R&TA :: MEDIOS | ED. 82 > PAGINA 14

Luchando contra los molinos
de la indiferencia

Por Osvaldo Palladino
Asociación Argentina de Sordos

Después de haber tocado fondo en la crisis más grave de la vida de la Argentina, en lo que podríamos llamar “el diciembre Negro de 2001”, cuando se perdieron los valores y los controles más elementales que hacen posible y racional la supervivencia de un país... Como siempre sucede, un estado de crisis viene precedido por un sentimiento de pánico frente a lo desconocido, en primer lugar; y luego por una concientización y sentimiento de culpabilidad, y esto nos lleva al análisis de los efectos y de las causas de esa pérdida de los valores humanos elementales. Se desnudan falencias que se vislumbraban pero de las cuales nadie se dignó a hablar y se comienza a desmenuzar sus consecuencias a los efectos de revertir la situación. Se habló de la falta de valores éticos y morales en la clase gobernante, se habló de la corrupción vergonzosa y galopante, y se denunciaron estadísticas del deterioro social y humano de la población de nuestro país. Sin embargo, sobresale una gran verdad, y esta verdad es la que dice que nuestro pueblo es culpable de todas sus penurias por su falta de compromiso político, por su falta de actitud solidaria, y por prestarse al juego de las clases políticas, las cuales se suponen que sean órganos representativos de sus sentimientos, y no dueños y señores de su vida... Y a partir de esta concientización surgen cambios en el enfoque de las cosas más elementales, y una readaptación de los valores esenciales hacía una realidad netamente nacional y se toma conciencia de la necesidad de cambios de fondo, en el fuero social, político y económico. Con la devaluación de la moneda se sepulta la fantasía de una Argentina Potencia, y se establecen patrones de conductas para “una refundación de nuestro país”, creándose una conciencia de productividad y de consumir lo argentino. Más allá de las tormentas que todavía persisten, porque todos los cambios traen aparejados pérdidas de privilegios en algunos sectores de la población, que es un precio que inevitablemente había que pagar, se llega a la conclusión de que además se debe fomentar fundamentalmente una mentalidad de solidaridad para ayudar a todos aquellos que han sido marginados en todos los sentidos a través de los años de la mentirosa bonanza. Entre estos esfuerzos mancomunados por rescatar los valores intrínsecos de lo nacional, hay un grupo de sordos trabajando en la subtitulación de los programas de la televisión abierta, una necesidad impostergable para las personas con discapacidad auditiva. Sin embargo, sus esfuerzos generalmente caen en el vacío, chocando como Don Quijote de la Mancha contra los molinos de la indiferencia... Una indiferencia política que demora la instrumentación de una ley que sería más solidaria que otra cosa, y la indiferencia de la fría insensibilidad de parte de las autoridades de los canales, que se manejan con números y estadísticas, antes que privilegiar un cambio que a ellos no les significa grandes gastos. Y esto necesita un nuevo análisis, aquel que irrefutablemente nos diría que a lo mejor “la sensación de la calma chicha” que estamos viviendo después del caos, es apenas una fachada, otra mentira. Porque mientras los cambios no sean realmente de fondo, y más que nada solidarios, es difícil que Argentina renazca. Existen 3 millones de personas que, en diferentes grados, sufren de depreciación auditiva. Constituyen lo que se llamaría la Comunidad Silenciosa Argentina, quienes QUIEREN OÍR, y no los dejan. Estos 3 millones de personas no son gente enferma o enfermos terminales, son ciudadanos dignos como cualquier otro, solo que tienen déficit auditivos y no por eso dejan de tener una conciencia nacional. Están hartos de consumir productos de televisión con “mentalidad extranjera” y quieren tener acceso a los programas nacionales, aprender a hablar “en criollo”, más que hablar “gringo”. Tres millones de personas constituyen un mercado potencialmente poderoso, que aparentemente nadie se ha tomado el trabajo de investigar. Si empezamos discriminándonos entre los propios argentinos, estaremos discriminando el nacimiento de la imagen de una Argentina distinta. Por favor, no pongamos más piedras en el camino, y seamos solidarios entre todos... Cualquiera de ustedes que experimentan nuestros reclamos desde una visión objetiva, deberían saber que está discapacidad en el día de mañana podría ser una realidad triste para ustedes mismos, tal vez por causas de depreciación de la salud o por la simple amortización que traen aparejados los años. ¿Tienen realmente idea de cuantas personas mayores de edad sufren incapacidades auditivas?, En cierta forma, al condenarnos a nosotros al ostracismo se estaría condenando a ustedes mismos en un futuro mediato. Tomen conciencia de esto y procedan en consecuencia

Telecomunicaciones: lanzaron nuevo libro sobre marco regulatorio

Luego de una minuciosa recorrida histórica y jurídica de las telecomunicaciones, los doctores Claudio Schifer y Ricardo Porto lanzaron “Telecomunicaciones, marco regulatorio”, un libro que analiza los reglamentos de licencias, interconexión, servicio universal, espectro radioeléctrico, los organismos internacionales y nacionales del área y las problemáticas que afrontan las empresas, cooperativas, clientes y usuarios en este campo. La obra incluye el tratamiento de los servicios de telecomunicaciones, el debate sobre su calificación como servicios públicos, las cuestiones relacionadas con las atribuciones del Estado Nacional, provincias, municipios y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El texto también cuenta con jurisprudencia relacionada a la materia. De esta manera, el libro indaga en la faz técnica de los servicios de telecomunicaciones, en el ordenamiento jurídico de Internet, en la problemática del espectro radioeléctrico y en la dinámica de las comunicaciones satelitales. La obra concluye con el análisis político, jurídico e institucional de la amplia y variada normativa dictada para el sector, detallándose los desafíos del nuevo siglo signado por la integración de servicios y la convergencia tecnológica. El texto, editado por El Derecho, cuenta con 17 capítulos que profundizan en temas de las telecomunicaciones como la privatización, la desmonopolización, la desregulación, los prestadores y las cuestiones judiciales, entre otros. Según Porto, el libro “tiene una vigencia importante porque este es un año electoral. Este texto trata fundamentalmente la difusión de las ideas políticas y lo relacionado a las campañas electorales. De modo que el comentario general de los lectores estuvo signado por lo oportuna que es la obra. Hay capítulos que tratan los actos del gobierno y la utilización de los espacios gratuitos, por ejemplo”. En este sentido, el autor sostuvo que “hay infinidad de obras en derecho político. Pero en el tema de la difusión de las ideas políticas, el marco regulatorio y las campañas electorales vimos que había una carencia. Entonces nos pareció oportuno llenar ese vacío para poder hacer un aporte en este área. Es un libro práctico, útil para los titulares de los medios para conocer en detalle las reglas de juego en la difusión de la política”