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Después de una década de gloria, la crisis desplomó a las telecomunicaciones
El sector atraviesa su peor momento. La facturación de 2001 fue de 14 mil millones de dólares pero este año apenas alcanzarán los 3 mil millones. La venta de hardware bajó en un 80 por ciento, mientras que el negocio de los móviles se redujo en un 25 por ciento y el de las líneas fijas en un 15 por ciento. El reclamo del sector gira en torno al pago de las importaciones, servicios, contratos del Estado, carga tributaria y deudas con el exterior. Sólo entre Telefónica y Telecom deben unos 6 mil millones de dólares. Pero Kohan aseguró que cualquier reforma tiene como “pre requisito” superar la crisis.
La Secretaría de Comunicaciones fue el lugar elegido para realizar el Pre Coloquio de CICOMRA |
El sector de las telecomunicaciones se olvidó de que existan ganancias”. Hace
apenas algunos meses atrás, pocos creerían que esta frase pertenece a Luis Perazo,
presidente de la Cámara de Informática y Comunicaciones (CICOMRA). Sin embargo,
el combo conformado por la devaluación, la recesión y las cargas tributarias
desembarcó en una caída vertiginosa para el sector: de 14 mil millones de dólares
que tuvieron como facturación anual en 2001, estiman que este año sólo podrán
arañar los 3 mil millones.
Así, mientras algunos rubros tuvieron una lenta caída que comenzó en los ´90,
las compañías de tecnología, informática y telefonía vieron, de un trimestre
a otro, el derrumbe de aquel “clima de éxito” que las albergaba desde hacía
una década, con un crecimiento anual del 4 al 6%. Pero las complicaciones provocadas
por el pago de las importaciones, los servicios e impuestos que recaen en el
sector, reflejaron en el primer trimestre de este año una reducción de la facturación
del 15 %, que podría profundizarse a lo largo del año.
De esta manera, los resultados de los primeros tres meses de 2002 confirmaron
las sospechas de lo que las empresas del sector ya percibían: la venta de hardware
cayó en un 80 por ciento, mientras que el negocio de los móviles se redujo en
un 25 por ciento y el de las líneas fijas en un 15 por ciento. Como consecuencia,
en este año comenzaron a llover los pedidos de convocatorias y la cesación de
pago de empresas de telefonía e informática.
A partir del nuevo escenario económico, los reclamos del sector de las telecomunicaciones
gira en torno al pago de las importaciones, de servicios y contratos del Estado;
a los servicios internacionales; a la cuestión tributaria; al crédito impositivo
a la incorporación de bienes de capital; y al pago de la deuda con el exterior.
Para la búsqueda de soluciones a estos puntos que empobrecieron al sector, representantes
de CICOMRA estuvieron días atrás con el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
En aquel encuentro acordaron realizar reuniones periódicas de trabajo de las
que participarán representantes de la cámara, de la Secretaría de Comunicaciones
y de Economía.
Pero más allá de la voluntad del sector público y privado para hallar soluciones
en forma conjunta, los reclamos de las empresas no se condicen con las intenciones
del Gobierno. Mientras que las compañías piden una reducción del IVA al 10.5
%, la eliminación de aranceles para productos importados y una exención impositiva
para la exportación, el secretario de Comunicaciones de la Nación, Marcelo Kohan,
aseguró que cualquier reforma impositiva tiene como “pre requisito” la “superación
de la actual crisis”.
Un poco de historia...
La caída que sufrió el sector no comenzó de un día para el otro. En 2001 ya
empezaron a percibirse las primeras cifras en baja. Sin embargo, Perazo aseguró
a R&TA que “si el año pasado teníamos un cierto
grado de preocupación, hoy, mirándolo desde esta perspectiva, parece una cosa
de chicos”.
La explosión de crecimiento del sector comenzó a principios de los ´90 y para
1998, la facturación anual en el ámbito de las telecomunicaciones había alcanzado
los 12 mil millones de dólares. En 1999, escaló a los 15 mil millones y en 2000
ascendió a los 15.700 millones de dólares.
Hasta ese momento, el alza había sido continua en servicios, infraestructura
e informática. El sector había generado más de 100 mil puestos de trabajo y
las inversiones habían superado los 20 mil millones de dólares. Sólo en 2000,
las compañías del sector desembolsaron 11.500.000.000 de dólares para desarrollar
el mercado.
Pero en 2001 comenzaron a percibirse los primeros síntomas de la recesión argentina
sumada a las trabas generadas por las circunstancias externas y los problemas
en la apertura de los mercados. Así, la facturación total del año pasado alcanzó
los 14 mil millones de dólares, casi 2 mil millones menos que el año anterior.
