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ATA: “Proteger lo nacional no implica desconocer inversiones extranjeras”
La Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas (ATA) no faltó a la cita que
el Senado cursó a las entidades del sector de medios de comunicación y en
la voz de su presidente, Carlos Fontán Balestra, resaltó la iniciativa de
proteger el patrimonio cultural nacional sin que esta acción se transforme
en un desconocimiento de las inversiones realizadas en el país por capitales
foráneos.
“Nos parece que la legítima intención de proteger el patrimonio cultural como
sector estratégico que representa para la Nación concediendo protección al
capital de origen nacional no implica desconocer los esfuerzos llevados a
cabo por inversores externos en el país”, indicó el ejecutivo.
Y dedujo que, “la coexistencia de participación de capitales de diversos orígenes,
enmarcada dentro de los límites de la iniciativa legislativa proyectada, será
hecha no sólo por el sector cultural sino principalmente para la comunidad
en general”. Fontán Balestra reconoció que esas inversiones “no sólo han permitido
vigorizar la infraestructura (del sector de la televisión) sino también han
permitido encarar importantes producciones”.
Para él, esto posibilitó la transmisión hacia fuera del patrimonio cultural
argentino y entendió como “acertado el resguardo que el proyecto bajo análisis
concede a la inversión extranjera realizada hasta la fecha, defendiendo derechos
adquiridos, así como también la participación de capital extranjero que en
el futuro, mediante esta iniciativa legislativa, se contempla”.
En tanto, el abogado aprovechó la ocasión para demostrar ante los legisladores
cuán quebrada parece estar la televisión gratuita en la Argentina. “Hoy se
recauda el 25 por ciento de lo que se obtenía en 1999. Y sin embargo se sigue
teniendo a la misma gente y las mismas estructuras”, confesó.
“Podemos decir que la televisión está casi en un estado de quiebra; y de hecho
hay un canal que se ha presentado en concurso; y no creo que pase mucho tiempo
antes de que se presente otro”, vaticinó.
Tal como lo hace cada vez que se encuentra ante un micrófono, Fontán Balestra
descargó su oposición al nivel impositivo del sector. “La televisión no debe
ser llevada a la destrucción por la carga impositiva y de todo tipo que tiene.
El medio debe tener la posibilidad de ganar algún dinero para que lo que producimos
sea mejor. Es difícil producir cosas buenas si no son rentables; es decir,
producir una buena televisión si no hay dinero para producirla”, concluyó.
El presidente de la Asociación Argentina de TV por Cable, Walter Burzaco
se pronunció en favor de la promoción “de la defensa de los medios culturales
para que sean excluidos del cram down”. Pero aclaró que desde ATVC “siempre
se rescató el respeto de los derechos adquiridos”.
El ejecutivo sostuvo que “de preservarse como está en la actual norma la institución
del cram down, hasta se podría estar burlando el mismo objetivo de la ley
de radiodifusión si los acreedores se hacen dueños de las empresas del área”.
Asimismo, y pese a aclarar que las inversiones tecnológicas del sector del
cable (estimadas en 200 millones de dólares entre 1998 y 2000) “están amuradas
al territorio nacional”, Burzaco se mostró en contra de cualquier tipo de
límites a la participación extranjera.
Tal como lo había expresado el año pasado en relación al proyecto de ley de
radiodifusión, que imponía un tope de 49% para el cable, la Asociación sostiene
ahora que una restricción similar en este sentido “podría resultar contraria
a los tratados bilaterales de protección y promoción recíproca de inversiones
donde una limitación tal podría llegar a afectar sensiblemente la situación
accionaria de empresas que operan actualmente en el mercado argentino”.
Por otro lado, el presidente de la entidad no evitó comentar los efectos que
la crisis y la devaluación dejaron en la industria de la TV por cable, un
sector que para él, “a veces es olvidada como medio de comunicación”.
En tren de describir las desavenencias actuales, Burzaco planteó el defasaje
financiero al que están sometidos tanto los principales MSO como los más pequeños
cables del interior agrupados en ATVC.
“Tenemos costos en dólares —o tendientes a ellos—, recaudamos en pesos y estamos
endeudados en dólares. Las deudas no sólo son las adquiridas a través de obligaciones
negociables, que afectan principalmente a los grandes operadores, sino que
son también las comerciales, adquiridas por los pequeños operadores de cable.
Si hacemos un estudio de los grandes operadores, diría que el 95 por ciento
de las deudas han quedado dolarizadas”, comentó.
“Sólo el 5 por ciento se ha pesificado y entiendo que lo mismo está ocurriendo
en las pymes, toda vez que los contratos para la distribución de señales son
en dólares y toda la tecnología utilizada en los cables también es importada”,
puntualizó en la Cámara Alta.
Para ARPA, primero
hacen falta reglas
de juego para que inviertan los locales
“Requerimos una vez más a las autoridades de control y a los señores legisladores,
no sólo medidas instrumentales y coyunturales, sino también la adopción de
reglas de juego que hagan posible la existencia de empresas de radiodifusión
privada” en la Argentina.
Así planteó su visión a los senadores la Asociación de Radiodifusoras Privadas
Argentinas, ARPA, que más allá de apoyar la iniciativa parlamentaria de proteger
lo nacional, pareció más dirigida a denostar la forma en que se lleva a cabo
la política de radiodifusión en el país.
Para la agrupación, “la elaboración de proyectos de ley debe reflejar la realidad
inédita en que estamos inmersos” y en este sentido consideró que con el advenimiento
de la radiodifusión sonora digital, las expectativas de inversiones sólo serán
ejecutadas si se protege y preserva a los interesados.
Carlos Rago, en representación de ARPA, sostuvo que “la actual administración
del espectro radioeléctrico plantea escasa atracción para las inversiones,
ya sean locales o extranjeras, dada que la usurpación absoluta y constante
de sus frecuencias por parte de emisoras ilegales, hace inviable cualquier
programa serio en la materia”.
En cuanto a la participación del capital extranjero en la titularidad de las
licencias, la asociación cree que debe ser un debate “dentro del tratamiento
de una futura ley de radiodifusión”.
Porque según confió Rago, “es importante destacar que a partir de la sanción
de la ley 23.696 de Reforma del Estado y posteriores normas relacionadas con
la radiodifusión se procedió a actualizar la legislación en esta materia al
permitir que sean personas de existencia ideal los accionistas de las personas
jurídicas titulares de las licencias de radiodifusión”.
ARPA también pidió rescatar los acuerdos internacionales de protección recíproca
de inversiones que otorgaron un marco de seguridad jurídica para inversores
extranjeros en radiodifusión. Y aseguró que en este contexto “operadores extranjeros
ingresaron como accionistas de medios de radiodifusión con inversiones destinadas
a sanear pasivos financieros y a realizar equipamientos de alta tecnología”.