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Hasta ahora solo existia un antecedente en España

Radio de la Ciudad incorporó al primer Defensor del Oyente del país

Se trata de Guillermo Jelen, quien escuchará los reclamos de las personas que se sientan afectadas en sus derechos como consecuencia de expresiones que hayan salido al aire en la emisora porteña.

El “guardián” de los oyentes pasea por los pasillos, ya que todavía no tiene su propia oficina. Algo lógico, si se piensa que es el primero a nivel nacional en esta función y el segundo en la radiofonía mundial (el pionero es el periodista español Patricio Gutiérrez de Radio y Televisión de Andulucía). En la Argentina, el puesto recayó en Guillermo Jelen, la actual voz institucional de la estación, licenciado en Comunicación Social y locutor de FM Aspen.

¿Cómo llegó la propuesta de ser el Defensor del Oyente de la emisora?

El director, Carlos Ulanovsky, tuvo la iniciativa y organizó un concurso interno, en el que nos presentamos seis personas; finalmente, quedé seleccionado. El trabajo es ad honorem y recién estamos empezando, de hecho todavía no tengo un lugar asignado...

¿Cuáles son tus funciones?

La idea es brindar respuestas con relación a las expresiones que se hayan emitido en Radio de la Ciudad. Incorporamos un número (4110-1120), en el que se recepcionan las quejas. Aunque esto es algo que todavía los ciudadanos deben aprender, pues el Defensor del Oyente es una figura sin antecedentes en el país. Algunos dejan pedidos que son de la competencia del ombudsman del pueblo, o cuentan problemas personales. Pero no estoy para eso, sólo me ocupo de aquellas cuestiones en las que los ciudadanos se hayan sentido vulnerados, ofendidos, agraviados o discriminados en sus derechos, como consumidores de medio; incluso debido a una incorrección idiomática.

¿Hasta dónde llega tu responsabilidad ante el oyente?

Mi labor es recoger los reclamos y chequear que sean legítimos - existen grabaciones y registros de todo lo que sale al aire -. Luego hablar con el “denunciado” y explicarle el problema, para que dé su versión de los hechos. Si estamos de acuerdo, se hace una rectificación al aire. De todas formas no tengo autoridad para exigir, sólo puedo sugerir o insinuar una reparación.

¿Cuáles son tus criterios?

Es bueno lo que planteas. Creo que habría que tener un reglamento interno para las resoluciones, pero no sé si todas las situaciones son pasibles de ser previstas...

No las situaciones, pero si las pautas...

En primer lugar se pide al oyente que se identifique, con nombre, apellido, teléfono y número de documento. No se toman mensajes anónimos. Por mi parte, trato de preservar el derecho de todo hombre a informarse con veracidad, corrección y sin falsedades. Los medios de comunicación poseen un rol social importantísimo, no sólo informan y entretienen, sino que también educan. Por ejemplo alguien se quejó porque se sintió afectado por un comentario ofensivo hacia el himno nacional, que hizo un comunicador en su programa. En este sentido, el respeto a los símbolos patrios, los cultos o las culturas, son pautas a considerar.

¿Cuántos mensajes se reciben por día y cuáles son las críticas más frecuentes?

Desde el 14 de septiembre, que fue cuando empezamos, recibimos un promedio de 8 o 10 testimonios diarios. Generalmente, la audiencia está descontenta por la clase de música que incluímos en la emisora. Pero sucede que no tengo ingerencia en estas cuestiones; ya que no es una radio de música, sino una AM de contenidos periodísticos. También existen muchos reclamos que son ajenos a mi función. Por ejemplo, algunas personas no están conformes con los servicios informativos de la BBC de Londres, sienten que es un discurso ajeno a Radio Ciudad. Si bien no es de mi competencia, ya que no puedo levantar ni sumar un programa, lo transmití al director. Tampoco me ocupo de las opiniones, salvo que sean xenófobas, pero no puedo juzgar el pensamiento de los conductores.

¿Y qué pasa si, por ejemplo, un periodista habla positivamente de Rafael Videla?

Tendría que analizarlo... (piensa). Creo que apoyar a Videla, después de todo lo que se sabe y de más de 20 años de Gobierno democrático, es ofensivo. Es casi apología del delito. En ese caso, si existen reclamos o incluso de oficio, actuaría.

¿A quién le rendís cuenta de lo que haces?

Hablo con el director cuando siento que la situación es conflictiva. Tenemos un pequeño reglamento, que dice que el Defensor tiene autonomía, pero yo estoy haciendo camino al andar, y si bien tengo la última palabra, necesito escuchar otras posiciones...

¿Hasta dónde llega tu poder de respuesta?

Hasta la rectificación, en general la gente no pretende más. El hecho de tener un referente y recibir una réplica es suficiente.

¿Existe algún tipo de relación o posibles líneas de contacto con el Defensor del Pueblo?

No por ahora, pero es la idea. Hablamos con Ulanovsky sobre la posibilidad de armar una reunión con los defensores del Pueblo de la Ciudad, Alicia Pierini, y el de la Nación, Miguel Angel Romero. Por ahora estamos en el camino del ensayo y del error. Y desde el 1° de octubre, los viernes a las 19.30, tengo un programa de 20 minutos, donde contesto al aire consultas.

¿Es posible que se instaure algo así en un medio privado?

Sería muy saludable. El ombudsman del televidente o del lector es la manera que tiene el medio de comunicación para decirle a su público que se puede equivocar y que además se preocupa por ello. Puede traer algún dolor de cabeza, pero creo que es algo a favor. Haría más creíble al diario, al canal de TV o la radio que lo implemente.


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