Pero curiosamente, mientras la mayoría de los componentes del sector habían
bajado su facturación, el mercado de los móviles e Internet continuaron con
su crecimiento.
Sin embargo, este año, la profundización de la crisis arrastró a todo el mercado.
Aunque el mercado de los móviles había alcanzado los 2580 millones de dólares
en 2001, este año pasará los 874 millones. Tanto la informática, la tecnología
como la telefonía disminuyeron sus ingresos vertiginosamente y, según las estimaciones,
la facturación de 2002 no superará los 3.400 millones de dólares.
Ahora, las empresas se ven en la necesidad de realizar un profundo cambio en
la planificación del sector ya que, desde hace una década, el mercado apunta
a un argentino con un PBI promedio de 8 mil dólares por año, una cifra demasiado
holgada para los tiempos que corren. Hoy, el producto bruto interno de ese mismo
argentino pasó a los 2.500 dólares por año.
Una mirada globalizada
Mientras la depresión del sector de las telecomunicaciones se hace cada vez
más visible en la Argentina, en el exterior, la facturación de las líneas fijas,
los móviles, Internet y equipamiento, va en ascenso. La tecnología crece en
el mundo a pasos agigantados: en sólo cuatro años se alcanzaron los 50 millones
de usuarios de Internet, mientras que para lograr la misma cantidad de clientes
de líneas fijas se necesitaron 74 años.
Algunos informes que circularon después de los atentados del 11 de septiembre
en los Estados Unidos, decían que a partir de estos hechos, crecería la tercerización
de los servicios, además de las ventas en el segmento de las video y audio conferencias.
Sin embargo, Perazo aseguró que en la Argentina “no se percibió ningún tipo
de crecimiento en este sector”.
Según un informe de The Yankee Group, una consultora de origen inglés, la crisis
argentina hace que los consumidores “corten servicios como el de TV paga, llamadas
de larga distancia y teléfonos móviles”. Pero la contracara de esta situación
es que, de acuerdo al estudio, también pueden ganar usuarios aquellos servicios
que ayuden a eliminar gastos como el e-mail, que puede suplantar los llamados
de larga distancia.
En tanto, el informe de esta consultora indica que las restricciones del efectivo
hace que los bancos “deban invertir más en Internet para que sus clientes se
sientan cómodos con el servicio”. En este sentido, el Banco Francés suscribió
3500 clientes on line nuevos en los primeros cinco días después de los anuncios
económicos (el crecimiento normal, antes de los anuncios, era de 4200 por mes).
Banco Galicia, por su parte, cuadruplicó sus accesos on line. Así, las empresas
especializadas en este servicio “deberían beneficiarse con esta tendencia”.
De acuerdo al estudio, lo “más prudente” sería esperar a que el Gobierno establezca
una política monetaria para que los operadores argentinos “puedan renegociar
sus deudas con proveedores del exterior que, en total, ascienden a alrededor
de 10 billones de pesos”.
A partir de la devaluación, algunos sectores buscan explotar el mercado del
exterior para sacar una tajada de la relación dólar-peso. Pero en las telecomunicaciones,
la mayoría de los insumos son importados y, por lo tanto, los costos se triplicaron.
Sin embargo, Perazo explicó que los precios finales “no pudieron prácticamente
aumentar. Sólo se dieron subas en lo móviles y en algunos productos en particular
que estaban en competencia y podían permitirse una cierta flexibilidad. Lo único
que quedó a un valor mucho más bajo es la mano de obra”.
Juntos somos más
En momentos dónde la devaluación sumada a la recesión dieron vuelta una década
de éxitos, la unión en el sector de las telecomunicaciones se refuerza. Días
atrás, se llevó a cabo el Pre Coloquio CICOMRA, donde diversos representantes
de las compañías y del Gobierno que comprenden este ámbito se reunieron para
realizar una descripción de la situación y acordar cuáles son sus necesidades.
Además de Kohan, en el encuentro estuvo presente Pablo Fontdevila, presidente
de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados. El legislador justicialista
manifestó que las telecomunicaciones conforman “una industria estratégica para
nuestro país que está viviendo hoy la más profunda crisis que tenga memoria.
Por eso, para salir de esto hace falta un esfuerzo conjunto”. Durante su discurso,
Fontdevila también advirtió sobre la necesidad de confeccionar “un plan estratégico
para el desarrollo de la sociedad de la información y de las telecomunicaciones”.
En este sentido, CICOMRA fue invitada a la Reunión Ministerial de la Unión Europea,
América Latina y Caribe, dónde participó del III Encuentro de Ciudades Digitales.
