Señales de Cable

"Con todo pesimismo entiendo que si no actuamos de manera inteligente los medios públicos estarán condenados a desaparecer. Estamos en vísperas de un cambio después de este Gobierno débil (tal vez por eso me puso a mi en ese lugar) y vendrá un Gobierno que deberá hacer recortes fuertes, poderosos, intensos. Y no sería raro que se fijen en los medios públicos y se pregunten para qué los tenemos”, arremetió ante unas 200 personas visiblemente cansado el interventor en el Sistema Nacional de Medios Públicos, Marcelo Simón. “Estemos atentos porque sin duda que va haber quien quiera cerrar estos medios. Yo me dejaría cortar un textículo porque esto es cierto (sic). Tómenlo desde alguien que está viendo los papeles y las intenciones para que se movilicen”, alertó el funcionario luego de adelantar que no pasaba por uno de sus mejores días. Y para rematar lo que significó para él “una de las peores presentaciones públicas”, se autodeclaró “un inútil más de los tantos que pasaron” por esa función. “Me nombraron como director de Radio Nacional y como luego no tenían un tonto para que fuera el que firmara y recorriera los juzgados, me llamaron. Me pusieron a mi porque no aceptó nadie”, continuó Simón en medio de la desaprobación general en la Sala Pablo Picasso del Complejo. “Esto es una provocación ¿Porqué no renunciás, entonces? ¿Quién te obligaba a participar de todo este circo duhaldista?”, le gritaron un par de asistentes enfadados por las declaraciones del representante del Gobierno. Sólo después de reaccionar, Simón pidió disculpas. El burócrata sacó el micrófono y siguió escupiendo debilidades: “La Sigen denuncia irregularidades. Y sabemos bien que todo en los medios públicos es irregular. No hay cosa que hagas que no esté observada por ese organismo: son muchos obstáculos y exceden hasta al más armado”, se quejó. Mientras anunció que “ya no van más los gastos”, el interventor aseguró que lo único que les queda es la gente de los medios. “Canal 7 tiene unas 600 personas. ¿Sabemos quiénes son? ¿se ha hecho alguna reingeniería humana para saber cuántos hombres y mujeres hay? ¿Cuántos son profesionales o tienen más de 40 años?”, se preguntó. Sobre este tema, Simón confirmó que el SNMP contrató a la Universidad de San Martín para que investigue los recursos humanos de los medios. Sin embargo, dijo desconocer porqué si la UBA tiene capacidad para hacer ese trabajo, no la consultaron y decidieron pagarle a otra casa de estudios. Por el momento, y con la vista enfocada en conseguir un nuevo empleo, el interventor anunció que está casi listo el proyecto final para ordenar el funcionamiento de los medios. Se trata de un texto similar en sus contenidos a la vetada ley de RTA y aunque el funcionario lo presentará en el Parlamento, lo cierto es que estará a disposición del Ejecutivo para que lo promulgue mediante un decreto.

