuerte y sus métodos: claves, tokens, biométricos y tarjetas
inteligentes”. También tuvo lugar el debate sobre la utilización de la firma
digital con tarjetas inteligentes como una solución para el e-commerce.
Los demás oradores fueron Espedito Passarello y J.C Masoero, quienes hablaron
sobre la cuestión tecnológica de las normas, ya que representan al organismo
que certifica las validez de las mismas, el IRAM. Por la firma Intelektron,
la empresa que se encarga de la protección de hardware, encriptación de datos
y validación de acceso a la web, hizo su presentación Carlos Muller. El ejecutivo
amplió los conceptos en el marco de la seguridad dentro del mercado existente
y las tecnologías de apoyo con vistas al futuro.
Netizen y Motorola
exportan pese a la crisis
Cuando la crisis económica hace estragos en el sector tecnológico, dos empresas argentinas consiguieron colocar sus producciones en el exterior y desafiar así un panorama desalentador con una propuesta clara de crecimiento. Una es Netizen, la empresa de SkyOnline, que según publicó BAE prevé invertir hasta $4 millones en nuevas adquisiciones en el 2002 y espera conseguir una facturación de $1,5 millón cuando finalice el año. La compañía piensa lograrlo a través de la concentración de mercado, crecimiento orgánico y exportación. Mediante su propia marca, Netizen inició su nueva etapa de ventas de sites a los Estados Unidos. Al parecer, acá la mano de obra es más económica. Mientras un diseñador norteamericano cobra en promedio 160 dólares por hora de trabajo, un colega criollo realiza el mismo trabajo con un sueldo de 2000 pesos: la otra variante de la devaluación. Por otro lado, se informó que la empresa Motorola, a través de su centro de software de Córdoba, ya envió a Estados Unidos un proyecto de mensajería instantánea y un paquete con soluciones para comunicaciones inalámbricas. El próximo desafío de la treitena de ingenieros que trabajan en la provincia desde hace cinco meses es otro proyecto sobre inteligencia artificial que ocupa por estos días toda la atención y estaría listo en un par de meses.