Allí se presentó el programa @LIS (Alianza para la Sociedad de la Información),
para el que se invertirán 63.5 millones de euros que se destinarán a la promoción
de nuevas tecnologías de la información y la comunicación en América Latina.
Para eso, hay líneas de créditos que financian los proyectos que podrán aplicarse
a municipios con el objetivo de lograr una mayor transparencia y abaratar costos.
En declaraciones a R&TA, Perazo explicó que Chile
y Brasil “hicieron presentaciones muy importantes en este sentido, pero nosotros
no podemos porque todas estas discontinuidades económicas son tan graves que
no nos permiten entrar en el programa”.
Entre convocatorias y cesación de pagos
Más allá de las cifras generales del sector, la situación en particular de
las empresas es una muestra de la profunda crisis que atraviesa el sector.
Mientras compañías como Diveo, Impsat y Silicia entraron en convocatoria de
acreedores; otras como CTI, Nextel y Telecom ingresaron en la cesación de
pagos. Pero eso no es todo. Otras compañías de renombre en el sector como
es el caso de Metrored, Velocom y Winstar desaparecerán de la Argentina en
los próximos meses. Para algunas empresas, la rentabilidad se redujo un 400
por ciento en comparación al año pasado. Según las estimaciones del estudio
realizado por The Yankee Group, este año habrá una pérdida de servicios de
3 billones de pesos. Y las cifras de los primeros tres meses de 2002 no parecen
contradecir esta predicción. No sólo se dieron de baja 300 mil líneas de teléfonos,
sino que la empresa Telefónica perdió alrededor de 2.500 millones de pesos
en lo que va del año.
Así, el patrimonio neto de esta compañía se redujo el 93 por ciento hasta
188 millones de pesos. El resultado negativo del período de enero a marzo
pasados se suma a las pérdidas por 35 millones de dólares (unos 113,4 millones
de pesos) que registró la compañía durante el último trimestre del año pasado.
De esta manera, las bajas que se generaron en las líneas en los primeros meses
de 2002 constituyen todo un récord: se da por primera vez luego de la privatización
de Entel.
Pero Telecom no se queda atrás en esta especie de carrera que va en sentido
inverso. Esta empresa controlada por France Telecom y Telecom Italia, suspendió
en abril pasado los pagos de su deuda financiera, que suma unos 3.250 millones
de dólares. Y, al parecer, la deuda seguirá incrementándose porque, aunque
ya cancelaron 4400 millones de dólares, hoy pueden pagar sólo los intereses.
A pesar de haber invertido sumas millonarias para desarrollar el mercado,
la compañía multinacional debió recortar en gastos unos 100 millones de pesos.
En tanto, de diciembre pasado a marzo de este año, el nivel de incobrabilidad
de Telecom ascendió al 74 por ciento (más de 150 millones de pesos). Para
contrarrestar esta situación, la empresa recibe 16 monedas distintas en el
país y hasta llegó a aceptar trueques para poder cobrar los servicios. Pero
el hecho de percibir ingresos en monedas blandas y tener obligaciones en dólares,
hace que los números no cierren.
En cuanto al mercado de Internet, Ernesto Baca, del área de Finanzas de Telecom,
aseguró que “estamos perdiendo 20 mil líneas por mes”. En este sentido, la
facturación de este sector fue de 1600 millones de dólares en 1999 y este
año, según las estimaciones, sólo llegará a los 700 millones.
Así, a pesar de que en informática se invirtieron 412 millones de dólares,
la venta de las computadoras cayó un 83.8 por ciento en los primeros tres
meses del año ya que sólo se comercializaron 18.551 unidades nuevas. Como
consecuencia, se creó un mercado paralelo de equipos usados que las empresas
dejan de utilizar por capacidad ociosa y despidos de personal. Uno de los
puntos que reclaman las empresas es el “corralito tecnológico” que sufre el
sector. Según Miguel Cané, de Eastel, “nos quitaron todas las herramientas
para poder fabricar. Hay un apoyo al sector financiero versus el sector productivo.
El Congreso tiene que declarar a este sector estratégico para amparar resoluciones
y decretos”.
En un intento por aliviar las problemáticas del sector, el diputado justicialista
Domingo Vitale presentó días atrás un proyecto para reducir los aranceles
de importación (según el código aduanero) sobre los productos imformáticos
(hardware).
El proyecto pide que se disminuya la aplicación de impuestos sobre los productos
de informática importados, que se abonan en la Dirección General de Aduanas
(DGA). Entre estas cargas, se encuentran el IVA y el impuesto a las ganancias,
entre otros.