EL PAPEL DEL CONGRESO

Entre el “mea culpa” y un par de ideas

En medio de una de las peores crisis de representatividad de la política argentina, tres diputados nacionales se animaron a hablar sobre lo que habría que implementar en el país para salvaguardar la integridad de los medios públicos. En el marco de la segunda mesa de la jornada, titulada “Hacia una política de Estado”, el presidente de la comisión de Cultura y ex funcionario delarruísta Hugo Storero (UCR) planteó que “el pronóstico será sombrío si no nos comprometemos” en la búsqueda de un nuevo perfil para los canales y radios nacionales. El legislador entendió que una manera de posicionar a los medios es a través de la puesta en “relieve del papel que cumple la educación” en la construcción de los contenidos. Por su parte, el justicialista mendocino Guillermo Amtutz deslizó una de las pocas ideas concretas en pos de un efectivo presupuesto. Antes de retirarse, el diputado planteó que no sería descabellado destinar el 10% del dinero que los gobiernos emplean en publicidad para los medios. “Sólo en Mendoza los municipios gastan 10 millones de pesos al año”, graficó. El político remarcó que los espacios de comunicación “deben estar en manos del Estado pero con un plan estratégico de Nación: debe garantizarse su amplia cobertura en una más clara visión como país”, indicó. Asimismo, Amtutz despejó la idea de un Gobierno administrador y se alineó con la de implementar nuevos mecanismos de selección de funcionarios. “También debería existir una mayor participación de la gente y las instituciones dentro de la gestión de los medios: no son propiedad de los políticos”, aclaró. Más adelante tomó la posta una de las legisladoras que más se ha involucrado con los medios. Irma Parentella, autora de dos proyectos para darle un marco legal definitivo al canal y a las radios, se dejó ver esperanzada por lograr esta ambición en los próximos meses. “No me atrevo a decir que puedan llegar al recinto pero se los cuento para que podamos hacer presión como la hacen otros sectores por objetivos menos loables”, expresó la legisladora del ARI. Los textos, que fueron amalgamados con otras propuestas de los diputados Daniel Carbonetto, Margarita Stolbizer y Fernando Montoya, esperan ser analizados a nivel comisión. Parentella, quizás una de las políticas que más reconoció la parte de responsabilidad que les cabe como representantes por no haber logrado el marco legal, sostuvo: “soy conciente que este no es un reclamo presente en la sociedad argentina porque no se han hecho los esfuerzos suficientes como para que la gente defienda el derecho a la información como uno de los bienes más importantes”. Para ella, el desinterés de la sociedad pasa porque “sabe cómo ha sido hasta ahora la vinculación de los políticos con los medios y por las diversas gestiones que se realizaron en los medios estatales. Imagínense qué difícil es que un ciudadano defienda sus medios si el que está a cargo se declara un idiota inútil. La gente ve que se gasta, que el producto no es bueno y no sale a defenderlos”, indicó. Por último, dejó claro que “debe haber mecanismos que aseguren una mayor participación de la gente. Si el Congreso, en vez de tener vallas, permitiera el acceso de la gente para ver cómo peleamos y discutimos y no sólo por lo que se dice en la televisión, se valoraría a los que no son corruptos y hacen un esfuerzo para que las cosas salgan adelante”, dedujo Parentella, la única legisladora aplaudida en la sala.

El rol del Estado y la transparencia

El periodista de radio Ciudad Jorge Dorio explicó desde adentro cómo es necesario construir transparencia en el manejo de un medio del Estado. Responsable del acuerdo con la BBC, el conductor aseguró haber “reformulado la agenda de noticias” en la emisora como una manera de mostrar la variedad de voces a las que puede hacer lugar un espacio público. “Queremos levantar la voz y vamos tras la ampliación de la cobertura”, indicó en medio de acotaciones cómicas para la audiencia. Para él, la base de su entendimiento como radio es explicarle a la gente “desde qué lugar estamos editorializando” y “respetar sus intereses”. El director de la carrera de Comunicación Social de la UBA, Damián Loretti, un experto en legislación foránea sobre el tema, sintetizó que el eje de la discusión es ver “cuál es el rol del Estado para satisfacer la necesidad de comunicación de la gente”. En este ámbito, defendió la idea de autarquía pero puso reparos a la implementación de una radiodifusión no comercial como impulsa el sector privado. “En esta fotografía, donde en el mejor de los casos hay un solo canal de aire en algunas provincias, hay que ver si el rol de subsidiariedad del Estado merece seguir siendo contemplado como está. Es imposible hoy que el Estado de presupuesto suficiente”, remarcó Loretti. Por otro lado, el abogado contó que “uno de los defectos del decreto 94/01 (dispuso el multimedios oficial) es que creó una sociedad que jamás se constituyó. Una de las observaciones de la Sigen es esa. Está armada pero no está terminada de inscribir. Lo que implica la responsabilidad personal de cada uno de los directores, de su propio patrimonio”.

