Página 13

UN GIRO INESPERADO DEL GOBIERNO NACIONAL

La Argentina, más cerca de Brasil
para definir la TV digital

> Desde 1998, el país mantiene una elección formal del sistema americano ATSC. Pero ahora el presidente Eduardo Duhalde salió a respaldar un proyecto de norma digital con Brasil y China que impulsó la secretaría de Ciencia y Tecnología. La Secom no estaba enterada. Habría desconcierto en la industria local

En forma inesperada, el Gobierno argentino sorprendió a la industria local al apoyar un acuerdo bilateral con Brasil para desarrollar, en conjunto con China, una nueva norma de TV digital con el fin de liderar el mercado del cambio tecnológico en la región. El proyecto quedó en manos del secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Julio Luna y del ministro de Ciencia y Tecnología de Brasil, Roberto Amaral, los que presentaron la iniciativa el 19 de febrero al presidente Eduardo Duhalde y de inmediato se alzaron con el visto bueno del primer mandatario. La iniciativa tomó por asombro al área que tiene a cargo la definición del cambio digital, la secretaría de Comunicaciones, donde se desconocían los planes de otro sector del Gobierno respecto de un proyecto tan significativo para la TV. Al parecer, el número 1 de la Secom, Eduardo Kohan, se habría molestado por esta decisión y ahora estaría estudiando cómo salvar este aparente conflicto entre dos áreas del Estado nacional con intereses semejantes. Desde 1998, la Argentina comprometió su elección de la norma ATSC (americana) tras una resolución del cuestionado ex secretario menemista Germán Kammerath. Y desde entonces, ningún funcionario avanzó con el tema luego de numerosas críticas hacia el escogimiento oficial debido a que el mismo se efectuó sin pruebas y sobre la base de una experiencia taiwanesa. Las claves del proyecto La idea que trajo Amaral a Buenos Aires tiene el sello de Luiz Inacio “Lula” Da Silva. Pretende conformar un bloque regional que se anime a la producción de tecnologías, evite la importación de productos y deje librados a estos países de la dependencia americana en la elección del sistema que dominaría a más 1.500 millones de televidentes en todo el mundo. El ministro brasileño le prometió al Duhalde que se “conformaría un desarrollo propio entre estos tres países para la transmisión digital, que sería diferente a las tres normas ya existentes”. Julio Luna, avanzó más allá de la televisión y confirmó que el acuerdo se trata de “un proyecto de alto calibre referido a las tecnologías digitales”. En cuanto al lugar de elaboración de esta nueva norma, comentó: “La idea que ya tenemos con Brasil desde el año pasado es trabajar en laboratorios binacionales, con un status jurídico binacional. De esta manera, sería lo mismo que esté en Argentina o Brasil. Nosotros tenemos buenos científicos que se incorporarían a este proyecto”. Sin embargo, el eje del plan es ponerle un tope a la avanzada estadounidense que pretende contagiar el modelo técnico y económico de su norma ATSC por toda la región. En este sentido, Luna admitió que Estados Unidos estaría “disconforme” con esta iniciativa. “Nosotros también estamos disconformes con las pautas que nos rige el Fondo Monetario Internacional, por las cuales no podemos hacer mayores inversiones en el Presupuesto Nacional, sin disponer del crédito del BID de 109 millones de dólares. Tenemos en el Banco Nación el dinero disponible para gastar, pero nos imponen un determinado déficit del presupuesto que lo impide”, aclaró el secretario. Por su parte, Amaral amplió aún más esta política antiestadounidense: “Siempre nuestros países tenemos que elegir una tecnología que nos imponen los países desarrollados. Ellos crean la tecnología y para nosotros cabe solamente elegir una de las tecnologías ofertadas. La intención es salir de este círculo vicioso y construir nuestra propia tecnología”, indicó. Para graficar el sustento del plan, Amaral esgrimió: “En Brasil hay un gran mercado, junto con Argentina formaremos en América del Sur un gran mercado y con la asociación con otros países, por ejemplo China, podremos establecer un mercado mayor. En este caso el mercado más grande de aparatos de televisión del mundo”, arriesgó exultante ante los periodistas. “Si tenemos condiciones tecnológicas, si tenemos condiciones de mercado donde viavilizar las inversiones para la producción de nuestro modelo, ¿porqué vamos a importar tecnología ajena?”, se preguntó el funcionario carioca. Desde el lado argentino, Luna se animó a poner en igualdad de condiciones la situación de ambos países. “Los dos tenemos que cambiar los modelos económicos neoliberales, en los cuales no hay un desarrollo productivo de base tecnológica y en consecuencia no hay una demanda de aplicación del conocimiento en forma de tecnología que demanden todos los recursos de excelencia que tiene Brasil y Argentina, para aplicarla a la generación de riqueza que detrás de ello trae el empleo calificado”, destacó el secretario argentino