Vitale también solicita que se difiera “en su forma y plazo” los pagos que
se realizan en la DGA para la importación de hardware. En tanto, el legislador
también pide la suspensión transitoria de la reglamentación que exige el CVDI
(Clave para la validación del importador) para la importación de hard.
Luis
Perazo, |
En el sector de las telecomunicaciones, hay seis puntos que día a día frenan
la actividad. Uno de ellos es el pago de importaciones ya que a partir de
las medidas económicas establecidas a principios de año no se pueden hacer
giros al exterior y, por lo tanto, se multiplican las trabas para comprar
insumos a otros países. “Todo eso está generando problemas muy serios y de
continuar así podría seguir complicándose”, aseguró Perazo en declaraciones
a R&TA.
El segundo punto que traba la actividad tiene que ver con las contrataciones
con el Estado ya que el Gobierno “no puede pagar, en algunos casos, las cuentas
y, en otros, paga con bonos o con monedas que luego no se pueden intercambiar
con el exterior”, explicó el presidente de CICOMRA. Al respecto, Kohan anunció
que por estos días, en el Ministerio de Economía, está a la espera de dictamen
un decreto de necesidad y urgencia que acepta los Lecop para la cancelación
de las tasas de inspección y control.
El pago de los servicios internacionales es otro de los temas que preocupan
al sector ya que se abonan en dólares, pero las tarifas están en pesos. Según
Perazo, directivo en Telecom, “en algún momento, no se van a poder seguir
brindando servicios porque para estas empresas ya no sería negocio. Esto provoca
una disminución de vínculos en Internet, donde hay una fuerte necesidad de
vincularse con el exterior y esa parte hay que pagarla en dólares. Pero acá
no se puede seguir al mismo ritmo que antes”.
El cuarto punto está relacionado a las cargas tributarias ya que el 40 por
ciento de la facturación de las empresas son impuestos y en un mercado deprimido,
“es mucho”, manifestó el titular de la cámara. En este sentido, advirtió que
los grandes operadores “han bajado mucho las inversiones y a los proveedores
no se les hace viable seguir operando en el país. Algunos están desapareciendo,
por lo que habría que buscar una metodología para reactivar el sector”.
El quinto ítem apunta al crédito impositivo para la incorporación de bienes
de capital y el sexto punto gira en torno a las deudas que tienen las empresas
con el exterior. “Hay que buscar soluciones conjuntas con la negociación de
la deuda del país. De un momento a otro, las deudas se triplicaron y los patrimonios
netos de las empresas se redujeron notablemente porque tienen un fuerte endeudamiento.
No tenemos las respuestas concretas, pero tenemos los problemas y la información
para comenzar a trabajar y encontrarle una solución”, afirmó Perazo.
A pesar de que manifestó su intención de intervenir para que no se incrementen
los impuestos en el sector, el secretario de Comunicaciones, Marcelo Kohan,
no prometió ninguna de las disminuciones que las empresas esperaban. De todos
modos, durante el Pre Coloquio CICOMRA, el funcionario habló sobre cada uno
de los seis puntos que centralizan el reclamo del área de las telecomunicaciones.
Respecto del pago de importaciones y la deuda del Estado, Kohan aseguró que
realizará “los mejores esfuerzos para acompañar en la búsqueda de las respectivas
soluciones en los ámbitos pertinentes estableciendo mecanismos de diálogos,
de labor conjunta y apoyo técnico”. En cuanto a las llamadas internacionales,
indicó que “estamos trabajando en un mecanismo para su resolución consistente
con el marco normativo para la emergencia”.
A la hora de abordar los incentivos al sector y la reforma impositiva, el
secretario indicó que “tienen como prerrequisito la superación de la actual
crisis” y señaló que los incentivos que recaen sobre el sector público y privado
“están adecuadamente alineados”. En este sentido, aseguró que la renegociación
con los acreedores externos “debería realizarse con posterioridad a que el
Estado argentino haga lo propio, y una vez superado el acuerdo con el fondo”.
De todos modos, Kohan manifestó que llevaron a cabo gestiones ante la Cámara
de Senadores para dejar sin efecto el proyecto de media sanción que pretende
gravar con un 2 por ciento adicional al uso del espacio público.
En cuanto al pago de las deudas del Estado con proveedores de servicios públicos,
el funcionario reveló que en la Secretaría de Hacienda “se está estudiando
un cronograma de pagos” y se refirió a las consultas que se hicieron a la
AFIP para ver la posibilidad de “evitar el problema financiero que se padece
cuando hay que pagar IVA sobre las facturas que el Estado no paga”.