Entrevista
a Julio Bárbaro, interventor del Comfer
"Hay
que poner un tope a los programas de religión en los medios"
El
funcionario afirmó que habría que “poner un tope”
a la cantidad de horas que se emiten este tipo de programas. “¿Este
es un derecho de la religión o una agresión del culto a la
libertad de expresión?”, se preguntó. También
anunció que el Ejecutivo derogará el decreto 1214, que habilita
a los gobiernos municipales y provinciales a acceder a licen-cias. Y criticó
a los que señalan que la ley de penalización afecta al Pacto
de San José de Costa Rica: “es un argumento insólito”,
manifestó. En cuanto a la sanción de la ley de Radiodifusión,
reveló que los medios y los diputados “no se concentraron en
la ley este año”, aunque estimó que en 2004 la norma-tiva
“sale”. Adelantó que simplificarán las condiciones
de los pliegos y admitió que queda pendiente la implementación
de un tope a “la concen-tración de medios”.
¿Cuál
es el saldo que hace de este año en materia de radiodifusión?
El Estado volvió a ser receptor de las opiniones de la sociedad.
Y esto se da en todas las áreas. Una deuda es la sanción
de la ley de Radiodifusión, que no se podría haber sacado
este año porque las urgencias que la crisis arrastraba, hacían
que este tema no fuera el central para el Gobierno. Pero ahora el Senado
está tratando la reforma del artículo 45 que impide el ingreso
de cooperativas y mutuales. También se derogará el decreto
1214, que habilita a los gobiernos municipales y provinciales a acceder
a licencias y es muy mal visto por los medios de comunicación.
Hace unos días, una veintena de asociaciones sacaron una solicitada
para manifestar su oposición al proyecto de penalización
para medios ilegales. ¿Se continuará impulsando la sanción
de esta ley?
En la Argentina existe un argumento insólito, que señala
que la penalización al radiodifusor de una radio afecta al Pacto
de San José de Costa Rica. Un día van a decir que el semáforo
afecta la libre circulación de la gente por la calle. Se penaliza
dando seis meses para que se legalicen todos con un simple tramite. De
ahí en más, el que abra una radio sin permiso del Estado
será penalizado y decomisado. En las zonas de conflicto vamos a
buscar criterios que tengan que ver con la antigüedad y con la ubicación
en el dial. De todos modos, la penalización de la radio y el cable
tiene que estar separada porque no es lo mismo que una persona se cuelgue,
a otro que afecta a las radios. Uno es pobre y otro es inversor.
¿Qué es lo que queda pendiente para el año
que viene?
Queda pendiente un tope a la concentración de medios que limite
a las repetidoras televisivas y radiales, para que no puedan superar el
20%. El mercado es un riesgo porque algunos actores tienen una presencia
concentrada. Para contribuir a la diversidad se van a entregar más
licencias de televisión pero a partir a la obligación de
producción regional.
También hay que discutir la presencia de la religión en
los medios de comunicación. No me gusta llegar tarde a casa y saltar
de un pastor a otro. Y en la radio ocurre lo mismo. ¿Este es un
derecho de la religión o una agresión de la religión
a la libertad de expresión? Si un radiodifusor presenta un proyecto
cuando adquiere una licencia y después alquila sus horas, ¿de
qué sirve que yo lea ese proyecto? La solución sería
ponerle un tope a la religión.
Hoy, la Justicia es la que ordena el espectro radioeléctrico. Gran
cantidad de medios funcionan porque obtuvieron un amparo. ¿Cómo
se soluciona esto?
Con una ley. Cuando una ley es específica, limita a la Justicia.
Cuando una normativa es laxa, el juez tiene libertad de ingreso.
Para concretar todo estos objetivos se necesita una ley...
Pero la ley de penalización y la reforma del artículo 45
avanzan hacia esta normativa.
¿Porqué este año anunció que Diputados
avanzaba con la ley y después se supo que no habían hecho
ninguna modificación al proyecto desde 2001?
El arrastre de conflictos era tan grande, que la ley no entraba. El Gobierno
tenía por delante la negociación de la deuda y el cronograma
electoral.
Pero cuando este Gobierno inició su gestión, ya sabían
que tenían estos temas por delante...
Pero el Gobierno prioriza. Recién ahora hay un consenso que no
había hace cuatro meses. Todo se fue clarificando. Los medios y
los diputados no se concentraron en la ley. Estábamos en un Parlamento
unido a otra idea de sociedad. Cuando leí el proyecto de 2001 que
había en Diputados, tenía que ver con una concepción
del ayer. Estaba pensado para medios de alta rentabilidad y quería
ser ejecutado en un momento de medios quebrados. Un proyecto de esta magnitud
se sostiene en una sociedad con ideas, proyectos y equilibrio.
¿El año que viene se darán estas condiciones para
la sanción de la ley?
Creo que la ley sale, porque hay definiciones en todos los sectores. Había
una concepción de los medios grandes de que ellos tenían
el poder para no necesitar la ley. Pero este Gobierno les planteó
que no será fácil de manejar. Esto llevó a un cambio
de pensamiento y ahora todos necesitan la ley. Cambió la relación
entre el poder económico y el poder político. Con esta gestión,
se siente más tranquilo el medio chico que el grande.
¿Se les permitirá a las cooperativas ofrecer un
servicio público y cable a la vez?
No pueden haber pueblos donde la persona que no paga la luz, le cortan
el cable. Hay cooperativas que manejan ambos servicios. El cable tiene
que ser una industria separada.
¿Van a cambiar las condiciones de los pliegos para las
licitaciones de licencias?
Vamos a simplificar las condiciones. Hasta ahora el Comfer hacia pliegos
para que los llene un gestor y ahora es un pliego para que lo complete
el radiodifusor.
Hace unos días usted declaró que SADAIC perjudica
a los medios. ¿Por qué?
Yo pienso sentarme con SADAIC y llevar este tema al límite. Me
parece que defiende derechos, pero también conculca otros ajenos.
Con este organismo, se creó una suerte de AFIP libre. Los derechos
de SADAIC no puede llevar a la destrucción financiera de las radios.
Y en muchos casos está ocurriendo esto. Son infinitas las quejas
que tengo en este sentido. Mi intención es sentar a las partes
y mediar.
¿El Comfer va a comenzar a hacer mediciones de rating?
No, pero hoy las mediciones de Ibope no gozan de credibilidad, por lo
que tenemos que alcanzar un sistema más transparente. En el interior
no tienen peso, con lo cual nos refleja una sociedad de Capital y Gran
Buenos Aires. Hay que ver si la actual medidora reformula su muestra o
si se buscan otras propuestas. Ibope está en su momento de mayor
debilidad. Pero la idea no es que el Comfer se haga cargo, sino que el
sector privado decida quien hace las mediciones. Porque el objetivo central
es la transparencia.
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