EL LOCUTOR VA POR LA LEY DE AUTARQUiA EN LA EMISORA

Badía: “Quiero ser el último director
de Radio Ciudad puesto a dedo”

"Quiero pasar como el último director de radio Ciudad elegido a dedo por el jefe de Gobierno de turno. Por eso presento ya mismo un proyecto de ley de autarquía que se está consensuando dentro de la radio. Si algo servía mi gestión era para que tuviese una ley que la defendiese en los próximos años de esta subjetividad oficialista. Pero que además la defendiese de la tendencia que aparentemente se manifiesta respecto que los medios públicos no es útil ni es necesario”, afirmó con énfasis el locutor Juan Alberto Badía, líder de las emisoras porteñas AM 11.10 y FM 2X4 desde hace dos años. “Lamento mucho que esté tan caído en su lucha hoy Marcelo Simón. Cuando uno acepta este tipo de desafíos, lo hace porque se cree capaz de conseguir ciertos objetivos y porque tiene clara su honradez, decencia y transparencia. Si un día paso sentado sin poder ir en busca de los objetivos planteados debería inmediatamente renunciar. Yo no me resigno”, se diferenció el directivo sobre sus planes de acción. Para Badía, “la historia de los medios públicos en la Argentina están tan relacionadas con lo oficial y tan poco con lo público”. Para él, la autarquía de la emisora la despeja de los cambios de Gobierno. Y la posiciona como el medio que mejor representa a la gente: “atiende a las minorías, a aquello que no es apetencia de lo comercial, a aquello que da lugar al pensamiento”. En este sentido, el locutor entendió que “la radio no tiene que involucrarse en el pensamiento comercial porque seguirá en el búsqueda de un objetivo fijo que es el dinero, el rating como valor”. Asimismo, se mostró cauteloso ante las posibilidades de autofinanciamiento: “tiene restricciones y estamos destrabándolas porque es lo mejor para ser transparente. No estoy de acuerdo en vender espacios porque se entregan contenidos”, remarcó. Desde otro lado, alejó la idea de lamentarse por la entrega de la frecuencia 710 a Daniel Hadad y estimó que su próximo paso es garantizar que la estación se escuche en la propia Capital, donde aún persiste su baja penetración. La razón: la planta transmisora de más de 50 hectáreas en Ingeniero Maschwitz “es inadecuada para la frecuencia 1100 Khz”, dijo Badía. Por eso ahora busca el traslado de la planta al Mercado Central. La operación, que ya tiene aval de la Legislatura y la secretaría de Hacienda porteña se financiará con la venta de los terrenos de la actual instalación, suma que además alcanzará para aumentar el patrimonio de la comuna. Otro de los planes que el funcionario se encargó de repetir como un logro de su gestión es el fin de los contratos basura en las radios. “No puede ser que el operador gane menos que el ascensorista que lo trae. Vamos en busca de la jerarquización. Hay gente con 25 años que tienen contratos trimestrales o mensuales”, indicó. Por último, Juan Alberto Badía promocionó el convenio con la BBC de Londres por el cual las radios se convirtieron en socias de los proyectos británicos. Pese a las diferencias presupuestarias (la cadena inglesa gasta por año 10 mil millones de euros y las radios porteñas 3.700.000 pesos), el radiodifusor indicó que el acuerdo les conviene “nos va llevar al satélite y nos va poner en Internet”, señaló.