LA REACCION DE CAPER

Cautelosa, la industria local
analizará el acuerdo

Cuando un acuerdo binacional con Brasil parece encaminado a torcer el rumbo en el desarrollo de un modelo de TV digital, la industria local se convierte en uno de los principales referentes al momento de discutir y analizar los alcances del cambio. La Cámara Argentina de Proveedores de Equipamiento para Radiodifusión (CAPER), la principal entidad en el país con directa relación al tema, espera tratar el convenio en los próximos días al vislumbrar el incipiente interés que la noticia despertó en el sector. “Si bien hasta el momento no hemos tomado conocimiento del acuerdo en su totalidad dentro de la comisión, entendemos que el mismo va a ser tratado en breve e incluso será un tema a debatir en el encuentro anual de la Cámara”, explicó a R&TA el gerente ejecutivo de Caper, Eduardo Cúneo. “Esto ha sido una decisión política al igual que la de la adopción de la norma ATSC –arriesgó el ingeniero- pero una cosa es un acuerdo de intención que haya firmado el Gobierno y otra que se lleve a la práctica en breve”, puntualizó. Consultado por la reciente inclusión de la agrupación como miembro del ATSC Forum, Cúneo aclaró: “No es que Caper ahora apoya sólo a la norma americana. Ya éramos socios de ATSC desde hace 5 años y en 2002 se dividió para crear el Foro de debate y promoción. Por eso Caper quedó incorporada de ese lado; fue un traslado interno”, dijo el gerente. Cuando se conoció la noticia, a muchos les llamó la atención que la cámara se mostrara por primera vez inmersa en el mundo de la ATSC. Es que desde hace varios años Caper se ha mantenido neutral ante los sistemas de TV digital y hasta se abstuvo de votar en la consulta pública que el gobierno convocó para definir la norma, en 1998. “Si tomáramos la bandera en un solo sentido estaríamos menoscabando a los socios que fabrican o distribuyen equipamiento para otro estándar”, entendió Cúneo. En Caper, más de un integrante comercializa elementos para la transmisión en el sistema americano y el europeo, DVB. “Siendo una compañía de origen estadounidense, Harris no va a dejar de fabricar transmisores para uno de los dos y así atarse a un estándar”, entendió el ingeniero

INICIATIVA DE LA DIPUTADA CECILIA GONZALEZ CABAÑAS

Piden que el Gobierno defina la norma

En medio del acuerdo de intención para el desarrollo de un sistema de TV digital para el Mercosur, la diputada correntina por el PJ Cecilia González Cabañas presentó un proyecto de ley para que el Gobierno efectúe estudios de factibilidad técnica en el desarrollo de una norma propia. Según la legisladora, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología sería el encargado de aplicar la medida dentro de los 90 días de aprobada la norma. Y el Poder Ejecutivo deberá destinar las partidas presupuestarias que se necesiten para llevar adelante la misión. La idea de González Cabañas es aprovechar este incipiente proceso de sustitución de importaciones para generar dentro del propio territorio nacional toda la tecnología necesaria en pos de un sistema digital de avanzada. “Es imprescindible y elemental –expresó la diputada- generar este tipo de iniciativas, dado que la importación de tecnología es más que costosa, considerando además las potencialidades de nuestros jóvenes científicos brillantes que nuestro país posee”