DOS DE LOS FUNCIONARIOS QUE MAS CONOCEN AL CANAL 7

Gerbasi y Hermida pidieron mayor
cobertura y contenidos masivos

Si hay algo que César Gerbasi, gerente de ingeniería de Canal 7, siempre mantiene como lema en cualquier exposición que participe es la defensa de la televisión abierta, masiva y gratuita. Esta vez no falló a su discurso y en la mesa sobre “Trabajo y Gestión en los Medios Públicos”, el funcionario expresó: “La frecuencia de aire es un bien muy escaso y por eso no puede ser para una minoría. De ahí nace el concepto de destinarla al televidente difuso, no segmentado. Los medios públicos, para ser considerados como tal, tienen la obligación de penetrar masivamente”. En este sentido, el director de Fomento del INCAA y ex de la emisora estatal, Rodolfo Hermida, destacó: “Un medio público tiene que estar al servicio de los que no tienen voz, de los marginales, de la educación, de la calidad artística. Es necesario que el ciudadano tenga la alternativa de elegir un excelente programa en el horario que el resto pone al aire basura”. Para garantizar esa pluralidad, el funcionario resaltó la idea de “una red de televisión pública que ponga énfasis en la TV regional. Las repetidoras del 7 son una falacia porque todos sabemos que hay cabeceras de provincias donde no funcionan”, aseveró indignado. Por su lado, Gerbasi no ahorró críticas al papel de los gobernantes con la emisora. Pero destacó la marcha atrás impuesta por Duhalde a un decreto privatizador de Carlos Menem que buscaba la licitación de la frecuencia. Sin embargo, el peso de las distintas administraciones sobre la estación estaatal dominaron gran parte de ambas presentaciones. “La gran mayoría de la gente que está en el canal –apuntó el ingeniero- cree en un concepto y en un principio que no se van a terminar fácilmente. Las dificultades que el canal ha tenido han sido producto de gobiernos que han impreso sus huellas negativas. Eso que la gente ande dando vueltas por los pasillos tiene que ver con aquellos que trajeron a esa gente. Hay capas geológicas de secretarias de tres generaciones que provienen de todas los sistemas de gobierno de la Argentina, inclusive de la dictadura”, graficó. Hermida, en tanto, sugirió: “No se puede decir si hay mucha o poca gente hasta tanto no haya un proyecto. Porque puede ser tan bueno que después aparecemos con que falta gente. El canal 7 no sólo se concibió como emisora sino como un centro de producción”. “Hemos tenido funcionarios que han venido a apuntalar internas partidarias. Otros hicieron negocios comerciales para su propio bolsillo. Y muchos instalaron la campaña electoral del gobierno de turno. Hoy, la única manera que los medios públicos pueden desarrollarse es teniendo una infraestructura, una conducción, una filosofía para un consenso de trabajo que sea al margen de las cuestiones gubernamentales”, indicó Gerbasi. También crítico por las consecuencias de la clase dirigente, Hermida calificó como “muy grave” que todo pase por los vaivenes políticos. Y es un problema dejar esto en sus manos porque son muy ignorantes los políticos; atrasan 30 años”, vociferó en medio de risas al tiempo que pidió por un plan coherente como única salida al cambio. El bombazo de Simón sobre una posible intención para cerrarlos, provocó en el directivo una postura inamovible: “Es algo que no se negocia, que no se tocará jamás. Más aún cuantos más personajes perversos estén apareciendo en los medios”. Los dos también recalcaron el cambio positivo que produjo el gobierno de De la Rúa en la programación del canal. Y por igual denostaron al directorio asignado para conducir los destinos del medio. “Hubo gente muy ecléctica que nos hizo fracasar”, se quejó Hermida. “Lo que fue mostrado como el mayor éxito de gestión de la Alianza se destruyó ahí dentro”, contó Gerbasi. En cuanto a la financiación, éste último comentó casos internacionales y relató que en Estados Unidos, “nadie cuestiona el financiamiento de la TV pública por parte de Estado. La radio y la TV pública tienen una jerarquía e importancia tal que a nadie se le ocurriría no mantenerlas por cómo colaboran en la formación de la sociedad”.

DEFENDIO EL PAPEL FORMATIVO DE LOS MEDIOS

Gustavo López cargó contra los
diputados e instó a dar revancha

El número 1 del Foro y principal impulsor del debate sobre los medios públicos tuvo que cambiar cinco veces su discurso. Es que fue el último orador de la jornada. Y a su turno no sólo fustigó el papel del Congreso para proteger a la radio y la TV, sino que dio pie para que los responsables aprovechen la crisis e inicien el viraje en la conducción de estos bienes nacionales. “Yo comparto que la ley (de radiodifusión) no salió por las enormes presiones. Pero también está la responsabilidad de los diputados, que están para soportar las presiones. No he escuchado hasta ahora ninguna expresión que diga que debe haber un sistema de medios públicos del Estado y no del Gobierno. Sancionémoslo entonces. Nadie dice lo contrario y si alguien cree lo contrario será el ejecutivo de turno traicionando los intereses de toda la sociedad. Terminemos con esta historia cíclica de error tras error”, deslizó el ex interventor del Comfer en el teatro céntrico. Confiado, López dijo que para eso “no hay que inventar nada. Hay cantidad de proyectos presentados y debe salir el mejor. La vida siempre nos presenta oportunidades y hoy es el momento de dar revancha”, advirtió. Por otro lado, pese a ironizar sobre si al presidente de la BBC se le hubiese ocurrido cambiar el logo al asumir, en clara alusión a la modificación reciente realizada por la gestión de Simón, el subsecretario de gestión e industrias culturales de la Ciudad olvidó resaltar –luego se lo recordó un asistente del público- que el gobierno de la Alianza también hizo lo propio en mayo de 2000. Más allá de la salvedad, López reconoció que “estamos donde llegamos y hemos trabajado para esto. Porque si el presidente De la Rúa dijo que quería reglamentar la ley de RTA y después la vetó, es responsable. Estamos así por todo lo que hemos hecho”, disparó. Para él, los demás países están adelantados en el manejo de sus medios porque trabajaron en ese sentido y no conciben los cambios como el modelo argentino. “A nadie se le ocurrió en Francia que al presidente del consejo supremo de la TV se lo cambie cuando asuma otro Presidente de la República”, graficó el funcionario. Entre otras materias pendientes, López coincidió con Rébora en la idea de un sistema de medios del Estado que no vendan publicidad y con un presupuesto garantizado. “No pueden los canales privados subsistir con la publicidad menos los públicos”, reflexionó. Para el subsecretario es necesaria la producción de “contenidos de calidad, regionales, convenios con las universidades, transmitir educación a distancia. En un Estado como el nuestro, fragmentado no sólo en el acceso de la información sino también en la educación, el papel de los medios públicos tiene que ser significativo para terminar con la brecha del conocimiento. Deben llegar con los contenidos que no ofrecen otros”. “Algunos creen que la cultura es algo secundario y que hay que tener en un país con recursos –reforzó-. Pero la discusión cultural es anterior ya que define los modelos económicos. Los ministros de economía siempre van a decir que en un país que no come para qué vamos a gastar en televisión pública. Lo que desconocen es que a través de un sistema lo que se puede hacer es que la gente se entere que tienen derechos y podemos ayudar a que cambie el modelo económico de este país y deje de conducirnos a la miseria” remató entre aplausos de aprobación.

Privados: no a la publicidad

Los medios públicos tienen una finalidad no comercial y no deben financiarse mediante la obtención de recursos publicitarios. Los mercados no están en condiciones de sustentar la oferta de medios que tiene nuestro país: ni siquiera la de las radios con licencia”, entendió el secretario de ARPA, Edmundo Rébora. El directivo, que también participa en CEMCI, opinó: “Es necesario que el Estado concentre los recursos para el sistema y los gaste bien. No se podría garantizar que accedan al menos a un 30% del mercado publicitario como en otros países europeos porque eso podría llegar a distorsionar sus contenidos y no tendría beneficios trascendentes”. Rébora está convencido que para eso hace falta la autarquía de los medios y una total independencia del gobierno de turno. “Sólo así podrá manejar su propio presupuesto”, expresó el asesor legal de radio Continental. Para él, si esto se lograra “buena parte de la batalla estaría lograda”. Y entre los resultados positivos destacó un eventual mejoramiento en los contenidos: “El principal objetivo de los medios públicos es cubrir el bache que hoy el oyente padece. La radiodifusión pública tiene que hacer aquello que los mercados publicitarios condicionan a los medios privados”, dedujo.